Existencia Humana
Enviado por congmartin2195 • 28 de Agosto de 2013 • 2.525 Palabras (11 Páginas) • 1.305 Visitas
INTRODUCCION
El presente Ensayo tiene como finalidad exponer y aclarar algunos aspectos básicos en torno a la existencia y la libertad. La pregunta por la existencia es una cuestión que no se limita exclusivamente al ámbito de la filosofía, sino que es una constante en la vida de los seres humanos. Todos alguna vez hemos pensado si nuestra existencia o la del mundo tiene algún sentido o finalidad. En la historia de la filosofía se han dado muchas respuestas a estas interrogantes y pese a la diversidad de posturas todas pare cen coincidir, al menos en un punto: el intentar aclarar el sentido del existir es una tarea que, lejos de tener una respuesta, nos invita una y otra vez a replantearnos su significado.
Aquí intentaremos ubicar cuáles son los aspectos fundamentales de la existencia humana y qué problemas conlleva. Entre ellos destacaremos, en primer término, el de la libertad, que nos conducirá a su vez al de la valoración y la moralidad.
El primero es la existencia. En él se analiza la especificidad de la existencia humana frente a otros modos de existir. La peculiaridad de ésta descansa en la capacidad que tenemos para preguntarnos sobre nuestra propia existencia, lo cual podemos hacer en tanto somos seres autoconscientes e intencionales.
El segundo tema la historia Se verá cómo está vinculada a nuestra racionalidad, la cual se encuentra siempre situada en un contexto cultural, político y social.
El tercero tema es la ciencia existencia humana como la ciencia determina la existencia humana
El cuarto tema es la moral, que es expresión de las creencias, valores y prácticas de determinada cultura. La vida humana se expresa comunitariamente en la intersubjetividad; somos responsables porque somos seres autoconscientes con capacidad de hacernos cargo no sólo de nosotros mismos, sino también de la vida de los demás.
LA EXISTENCIA HUMANA
En filosofía suele distinguirse entre modos o formas de que permite construir un existencia no es lo mismo la existencia del número 2 o de la raíz cuadrada de 250, que la existencia de las bacterias en el agua, de los simios, de los automóviles o de las obras de arte. Incluso, podemos decir que la existencia es posible referirla también a entidades que parecen no tener ninguna relación con nuestra vida cotidiana, por ejemplo, los unicornios, los cíclopes, las sirenas o los centauros. Seguramente alguien podría objetar: “los unicornios no existen, son únicamente fantasía”. Sin embargo, nótese que con ello estamos diciendo que la existencia de este tipo de cosas es distinta a la de las piedras, los árboles, los animales o las personas que experimentamos todos los días. ¿Podemos decir que cuando pensamos en un unicornio u otra cosa por el estilo no pensamos en nada? Nadie podría afirmar esto de manera contundente, pues cuando se piensa en un unicornio se piensa en algo.
Hay, pues, una forma de existencia que tiene que ver con el ámbito de lo mental: deseos, creencias e ideas. Según Franz Brentano , el mundo entero de nuestros fenómenos se divide en dos grandes clases: la clase de los fenómenos físicos y la de los fenómenos psíquicos Así, la existencia se presenta de distintas maneras: aunque el número 2 y la raíz cuadrada de 250 son distintos a las bacterias o a los unicornios, todos ellos “son”, tienen una determinada forma de existencia pues si no fuera de esta manera, ¿cómo podríamos hablar de ellos?
Podemos distinguir, entonces, entre existencia “formal” o “lógica” y existencia “material” o “física”; existen números, relaciones lógicas, fórmulas geométricas pero también gatos, nubes o planetas. Junto a ellos también hay otras cosas: el dinero, el matrimonio, las universidades, los clubes deportivos, las asociaciones civiles, los partidos políticos, las leyes comerciales o civiles. Todos ellos “existen”, pero de diferente manera (brentano, 1987)
Hay una cuestión muy importante respecto a la existencia que no se ha mencionado todavía, y es la manera en que existe el ser humano. El hecho de que prediquemos ciertas propiedades o características sobre alguna cosa depende, en gran medida, de que podamos percibir y comprender esas propiedades. En otros términos, porque existe el ser humano es que las cosas llamadas piedras, árboles, números, nubes o planetas tienen un sentido.
Con esto no queremos decir que la existencia de estas cosas dependa de nuestra existencia. Por ejemplo, la electrólisis no es un producto humano; si, por ejemplo, los seres humanos dejaran de existir, la electrólisis seguiría aconteciendo como un fenómeno físico Consideremos también lo siguiente: las bacterias han existido desde mucho tiempo antes de que el ser humano apareciera sobre la Tierra, pero fue recientemente, hace poco más de dos siglos, que descubrimos que éstas existían en el aire, el agua y los alimentos. El árbol no se comprende como árbol ni el perro como perro, pero yo sí me comprendo a mí mismo como existiendo de tal o cual manera. Esta idea la planteó también el filósofo francés René Descartes en el siglo XVII: el sentido de mi existencia se hace evidente por mi capacidad de pensar, porque soy un ser autoconsciente la existencia adquiere para mí una significación peculiar.
Así, el pensamiento es lo que permite a los seres humanos percibirnos a nosotros mismos. Éste es el primer rasgo de lo mental, la conciencia; sin duda cuando tú estás leyendo estas líneas eres tan consciente de que lo estás haciendo como yo cuando las escribí. ¿Cómo puede un organismo físicotener conciencia de sí mismo? Y no sólo eso: también tenemos conciencia de cosas distintas a nosotros. De esta manera, la conciencia es el rasgo característico de la existencia humana; sin ella no habría lenguaje, amor, odio, deseos, acciones. (Popper, 1997)
Otro de los aspectos fundamentales que caracterizan a la existencia humana es la intencionalidad. Con esta palabra, los filósofos y los psicólogos quieren señalar algo muy simple: todos nuestros pensamientos son en un sentido básico intencionales, así como también nuestros deseos, creencias, esperanzas, temores u odios. Para decirlo en términos sencillos: la intencionalidad se refiere al hecho de que nuestra mente pueda referirse a cosas que se encuentran fuera de ella. Por ejemplo, cuando amamos, amamos algo: amo a mi novia, a mi familia, incluso a mí mismo. Es gracias a la intencionalidad que tenemos la capacidad de actuar de acuerdo con nuestros deseos, temores o anhelos; gracias a la intencionalidad podemos dirigir nuestras acciones para realizar los fines que nos hemos propuesto.
Esta característica nos lleva a otro problema: el de cómo se constituye la existencia humana, la cual se define por ser subjetiva. ¿Qué queremos decir
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