El relativismo como negación de la verdad
Enviado por Amaro190 • 22 de Enero de 2016 • Apuntes • 1.515 Palabras (7 Páginas) • 323 Visitas
El relativismo como negación de la verdad.
- El relativismo.
Hoy en día podemos ver como en nuestra sociedad, en general en todo occidente y me atrevería a decir que en todo el mundo, se está imponiendo una forma de pensamiento que invade todos los aspectos de la vida humana, moral, educación, religión, etc., esta nueva y a la vez antigua doctrina llamada relativismo no es fruto de una decadencia espontánea o casual sino que tiene raíces muy profundas especialmente en los tres últimos siglos de historia.
En el ámbito social de la juventud vemos cómo actitudes autodestructivas, por ejemplo: la drogadicción o el alcoholismo son ensalzadas como grandes conquistas para la libertad individual del hombre en vez de definirse como lo que realmente son, una puerta abierta a la autodestrucción y suicidio colectivo del sector más importante de nuestra sociedad. Esto como consecuencia del relativismo. Por lo que no hay más que abordar con decisión y a profundidad tal visión del mundo actual y enfrentarla con energía intelectual.
El relativismo propone que la verdad humana depende totalmente de las condiciones subjetivas del cognoscente, dado que la relación sujeto-objeto varía en cada individuo y momento. Por esta razón, esta teoría afirma: “cada persona tiene su propia verdad”. Sin embargo, cuando damos una opinión, no caemos en el relativismo. Caemos en él cuando afirmamos que estas opiniones son verdaderas si al sujeto les parecen verdaderas. Cabe mencionar que escepticismo y relativismo son doctrinas distintas, la primera consiste en la negación rotunda y total de toda certeza humana. La segunda niega el valor objetivo de la verdad.
En términos muy generales, el relativismo puede adoptar dos formas: El relativismo subjetivista, el cual dice que la verdad depende de cada sujeto; y el relativismo de grupo, subraya que la verdad depende de un determinado círculo social.
En cuestiones humanas y sociales se reconocen tres formas básicas de relativismo: 1) relativismo gnoseológico, afirma que no existen verdades universalmente válidas, ya que toda afirmación depende de condiciones o contextos de la persona o grupo que la afirma; 2) cultural, sostiene que cada cultura ordena los valores según sus circunstancias, y, por tanto, no puede haber valores universales válidos para todas las culturas; 3) moral, postula que, ningún conocimiento o principio moral es verdadero y universal, sino que varía según el tiempo y la circunstancia.
El relativismo ha incidido en la historia de la filosofía, empezando por Protágoras y los sofistas en la antigua Grecia. No teniendo cupo en la edad Media. Se retoma en modernidad con Descartes y Kant. Pero es en nuestra época contemporánea cuando tiene un verdadero auge con muchos filósofos entre ellos: Nietzsche, James, Dewey, Wittgenstein, Rorty, etc. Así también con muchas doctrinas como: el existencialismo, estructuralismo, y sobre todo en el nihilismo. Es pues, el relativismo la doctrina de moda en la postmodernidad.
El mayor problema que causa el relativismo, tanto social como individualmente es, la negación de la verdad; es decir, el relativismo frena la búsqueda de la verdad: “si da lo mismo una teoría u otra, se deja de investigar”. De esta negación de la verdad se derivan todas las demás consecuencias. Tendremos en cuenta algunos rasgos de la actual cultura postmoderna para señalar los siguientes problemas: irracionalismo, el fin de la historia, pluralidad de valores, nihilismo, esteticismo, fin de la libertad, indiferencia religiosa, fin de la metafísica. En un sentido personal el relativismo ocasiona: superficialidad y mediocridad, pérdida del sentido, egoísmo, falta de compromiso y de metas, dificultad para el verdadero diálogo, contradicción interna.
- La verdad.
En este capítulo se trata de responder a aquella pregunta formulada a Jesús, superficialmente y con cierto escepticismo por el procurador Pilato: ¿quid sit veritas? “Es una cuestión muy seria, en la cual se juega efectivamente el destino de la humanidad”[1].
Nadie puede negar que nuestro conocimiento esté necesariamente orientado a la verdad. “Todos los hombres desean saber[2]” y la verdad es el objeto propio de este deseo. El hombre ha nacido para la verdad. Y tiene muchos medios para progresar en el conocimiento de ella; entre estos destacan la filosofía, la cual muestra que el deseo de verdad pertenece naturalmente al hombre[3].
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