En este trabajo obligatorio voy a tratar sobre el texto de Aristóteles de Ética a Nicómaco

En este trabajo obligatorio voy a tratar sobre el texto de Aristóteles de Ética a Nicómaco.

Para comenzar hay que introducirse brevemente en el autor, Aristóteles (384-322 a.C.), nacido en Estagira, tenía su propia escuela, el Liceo o escuela de “peripatéticos”, tenía unos vastos conocimientos tratando de diversos temas culturales como: lógica, física, astronomía, biología, psicología,metafísica, ética, política, estética y economía. Es considerado el primer como el primer filósofo estricto, ya que a diferecia de Sócrates o su maestro Platón, Aristóteles tiene dos obras dedicadas exclusivamente a la reflexión moral, que son Ética a Nicómaco y Ética a Eudemo, en este caso el texto es de la primera obra, Ética a Nicómaco, la cual es su obra más importante sobre la moral, está formada por diez libros formados por diez capítulos. Su estructura es la siguiente:

-En el libro I se trata de qué consiste la felicidad, también hace distinción entre virtudes intelectuales y morales. De este libro es del que va a ser el comentario de texto, concretamente sobre el capítulo IV.

-Libros II-V tratan sobre las virtudes morales.

-En el libro VI se estudian las virtudes intelectuales.

-En el libro VII se trata sobre la incontinencia y el placer.

-En los libros VIII-IX se trata sobre la amistad y sus distintas formas.

-En el libro X se hace referencia a el placer y a la vida contemplativa como ideal de perfecta felicidad.

Hay que decir sobre el eudomonismo que  en la ética aristotélica, es la doctrina moral que ve en la felicidad el bien supremo de la vida humana. De tal forma que la felicidad, de manera distinta al placer, es deseable no como medio, sino que como fin en sí misma. El placer forma una parte esencial en tal modo de vida, pero como resultado de la eudomonía o en concomitancia con ella.

Voy pasar a tratar a profundizar sobre el texto directamente.

En la primera línea del texto ya se puede vislumbrar lo que es el pensamiento aristotélico, el cual está presidido todo él por el fin: “volvamos otra vez a tratar del bien que buscamos y veamos lo que puede ser...”, a mi entender se refiere al bien final que buscamos y poder distinguirlo de otros bienes.

En el primer párrafo, que va desde la segunda línea hasta la séptima, trata de que todo el ser humano busca el bien como fin supremo, que es el bien moral, el cual está formado por muchos fines, los cuales en conjunto, forman el bien moral y que todo lo que los hombres hacer para conseguirlo son simplemente los medios, como bien se refiere con: “si para todo lo que el hombre puede hacer en general, existe un fin común al cual tienden todos sus actos”.

En las dos siguientes líneas, la octava y la novena, Aristóteles redacta que se vuelve otra vez al punto de partida después de lo expuesto en el párrafo anterior debido a que no se ilustró cuál es el fin supremo y cuales son los otros fines para alcanzar ese fin supremo, por lo que seguimos sin saber cual es el bien final que buscamos.

A continuación voy a pasar a tratar sobre lo expuesto en el texto de las líneas 10 a la 43.

Comienza en la línea 10 y continúa tratando de los muchos fines que hay y de los que podemos buscar algunos sobre otros. Dice:”la riqueza, la música, el arte de la flauta y, en general todos estos fines que pueden llamarse instrumentos, es evidente que todos estos fines indistintamente son perfectos y definitivos por sí mismos”, con ésto Aristóteles quiere expresar que estos fines son llamados instrumentos a el bien supremo, el cual más adelante expresa que es una única cosa y la más definitiva. Más adelante, en la línea 22 se refiere a la felicidad: “la buscamos siempre por ella y sólo por ella, y nunca con la mira de otra cosa”, por lo que con lo expuesto antes de llegar aquí y con esta cita, a mi modo de entender, según Aristóteles el bien final o el bien supremo es la felicidad, la cual es el bien perfecto que se busca por sí mismo y no por otro :”el bien que debe buscarse sólo por sí mismo, es más definitivo que el que se busca en vista de otro bien”, que la felicidad es autosuficiente y que quien la tiene ya no quiere otra cosa, como expresa en la cita que puse anteriormente de la línea 22 o la de :”lo perfecto, lo definitivo, lo completo, lo que es eternamente apetecible en sí, y que no lo es jamás en vista de un objeto distinto que él”.

Justo después trata sobre otros fines menores, como son el placer, la ciencia o la virtud bajo la forma que sea, y sin duda, desearemos estas ventajas o fines pero que solamente con éso no nos podremos proporcional la felicidad. Concluye Aristóteles refiriéndose a partir de la línea 31 que la felicidad, el bien supremo es independiente a los otros bien y sigue a partir de la línea 34 afirmando que este bien supremo que es la felicidad, aislado basta para tener una vida aceptable sin necesitar ninguna otra cosa, por lo que suma a lo comentado anteriormente que no se necesita añadir nada más para alcanzar el bien supremo que la felicidad: “Digamos, además, que la felicidad, para ser la cosa más digna de nuestro deseo, no tiene necesidad de sumarse con ninguna otra.” Aunque también se refiere después a que aún teniendo felicidad si se añadiese más cosas sería más deseable, puesto que “un bien más grande es siempre más deseable que un bien menor”. Al final de la línea 41 y hasta la línea 43, incluida esta última, hace referencia a que la felicidad es el fin mismo del hombre:”Por consiguiente, la felicidad es ciertamente una cosa definitiva, perfecta, y que se basta a sí misma, puesto que es el fin de todos los hombres.”

A continuación seguiré comentando todo lo que queda de texto, que va desde la línea 44 hasta la línea 85, ambas incluidas.

En la línea 44 y la 45, Aristóteles deja entrever que va a tratar de explicar la naturaleza de la felicidad, la cual, sin duda, es el mayor de los bienes.

En las siguientes líneas se centra en la naturaleza de la felicidad, diferenciando al hombre de las plantas o los animales por su sensibilidad y racionalidad, que es lo que lleva al hombre a obrar buscando el bien supremo. Precisamente habla del bien y la perfección del hombre en la obra que realizan.

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