La reflexión sobre la existencia humana

"La existencia de una unidad de fondo que establece la continuidad y la posibilidad de un horizonte ilimitado, en contraposición a manifestaciones singulares y aisladas."^[1]

La reflexión sobre la existencia humana nos lleva a explorar la idea de una Unidad de Fondo, una entidad que trasciende las manifestaciones aisladas y proporciona una continuidad subyacente en la realidad. En este capítulo, nos embarcaremos en un viaje conceptual para comprender cómo esta unidad fundamenta la existencia y abre las puertas a un horizonte ilimitado de posibilidades.

La conexión entre la libertad humana y la existencia de Dios constituye uno de los pilares fundamentales de nuestra investigación. Sostenemos que la libertad encuentra su raíz en el mundo axiológico, un reino de valores que brinda un fundamento ilimitado a nuestra existencia. En este sentido, exploraremos cómo el mundo axiológico actúa como un cimiento para la libertad humana y su relación intrínseca con la existencia divina.

La trascendencia humana se manifiesta en la capacidad de canalizar la energía desde su origen para ejercer un acto libre. Este proceso de canalización encuentra su expresión en la "religación", un concepto que exploraremos detenidamente. La religación no solo establece un lazo con lo divino, sino también un vínculo con el prójimo, manifestado en la ética y la justicia social. Consideraremos cómo esta interconexión enriquece la experiencia humana y contribuye a la comprensión de nuestra trascendencia.

"La experiencia de derelicción que conduce a la postulación de un fundamento, lo que lleva a la idea de que el fundamento de la existencia no puede negarse, y se le llama Dios."^[2]

La derelicción, como experiencia existencial, nos impulsa a postular la necesidad de un fundamento inmutable. Argumentaremos que este fundamento, al cual denominamos Dios, surge como una respuesta a la imposibilidad de negar la existencia de un principio último que otorga significado a nuestra realidad. Analizaremos cómo la derelicción conduce a la búsqueda de un fundamento y cómo esta búsqueda culmina en la conceptualización de Dios como la raíz última de nuestra existencia.

"La noción de religación humana, que implica un doble lazo: el primero con Dios, dado por la existencia recibida, y el segundo con el prójimo, que se manifiesta en la ética y la justicia social."^[3]

Exploraremos la complejidad de la religación humana, un fenómeno que involucra una conexión dual. El primer lazo se establece con Dios, resultado de la existencia recibida. El segundo lazo se extiende hacia el prójimo, manifestándose en prácticas éticas y compromisos con la justicia social. Abordaremos cómo estos lazos enriquecen la experiencia humana y contribuyen a la comprensión de la trascendencia como una vivencia interna e intransferible.

"La trascendencia como vivencia: Se plantea que la trascendencia no es un concepto, sino una vivencia que consiste en la conciencia de un horizonte ilimitado. Esta vivencia se experimenta como un dato íntimo de la propia conciencia, y no puede ser demostrada racionalmente, sino simplemente vivida."^[4]

Consideraremos la trascendencia no como un concepto teórico, sino como una vivencia íntima. Analizaremos cómo la conciencia de un horizonte ilimitado se convierte en un dato intransferible, resistente a la demostración racional. La vivencia de la trascendencia se explorará como una dimensión única de la conciencia humana, desafiando las limitaciones de la explicación lógica.

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