El problema ideado de la existencia humana, la muerte, la vida y la convivencia

Ante el problema ideado de la existencia humana, la muerte, la vida y la convivencia, Feuerbach procura solucionarlo de la siguiente manera.

En primer lugar, él establece que la muerte del hombre es un problema desesperante, ya que el ser humano siente el deseo de la inmortalidad la cual es agobiada por la realidad de la mortalidad del hombre. Pues, este problema se manifiesta de la incompatibilidad del deseo de vivir para siempre y el no poder cumplir el deseo, “El hombre muere y no quiere morir”. Feuerbach plantea que el deseo que la inmortalidad no es una perspectiva imposible, sin embargo, el hombre tiene un enfoque individualista. Por ello, él propone que el problema se resuelve cambiando ese enfoque, pues para obtener la inmortalidad no debe ser el centro de atención el hombre individual, sino al hombre como conjunto.

En segundo lugar, para el hombre la vida resulta también problemática debido a dos limitaciones elementales: la espacio temporalidad y la incapacidad del hombre para dominar la naturaleza. Por ello, él plante que para resolver estas limitaciones el hombre debe darse cuenta de que estas restricciones están asociadas al individualismo, ya que la humanidad, como conjunto, trasciende de estos obstáculos, pues el género humano cada vez más va logrando dominar la naturaleza y acortando la espacio temporalidad.

Por último, para el tercer problema de la existencia humana, la convivencia, él plantea que se puede resolver si el hombre no se centrara en la historia pasada y el la actual, sino en el futuro. Por ello, propone la utopía socialista, porque el hombre es un ser que necesita ser amado y amar, por esta razón, la propuesta planteada llegara a constituirse en la historia después de un gran recorrido en donde “El hombre será realmente hermano de su hermano y dejara de ser un lobo para él”.

En conclusión, Feuerbach dice que el mensaje del cristianismo es verdadero, ya que responde a la visión del ser humano la cual es ser inmortal, omnipresente, omnipotente y pueda amar y ser amado. Por esta razón, el ser humano al no poder visualizarse tal y como el quiere lo proyecta en un ser superior, Dios, es decir, Dios es la humanidad mitificada.

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