Sentido de la Navidad

HISTORIA DE LA NAVIDAD[pic 1][pic 2]

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ESCENA 1º: LA ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL A MARÍA

NARRADOR 1: Buenos días, estimado público. Nos encontramos a finales de Adviento, muy próximos ya a la Navidad. Tenemos el placer de representaros una obra acerca de lo que pasó en la primera Navidad. Conociendo la historia, todos podremos vivir mejor estas Navidades.

NARRADOR 2: Retrocedamos 2.000 años en el tiempo. Nos situamos en Nazaret, un pequeño e insignificante pueblo de Galilea, en Israel.  Allí vivía una humilde muchacha, que no tendría más de quince años. Su nombre era María. Un día en el que se encontraba en casa, recibió una visita muy especial:

ARCÁNGEL GABRIEL: Alégrate María, llena de Gracia, el Señor está contigo.

MARÍA: ¿Quién eres tú?

ARCÁNGEL GABRIEL: Soy el Arcángel Gabriel. Dios me envía a anunciarte que vas a ser la Madre de un Niño, a quien podrás por nombre Jesús. Él será el Mesías, ¡el Hijo de Dios!

MARÍA: ¿Cómo será eso posible?

ARCÁNGEL GABRIEL: Concebirás en tu seno por obra del Espíritu Santo.

MARÍA: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.

ESCENA 2º: BUSCANDO POSADA

NARRADOR 3: Así fue como María empezó a llevar en su seno a Jesús, el Hijo de Dios. Junto a José, su esposo, que ejercería de padre adoptivo, se preparó en Nazaret para recibirlo.

NARRADOR 4: Todo estaba previsto: la cuna donde dormiría, la ropita que se pondría, los pañales… Junto a sus familiares, amigos y vecinos, esperaban impacientes la llegada del bebé. Sin embargo, los planes de Dios a menudo nos sorprenden.

SOLDADO: Por orden de César Augusto, todos los ciudadanos del reino deben empadronarse inmediatamente en su ciudad de nacimiento. El emperador quiere saber cuántos habitantes hay en este territorio.

NARRADOR 3: Para cumplir el edicto, José y María se vieron obligados a dejar Nazaret y viajar hasta Belén, su aldea natal. Al llegar la noche, cansados y con frío, intentaron buscar posada.

MARÍA: José, busca posada para pasar la noche. Estoy muy cansada del viaje.

S. JOSÉ: Ahora mismo, María. ¡Mira, allí hay una posada! Voy a llamar (pom, pom).

POSADERO: ¡Ya voy, ya voy! A estas horas y encima con prisas. ¿Quién es?

S. JOSÉ: Somos caminantes, y buscamos una posada para pasar la noche.

POSADERO: Pues buscad otra, porque esta está llena.

MARÍA: José, necesitamos un sitio. Siento que el Niño está a punto de nacer…

S. JOSÉ: Espero que encontremos algo. Vamos a probar en esta (pom, pom). ¡Abran, por favor!

POSADERA: Un momento, que ya voy. ¿Quiénes sois y qué queréis a esta hora?

S. JOSÉ: Somos unos pobres peregrinos. Mi mujer está encinta y necesita descansar.

POSADERA: Lo siento, pero con la orden del César hay tanta gente en Belén que tenemos todo lleno. No puedo darle nada.

S. JOSÉ: ¡Por favor! Mi mujer está a punto de dar a luz y no tenemos dónde cobijarnos.

POSADERA: Lo único que puedo hacer es dejarles que se alojen en aquel pesebre. Allí, por lo menos, no estarán en la calle. Además, mi marido estuvo limpiándolo ayer.

MARÍA: Muchas gracias, Dios se lo pague.

ESCENA 3º: LOS PASTORES

NARRADOR 1: Y allí, en un establo, entre un buey y una mula, nació Jesús. La Virgen lo colocó en un pesebre lleno de paja.

NARRADOR 2: Mientras tanto, a los pastores les ocurrió lo siguiente:

PASTOR 1: ¿Has recogido ya el rebaño? Yo lo he guardado en el redil, no quiero que se me pierda ninguna oveja.

PASTOR 2: Sí, y le he echado hierba fresca. Esta noche me parece que va a hacer mucho frío. 

PASTORA 3: ¡Vamos a cenar! Las migas ya están hechas y como se enfríen, no las calentaré. Todo el día guisando y guisando. ¡Estoy harta!

NARRADOR 3: De pronto, se les aparecieron unos ángeles.

ÁNGEL 1: No tengáis miedo. Os anunciamos una gran alegría, que lo será para todo el pueblo.

ÁNGEL 2: Esta noche ha nacido el Mesías, el Salvador, en un pobre pesebre envuelto en pañales.

PASTORA 4: ¿Y dónde podemos ir a adorarlo? Nosotros somos unos pobres pastores y no sabemos dónde encontrarlo.

PASTOR 5: Dinos, hermosa visión, ¿cómo sabremos que ese Niño es el Dios que tanto esperábamos?

ÁNGEL 3: Lo encontraréis en Belén, en un viejo portal, entre un buey y una mula.

PASTOR 6: ¡Vamos, vamos todos a adorarlo! Yo quiero ser el primero en ver a Jesús. Se me ha quitado el hambre con la noticia que nos ha dado el ángel y me muero de impaciencia.

PASTOR 7: Pero no podemos ir sin nada. Debemos llevarle algún regalo. ¿No creéis? Yo le llevaré un hermoso queso que hice ayer. Voy a recogerlo ahora mismo.

PASTORA 3: Tienes razón. Yo le llevaré el cordero más hermoso de mi ganado, para que su dulce balar alegre al Niño. Además, con su lana la Virgen le podrá hacer bonitos jerséis.

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