La necesidad de una antropología filosófica

ANTROPOLOGIA FILOSOFICA

El hombre visto como un objeto puede ser una utopía aun para muchos, sin embargo si lo ponemos desde otro ángulo ponemos en duda la misma existencia del hombre, ¿A partir de donde nace? y ¿En qué momento hubo esta diferencia del objeto?, es como decir ¿Qué fue primero si el huevo o la gallina?; esto es lo que trata de explicar la antropología filosófica, en la cual dice  ¡sí!, es posible estudiar al hombre y su mente, pero para eso es necesario saber el origen del mismo. Con ello se sabrá cual es la finalidad de su propia existencia y ver al hombre como objeto de estudio en otras ciencias. Es por ello que la antropología filosófica es parte de la metafísica, pues la realidad de la existencia humana nunca ha sido descubierta, autores y filósofos como Aristóteles, Tomas de Aquino, Platón, Rene Descartes, Kant, han expuesto su preocupación por este tema, sin embrago, fue Helmuth Plessner quien pudo definir la antropología filosófica, el cual determinaba la relación de la mente-cerebro y mente-biología (la naturaleza del homo sapiens). Trata de explicar los problemas psicológicos que surgen alrededor del ser humano y como los resuelve de una manera empírica y racional.  

Max Scheler otro de los fundadores de la antropología de la filosofía, dictaminaba que es la necesidad de encontrar una solución a la problemática del ser humano “el hombre no sabe lo que es, pero sabe que no lo sabe” y que para que no haya un problema existencial se recurre a la escuela humanista, la cual dictamina que el hombre es perfecto aun sin saberlo y que sostiene Helmunth Plessner; además,  para que pueda ser estudiado se debe considerar la mayor riqueza posible del ser humano, en su pluralidad inevitable y en su real estar en peligro, esto se significa, que el riesgo al momento de cualquier intento de hallar la esencia del hombre, tiene que estar bien consciente  de la plena responsabilidad frente a la historia, no puede dejarla de lado al momento de descubrir su proceso, la negación ante esta idea provocaría que el hombre solo fuera estudiado por conveniencia para un fin y se perdería el objetivo de verlo a través de diferentes áreas de estudios con diferentes formas de pensar.  Toda acción y decisión humana implica las consecuencias  en la existencia misma del hombre, el cual nunca actúa y decide únicamente para sí mismo, por ello es vito como un objeto: la vida humana, y toda decisión posible sobre su comprensión e interpretación, nunca puede ser neutra.

La necesidad de una antropología filosófica  “es la toma de conciencia de un estado de crisis permanente, de modo que, atento a la situación histórica de la vida humana, ese peculiar saber en torno a la esencia del hombre no debería en modo alguno desconocer el carácter arriesgado de toda decisión posible acerca del ser humano”, es decir, toda las conductas del ser humano pueden ser infinitas y para saber su origen es necesario saber su historia, su forma de vida y su contexto, cada mente es una no se repite, pero la antropología filosófica nos marca que existen similitudes en el ser humano y su forma de pensar. Con ello se puede predecir algo y saber cómo actuar ante ese hecho o acción. Nos marca que la mente es muy compleja y que no la podemos entender si no tenemos todas la herramientas para hacerlo, pero para serles franca, tal vez nunca lleguemos a ese conocimiento tan grande de lo que  es realmente la mente humana y su poder ante una psicología, antropología, zoología, teología, filosofía, etc.; y es probable, porque si el humano mismo quisiera conocer su realidad desde su senectud desenil (historia) empezaría a preocuparse por sus propias acciones, por lo contrario siempre piensa en si mismo y nunca antes de los demás, vive con lo que tiene sin preocuparse por lo de antes para un después; por eso la antropología filosófica no ha podido entablar la respuesta real de ¿Qué se significa ser hombre y que se necesita para serlo?.

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