Filosofía de Demócrito

Demócrito de Abdera fue un filósofo, matemático y polímata griego discípulo de Leucipo, fundador del atomismo, y maestro de Protágoras.​ Todos los autores de la antigüedad que hayan hecho referencia a su edad, coinciden en que vivió unos cien años o más. Fue recordado por su amplio campo de intereses, pero especialmente por su concepción atomista de un universo compuesto únicamente por átomos y vacío. Se le ha considerado como «el padre de la física» o «el padre de la ciencia moderna».

Demócrito fue conocido en su época por su carácter extravagante. Se dice de él que presentía el futuro​ y se le adjudicaron numerosas leyendas. Una de ellas dice que se arrancó los ojos en un jardín para que no estorbara en sus meditaciones la contemplación del mundo externo.

Los átomos y el vacio:

Para Demócrito, la realidad está compuesta por dos causas): (lo que es), representado por los átomos, y  (lo que no es), representado por el vacío. Defendió que, esto eran los principios que regían todas las cosas y lo demás es dudoso y opinable.​

El atomismo representa la primera formulación de una concepción mecanicista del universo. Es materialista, y no cree ni en la corrupción del ser, ni en que de lo uno pueda derivarse lo múltiple,

Los átomos forman por necesidad colisiones las cuales forman los diferentes elementos (fuego, agua, aire y tierra) forman los seres y la realidad con toda su diversidad. Por ello, se llega a la conclusión de "Nada procede del azar, sino de la razón y la necesidad."

Las diferencias físicas y mentales entre los seres se explican porque los átomos son diferentes en forma, orientación y disposición. En su flotación en el vacío se entremezclan dando lugar a combinaciones infinitas.

Son como en los juegos de construcción de los niños pequeños, los átomos serian como bloques con los que se crean diferentes objetos que pueden partir desde algo tan pequeño como el alma de un individuo hasta una galaxia.

La casualidad:

Demócrito es partidario de un determinismo fatalista, el cual negaba la casualidad atribuyéndola a la necesidad y producto de la imaginación de los hombres al no ser saber explicar las relaciones de causalidad entre los fenómenos.

Detestó los placeres que a la larga producen dolor. Presentó a la materia como auto creada, Los cambios físicos y químicos se debían a la física, no a la magia. Aunque su atomismo se ha identificado como una doctrina atea en tiempos posteriores, no está claro si negó por completo que los dioses podrían existir.

Cosmología:

Demócrito dijo que no existía ni arriba ni abajo en el vacío infinito. Debido a que todos son átomos y hay una cantidad infinita de éstos, los astros como el Sol y la Luna son moles de átomos que giran Al igual que los otros atomistas, Demócrito creía en una Tierra plana y desafió los argumentos a favor de su esfericidad

Las sensaciones:

Para Demócrito, prevalecía un principio aritmético-geométrico para explicar muchos hechos. Así, explicaba hasta el sabor de las cosas. La sensación de dulce se debía a la forma esférica de la sustancia; lo amargo, se debía a la forma lisa y redondeada, y lo agrio o ácido a lo anguloso y agudo.

"Dice que, por naturaleza, nada tiene color, olor sabor, sonido o incluso textura Los compuestos adquieren esto mediante la ordenación, la estructura y el impulso, que son el orden, la figura y la posición. Fuera de esto, sólo hay representaciones meramente subjetivas,

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