¿El fin justifica los medios?

¿EL FIN, VERDADERAMENTE JUSTIFICA LOS MEDIOS?

“El fin justifica los medios”: Todos en este mundo tenemos metas; metas que de alguna forma u otra nacen a partir de un sueño. La sociedad últimamente se ha vuelto muy egoísta durante el proceso que implica conseguir sus propósitos. Lo cierto es que no importa cómo logras lo que quieres cualquier medio es válido.

Esta frase utilizada como amparo para justificar acciones inconcebibles, fue atribuida a Nicolás Maquiavelo debido a un libro publicado por el mismo denominado “El príncipe”, donde lo más parecido que se encuentra a esta frase está en el capítulo XVIII: “Y en las acciones de los hombres, y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados.”

Maquiavelo promulgó la idea de que el gobernante debía usar todos los métodos necesarios para conseguir el objetivo máximo de bienestar del pueblo y el estado. Para ello, el mismo debía establecer los límites que considerase aceptables para mantener el control. Nunca se dio entrever que para lograr un fin se debería hacer hasta lo imposible sin importar quién o qué saliera perjudicado. Al contrario nos dice en el capítulo VII  "Pero no puede llamarse virtud, el asesinar a sus ciudadanos, traicionar a los amigos, no tener palabra, ni piedad, ni religión; estos medios harán ganar poder pero no gloria." 

Creo que la frase debería tomar un giro y pasar a ser: “El fin no justifica los medios” basándome en lo que actualmente es querer formar una sociedad que promueva ética moral y un espíritu de fe capaz de hacernos tener siempre en cuenta que hay maneras correctas de hacer que nuestros fines se realicen de manera limpia.

¿Es necesario acaso ir y asaltar a la primera persona que encuentre solo porque en mi casa no hay dinero para comer? ¿O debo yo matar a alguien porque sé que la herencia que deja será para mí? No hay nada más egoísta y antipático que alguien con pensamientos de este tipo, según mi formación califico esto como incorrecto.

Debemos ponernos a pensar que de alguna forma que si alguna vez llegamos a utilizar un medio negativo para lograr un fin, vamos a tener un castigo queramos o no. Por ejemplo: Una pareja roba a un recién nacido porque no puede concebir  y lo inscribe como suyo. ¿Serán realmente felices? ¿No tendrán remordimiento? ¿Y qué hay de las leyes? ¿No podrían ir presos por apropiación indebida? Son tantas las preguntas que tendríamos que detenernos a pensar antes de poder lanzarnos a hacer cualquier cosa.

Y eso es lo que hace falta en estos tiempos, el desarrollo del remordimiento. Nos estamos acostumbrando a hacer las cosas con descaro y sin pensar en los demás, sin detenernos a analizar el daño que les causamos a las personas de nuestro entorno, sin pensar en que el mundo es redondo y que al final, lo que sea que hagamos regresará a nosotros, no se sabe ni cómo, ni cuándo, pero lo hará.

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