El desencanto del hombre moderno
Enviado por gfhfgghf • 20 de Agosto de 2022 • Ensayo • 1.231 Palabras (5 Páginas) • 58 Visitas
ANGELICA CASAÑA – 6TO INGENIERÍA – LITERATURA
En este ensayo, la idea principal es realizar una reflexión sobre la modernidad, para ello, analizaremos diferentes textos como “la carroña” y “el lector”, realizaremos vínculos entre Byung Chul Han y usaremos conceptos como el de Spleen, el cambio en el punto de vista de la belleza y la estética de lo feo.
El desencanto del hombre moderno
Al hablar del hombre moderno, podemos mencionar a Charles Baudelaire, poeta francés del siglo XIX, a quien se le relaciona con el movimiento simbolista y con el romanticismo, fue el llamado Spleen de París. Baudelaire propuso una nueva manera de hacer poesía que rompió con el clasicismo de su época. Fue una ruptura muy radical de los temas abordados. Esto se ve en sus poemas, los cuales pertenecen a su libro, las flores del mal.
Primero analizaremos el texto “Una carroña”. Es un poema de amor, que nos muestra claramente que va en contra de la “estética”, Baudelaire se propone con este poema un camino particular, que es extraer la belleza del mal y de lo feo, en el desorden, en la desdicha, en la fealdad y en la muerte, convirtiendo todo esto en poesía. En este texto se puede ver aquello.
Este poema describe el descubrimiento, por parte de dos amantes, de una carroña al borde del camino. El cadáver es descrito en detalle como un cuerpo putrefacto y en plena descomposición, que a pesar de ser algo desagradable, el autor logra mostrarlo al mismo tiempo como algo hermoso de contemplar, lleno de vida, movimiento y música gracias a los insectos y larvas que lo invaden. El poeta, además, compara a su amada con la carroña, y le asegura que ella será como ese cuerpo putrefacto una vez que muera. Al principio pareciera que sólo describe a la carroña, sin embargo, acaba con la comparación de esta y la mujer, “Sin embargo serás como ese desperdicio, como esa horrible infección”, “¡Sí! Así serás tú, oh reina de las gracias, después del postrer sacramento, cuando vayas, bajo hierbas florescencias fértiles, a enmohecerte entre los huesos”. Se puede apreciar ironía en esta parte, al realizar esta comparación entre el animal muerto y su amante.
No obstante, agrega que aún después de la muerte, la esencia de la amada y la del amor que comparten permanecerá viva gracias a la poesía, se puede ver en la siguiente estrofa: “que he guardado la forma y la esencia divina de mis amores descompuestos” se entiende que un poema guarda el recuerdo del amor entre la pareja de amantes y que este va incluso más allá de la existencia en la tierra de su amada.
Por otro lado, está el poema “Al lector”, fue pensado y dedicado a los habitantes de París de mitad de siglo XIX. Es una obra que polemiza con ellos, con su sociedad, con los que son pecadores igual que él, para los hipócritas. Baudelaire se posiciona como aquel que dice la verdad sobre una sociedad que se oculta en el arrepentimiento y las lágrimas falsas. Pero, a la vez que la juzga, la comprende. Por eso utiliza el "nosotros", él tampoco puede escapar de esa inclinación constante hacia el pecado.
“Al lector” comienza describiendo la putrefacción, tanto del espíritu como del cuerpo de sí mismo y sus lectores. Luego se refiere a sus constantes pecados y a los falsos arrepentimientos. Entonces nombra a Satán Trismegisto como aquel que guía sus vidas y los lleva por el camino del mal. Utilizando el "nosotros" afirma que los lectores, al igual que él, viven en la miseria espiritual y física. Son tacaños, necios y pecaminosos.
Para explicar esa pecaminosidad, el “yo lírico” nombra a Satán, a quien llama “Satán Trismegisto”. “Trismegisto” es el sobrenombre del dios egipcio Thot y significa “tres veces muy grande”. Es decir, el yo lírico introduce a un Satán tres veces más grande, más poderoso. Es, en principio, por culpa de él que los lectores (y el yo lírico) encuentran atractivos los objetos repugnantes, no pueden evitar los pecados constantes y no dejan de descender hacia el Infierno. (Tienen un arrepentir débil)
...