Montesquieu: sobre las formas de gobierno
Enviado por Agus Onainty • 19 de Julio de 2017 • Reseña • 1.387 Palabras (6 Páginas) • 779 Visitas
Montesquieu: sobre las 3 formas de gobierno
El segundo libro se dedica a describir las 3 formas ideales de gobierno. Vemos que nuevamente en la historia del pensamiento político, un autor le dedica tiempo a la forma que tiene la sociedad de organizarse en una comunidad, bajo una autoridad y con un conjunto de leyes para ordenarla. Estas categorías, dice Bobbio () sirven para darle un orden sistemático a las diversas formas históricas de sociedad, que son las que corresponden a los diferentes tipos de regímenes políticos (p. 126). Las 3 formas de gobierno que Montesquieu () menciona son el republicano, el monárquico y el desponito, que se suponen como tres hechos: el republicano que es en el cual todo el pueblo, o una gran parte de el, tiene el poder supremo (esta definición se debe a que, dentro de la republica, a la vez se la divide en republica democrática y republica aristocrática respectivamente); el monárquico en el que uno solo concentra el poder, pero con sujeción a las leyes fijas o preestablecidas (gran diferencia entre el despótico); y el despotismo, cuyo poder también esta centrado en uno solo, pero este no tiene leyes ni nada que lo frente, ya que arrastra la acción acorde a sus vicios y caprichos (p.360 - 361).
De estas 3 formas de gobierno se pueden distinguir, utilizando las diferenciaciones maquiavélicas de regímenes de gobierno, dos tipos de gobiernos puros y “buenos”, y uno propiamente impuro o “corrupto”. Para el primer grupo, ubicamos a los dos tipos de repúblicas y la monarquía. La diferencia de las republicas reside principalmente en el numero de personas que gobiernan. Montesquieu () dice que “cuando en la republica, el poder supremo reside en el pueblo entero, es una democracia. Cuando el poder supremo esta en manos de una parte del pueblo, es una aristocracia” (p. 361). La tercera forma de gobierno, el despotismo, esta vista desde Maquiavelo como una forma corrupta de gobierno, una desviación de la monarquía, ya que es el gobierno de uno, pero como dije antes, no esta sometido a ninguna ley, ni natural ni positiva.
Una cosa que se puede diferir de esta división es que se utilizan dos aspectos esenciales bajo los cuales se diferencian los regímenes. Primero, se toma en cuenta la cantidad de personas que ejercen el poder. Notamos que hay una diferencia entre las republicas basada centralmente en si gobierna todo el pueblo o si gobierna un grupo selecto de personas. Luego, monarquía y despotismo tienen una persona sola en el poder. La pregunta entonces es porque las diferencia. Ahí entra la segunda característica que es la forma de gobernar. Mientras la monarquía tiene un soberano que se somete bajo leyes preestablecidas, ya sean principios o derechos, el déspota es aquel gobernante que, como dijimos anteriormente, se diferencia del monarca ya que este primero no se somete bajo ningún tipo de normativa y va a gobernar de acuerdo a sus propios intereses. Se identifica a esta forma de gobierno con un imperio que deja de lado todo tipo de bien común.
También encuentro una diferencia en la incidencia que tiene el pueblo dentro de las decisiones del soberano. En la república democrática, notamos que la voluntad del pueblo es la voluntad del soberano. Este va a hacer todo de lo cual se considere capaz de hacer, y si se encuentra imposibilitado de hacer algo, se va a reunir en asamblea con sus ciudadanos y ministros y les va a delegar algún tipo de poder (Montesquieu, p. 362).
Ahora bien, este tipo de democracia fue central en la Grecia Antigua, en la cual el concepto de “ciudadano” estaba bastante definido, mediante el cual no todo hombre que vivía en la ciudad era considerado ciudadano y capaz de gozar de los derechos políticos de, por ejemplo, participación de la asamblea. En la republica aristocrática notamos que el pueblo delega el poder a un grupo de personas que este considere capaz para hacerse cargo de los asuntos públicos. Así como este les otorga el poder, es capaz de quitárselo cuando este no este capacitado para continuar en el poder. En la monarquía, por otro lado, el monarca no es electo pero este debe respetar el bien común del pueblo por sobre su bien individual. Debe actuar acorde a las necesidades de este. Para garantizar ese respeto, el pueblo puede hacer un senado, donde sus representantes se ubicaran para intentar actuar como intermediario entre el pueblo y el monarca. Finalmente, en el despotismo notamos que el pueblo tiene incidencia nula en las decisiones tomadas por el soberano. Este rige mediante su propia voluntad, haciendo oídos sordos a las necesidades de su pueblo. Mas todavía si van en contra de las propias. Esta característica es importante de resaltar, ya que notamos que en la república, mas en la democrática, los ciudadanos gozan de un nivel de igualdad puro. Todos son iguales, se sortean los puestos de gobierno. El resto de los regímenes de gobierno se caracterizan por esas desigualdades que se notan desde Hobbes, entre gobernados y gobernantes, entre nobles y súbditos. Montesquieu, al incluir una forma pura de gobierno basada en la igualdad y otra basada en la desigualdad, nos hace pensar que las desigualdades no son negativas. Estoy de acuerdo con los pensadores que opinan que los regímenes de gobierno no son buenos ni malos, sino que se adaptan en distintos momentos y contextos tanto sociales como políticos. Para una población amplia y desigual, no se puede imponer una republica democrática, ya que es imposible escucharlos a todos. Es por esto que encontraremos personas capacitadas que logren representar a los súbditos.
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