El sentido de la Navidad
Enviado por Mongapilonga • 10 de Diciembre de 2021 • Ensayo • 740 Palabras (3 Páginas) • 85 Visitas
El sentido de la navidad
Siempre me ha chiflado la navidad, es la mejor época de todo el año, comprar y hacer regalos, las vacaciones, juntarse con la familia que hace tiempo que no ves, mandar tarjetas de navidad con los mejores deseos… adoptar esa actitud de ser capaces de dar más, mucho más, y de decir las cosas que nunca decimos porque creemos que están implícitas en nosotros y en nuestros actos… lástima que no duren más que apenas tres semanas, porque en los tiempos que corren y ante los reveses que nos imponen a diario la única opción que nos dejan es optar por mantener una actitud de positivismo casi impuesto y no perder el sentido del humor.
En estas fechas no faltan en casi ninguna casa un abeto decorado o un belén montado con su rio en papel de aluminio incluido. Muñecotes que cantan y bailan canciones que llevan un mensaje de amor y fraternidad. ¿No sería maravilloso que este periodo de apenas tres semanas de cinismo disfrazado nos parasemos a pensar y a contemplar nuestro alrededor por un momento? Al fin y al cabo, la vida de cada uno no es más que el resumen de las cosas cotidianas que hacemos diariamente casi sin darnos cuenta de la pizca de magia que reside en ellas, y es esa ceguera momentánea y permanente la que no nos permite disfrutar de ellas el resto del año, las prisas nos tapan los ojos, un viaje en tren, el olor a café recién hecho al despertarse, un paseo a media tarde disfrutando de la naturaleza, un mensaje que no esperas con una frase tonta que te mande un amigo que no ves desde hace tiempo porque está lejos y te dibuje la media sonrisa boba al recordarle… eso me ocurría hace unos días, la crisis le obligó a marcharse fuera por un trabajo que aquí no encontraba. La postal iba acompañada de una frase que rezaba “Paz, amor y felicidad para todos”, sí, para todos y para todo el año, es lo que me vino a la cabeza, no solamente en estas fechas, rodeados de magia inventada por un anuncio publicitario lleno de colores cálidos en paisajes invernales poblados de gente cargada de bolsas. Si desconfiáramos más de nuestra propia visión, podríamos ser capaces de ver el verdadero mensaje de esta época del año, que yo personalmente tanto disfruto, compartir lo que se tiene, ya sea mucho o poco o nada, porque lo que tenemos, ante una situación donde las noticias diarias no son más alentadoras que las del año pasado, titulares que nos dan cifras de casi cinco millones de parados, que describen como vivimos en una sociedad cada vez más sectaria, plagada de intolerancias, de decadencia de intereses sociales en el sector de población joven, no podemos dejarnos caer en la desidia.
Y ya que no van a durar todo el año, debemos disfrutar de estas fechas, de las cena de empresa, que si nos bebemos una copa de más delante del jefe, el jefe seguro se ha bebido dos de más delante nuestra y mañana será otro día, de los amigos, de las buenas conversaciones compartiendo la mesa y la copa, de los turrones, y acabar cantando villancicos con Antonio, el camarero. De la familia, de los que viajan para juntarse una vez al año y hacerse la foto oportuna para inmortalizar el momento, y de las risas nerviosas de los niños desenvolviendo regalos, y de sus gritos emocionados al descubrir que los reyes magos, les han traído algunas cosas de la su interminable lista de deseos, porque los deseos están exentos de la crisis, y la pareja, y de ese tiempo extra de disfrute muto que nos conceden las fiestas, y de la verdadera magia que realmente envuelve todos esos momentos.
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