Identidad y pertenencia: “Una firma sin espíritu de cuerpo”

Monografía:

Identidad y pertenencia:

“Una firma sin espíritu de cuerpo”

Identidad y pertenencia: “Una firma sin espíritu de cuerpo”

Introducción

Como se sabe, desde ya hace tiempo el hombre a buscado hacerse partícipe de los diversos tipos de masas o agrupaciones que los rodean, llámese a esto las tribus urbanas, la sexualidad, la política, religión, deportes, entre otras. Buscando en ellas la aceptación por sus pares, ya que al sentirse apoyado por el resto nace en el ser la confianza. Se puede decir básicamente que el bienestar personal depende de la visión que posean los demás frente al actuar.

“De esta forma lo juvenil y las juventudes han sido incorporados en el debate, como una producción diferenciada que exige considerar las posiciones —con diversidad y dinamismo— que las y los jóvenes tienen en la estructura social, las situaciones específicas que en tanto grupos sociales experimentan y al mismo tiempo, las condiciones en las cuales despliegan-inhiben sus vidas (Martín Criado, 1998)” (Duarte Quappe, 2012).

Una Firma sin Espíritu

Normalmente se dice, que como sociedad, el ser, pertenece a varios tipos de agrupaciones, desde lo más básico, la familia, hasta los diversos intereses del humano, dando con esto origen al fanatismo, y para que los intereses  puedan realizarse, cada miembro debe cumplir con su rol, es decir, un conjunto de comportamientos esperados de los integrantes. Todo esto va debido a la necesidad de conocer cómo funciona la "presión social" y que es lo que motiva a un ser humano corriente a defender simples ideales e intereses con tanta gallardía. Es así que la presión social es cuando las personas dejan de considerar su juicio crítico, incluso ignorando sus propios sentidos, llámese a esto olvidar su identidad y volviéndose parte de las masas.

“En la vida social, los roles van asociados a unos “guiones” que organizan de alguna manera la vida social. Esos guiones nos dan unas pautas de actuación como actores y nos permiten esperar que se pueda esperar de cada uno como espectadores. Cuando algunas personas se sale de su guion se produce extrañeza” (Unibertsitatea).

“El criterio de estructuras social (p. ej., Sherif, 1967) consiste en que las relaciones entre los miembros, con el tiempo tienden estabilizarse, organizarse y regularse mediante el desarrollo de un sistema de diferencias de roles y categorías y de normas y valores compartidos que prescriben las creencias, actitudes y conductas en cuestiones relevantes para el grupo” (Turner, 1987).

 Llámese al fanatismo como apasionamiento y tenacidad desmedida en las creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas según la R.A.E. El humano al sentirse fanático por algo, en su actuar es capaz de dar muchas cosas a cambio de esto. Ya que si su fanatismo es exagerado siempre va a querer defender a lo que está apoyando, y entregando mucho por ello con tal de no manchar el prestigio que tiene, incluso llegando a meterse en problemas. Como ejemplo se puede indagar con el fútbol, en las hinchadas.

 Llegando ahondar en este ensayo del actuar como lo es el espíritu de cuerpo en las hinchadas

 Primero que todo el espíritu de cuerpo se define como un conjunto de ideas, actitudes, intereses, aspiraciones e ideales de una colectividad profesional, y se manifiesta con lealtad, orgullo y entusiasmo que muestran sus participantes en cada actividad buscando un logro de un fin en común, acorde a los valores militares del ejército.

Blumer (1951) afirma que el espiritu de cuerpo es:”…el sentido que el pueblo tiene de pertenecer conjuntamente y de ser identificado con otros en una empresa común” (Javaloy, 1993).

Y agrega: “el asentimiento de pertenecer a otros y otros a él, le otorga un sentido de apoyo colectivo” (Javaloy, 1993)

.

Así como la vida del hombre está llena de fines. Con su actividad busca casas para vivir, alimentos para nutrirse, la salud, la diversión, el placer, etc. Sin embargo, todos estos fines están ordenados y jerarquizados. Unos no son queridos por sí mismos, sino solo en razón de su utilidad. Otros son queridos generalmente por sí mismos, pero no siempre, como el placer, pues también este es querido para ser feliz. Nosotros buscamos siempre la felicidad en cada acto, en cada actividad, es un bien suficiente para nosotros, ya que no requiere de otras cosas (según Aristóteles). Al hablar de él actuar con espíritu de cuerpo en las firmas emplea felicidad en el humano, tal felicidad que viene del alma, por ser que a al entregar el fanatismo que esta implica apoyar a tal firma, demuestra el coraje y sentimiento hacia esta última.

  Para ello se tiene que tener un gran amor hacia lo que se está apoyando, en este caso las hinchadas. Por eso, vale decir que si no hay espíritu de cuerpo no hay amor, por ende no se puede sostener una firma.  Se habla de identidad colectiva:

“..redes de interacción informal entre una pluralidad de individuos, grupos o/y organizaciones, implicados en conflictos políticos y culturales, sobre la base de una identidad colectiva compartida” (Diani, 1992).

El actuar con  espíritu de Cuerpo es una virtud de conjunto, es hacer propio el sentimiento y el dolor ajeno, es vivir en carne propia el sentimiento del amigo, del compañero, del soldado que en la trinchera con el alma ardiente y con el arma al brazo, lucha por sacar adelante el objetivo de un grupo, dentro del cual impera la unidad, la cohesión, el compañerismo. Aún así cada uno se siente distintamente involucrado en cada acto que le compete, por ejemplo: Una familia va al mal y cada uno busca su tienda preferida: la madre se acerca al supermercado, el padre prefiere las tiendas de herramientas, la hija a la librería y el hijo a la tienda de deportes y así según sus preferencias. ¿Por qué? La respuesta es tan sencilla, vale responder que tenemos distintos gustos, cada uno prefiere el lugar en donde quiere estar, ya sea porque le produce mayor felicidad, le llame la atención o simplemente porque se lo recomendaron. De este modo, está participando de una localidad.

Sucede algo similar en el futbol. Ya que el futbol es el deporte más popular y conocido del mundo, en el cual las opiniones están divididas sobre cual equipo es mejor, el hincha es conocido por sentirse parte de dicho equipo, vistiendo sus camisetas, cantando sus himnos, asistiendo a sus partidos y más. Cada individuo participa en distintas hinchadas ya sea por apoyar a su club natal, porque al papá le gustaba ese club, porque lo obligaron a participar en él, etcétera. Muchos de los hinchas se sienten tan comprometidos con el club deportivo, que surge un fanatismo por tal, llevándonos al origen de las conocidas "Barras Bravas", las cuales buscan el respeto y envidia de los demás equipos. Ya que la entrega del individuo hacia la firma es con un gran afecto y lealtad hacia ella como en algunas hinchadas en Chile. Las más grandes y conocidas son: Los de abajo (Universidad de Chile), la  Garra blanca (Colo colo), los Cruzados (Universidad católica) que asisten a cada partido de su club de los amores creando gran rivalidades entre estas.

...