PRIMERA CLASE Siempre que dos o más personas se reúnen con un propósito, hay una oportunidad de liderazgo
Enviado por rosalba8009 • 21 de Febrero de 2016 • Resumen • 4.550 Palabras (19 Páginas) • 291 Visitas
PRIMERA CLASE
Siempre que dos o más personas se reúnen con un propósito, hay una oportunidad de liderazgo.
La gestión no es algo que se hace con la gente. Se puede gestionar un inventario, un talonario de cheques, los recursos. Pero no se gestionan seres humanos. Se gestionan las cosas, se lidera a la gente.
LIDERAZGO: El arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.
El liderazgo, el influenciar a otros, consiste en una serie de destrezas que cualquiera puede aprender y desarrollar si une al deseo apropiado las acciones apropiadas.
Unos de los fundadores de la sociología, Max Weber, escribió un libro llamado Sobre la teoría de las ciencias sociales, en este libro Weber articula las diferencias entre poder y autoridad y las definiciones que da son perfectamente válidas
PODER : La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza.
AUTORIDAD: El arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal.
El PODER se define como una capacidad mientras que la AUTORIDAD como un arte.
Ejercer el poder no exige inteligencia ni valor, mientras que conseguir tener autoridad sobre la gente requiere de unas destrezas especiales.
Se puede estar en una posición de poder y no tener autoridad sobre la gente y se puede tener autoridad sobre la gente y no estar en una posición de poder. El objetivo sería estar en el poder y además, tener autoridad sobre la gente. El poder se puede comprar y vender, se puede dar y quitar. La autoridad tiene que ver con lo que se es como persona, con el carácter o con la influencia que se ha ido forjando sobre la gente. Si se recurre al poder es porque ha fallado la autoridad.
Cualidades que tiene una persona que ejerce influencia o tenga autoridad: Honrado, digno de confianza, ejemplar, pendiente de los demás, comprometido, atento, exige responsabilidad a la gente, trata a la gente con respeto, anima a la gente; actitud positiva, entusiasta, aprecia a la gente. Todas estas características son comportamientos, y el comportamiento es materia de elección.
El reto del líder consiste en identificar aquellos rasgos en los que necesita trabajar.
El liderazgo consiste en conseguir que la gente haga una serie de cosas.
La gran verdad de todo en esta vida son las relaciones humanas. Las familias qe funcionan, los equipos que funcionan, las iglesias que funcionan, los negocios que funcionan, todos tienen que ver con relaciones humanas que funcionan. Los grandes líderes de verdad poseen el arte de construir relaciones que funcionan.
Una relación de simbiosis que funcione con los clientes, los empleados, los propietarios y los proveedores es el seguro para que un negocio funcione. Los verdaderos líderes entienden perfectamente ese sencillo principio.
El ingrediente más importante para una relación que funcione es la CONFIANZA. La confianza es o que permite cimentar los distintos elementos de una relación.
“Si no cambias de dirección, acabarás en el lugar exacto al que te diriges”. Proverbio chino.
SEGUNDA CLASE
PARADIGMAS: Son patrones psicológicos, modelos, mapas que nos valen para no perder el rumba en la vida. Nuestros paradigmas pueden ser útiles e incluso pueden salvarnos la vida si hacemos un uso apropiado de ellos. Pero también pueden llegar a ser peligrosos si los consideramos verdades inmutables que valen para todo., y los utilizamos como filtros de información nueva y de mudanza de los tiempos a lo largo de nuestra vida. Aferrarse a paradigmas obsoletos puede paralizarnos mientras el mundo avanza. Es importante que reconsideremos continuamente nuestros paradigmas respecto a nosotros mismos, el mundo que nos rodea, a nuestras empresas y a otra gente. Además nuestros paradigmas no son siempre ajustados.
El mundo cambia a tanta velocidad, que si no revisamos nuestras creencias y nuestros paradigmas, nos estamos arriesgando, en el mejor de los casos, a quedarnos paralizados.
El cambio nos hace salir de un ámbito que nos resulta cómodo y nos obliga a hacer las cosas de modo diferente. No dar por sentadas las cosas nos obliga a replantearnos nuestra posición y eso siempre es incomodo. La mejora continua es crucial tanto para las personas como para las organizaciones porque nada en esta vida es permanente. Casi todo el mundo admite la idea de mejora continua, pero, por definición, no es posible mejorar sin cambiar.
Bernard Shaw dijo una vez que el hombre sensato se adapta al mundo, y que el insensato se empeña en adaptar el mundo a sí mismo; por lo tanto, todo progreso depende del hombre insensato.
Uno de os paradigmas hoy día en el ámbito empresarial es LA GESTIÓN DE ESTILO PIRAMIDAL; VERTICALISMO. Es un concepto muy antiguo que heredamos de épocas guerreras y monárquicas.
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PRESIDENTES
VICERESIDENTES
MANDO INTERMEDIOS
SUPERVISORES
EMPLEAOS
CLIENTES
En este piramide, cada elemento de la organización está mirando hacia la casilla de arriba, hacia el jefe, no hacia el cliente. Eso es justo lo que ocurre en un paradgima piramidal. Mientras todos se esfuerzan en tener contento al jefe, ¿quién se ocupa de tener contento al cliente?
Digamos que nuestro paradigma piramidal está invertido. Tal ese modelo que fue perfecto en su día ya no lo es. Pueda que haya que poner al cliente en lo alto de la pirámide. Sería una organización enfocada en servir al cliente que está arriba del todo, una organización donde, tal como describe la pirámide invertida, los empleados en primera línea están dando realmente servicio a los clientes y asegurándose de que se están satisfaciendo sus legítimas necesidades. Y suponiendo que los supervisores de primera línea empiezan a considerar a sus empleados como clientes suyos, y se ponen a identificar y a satisfacer sus necesidades y así sucesivamente en toda la pirámide. Esto obligaría a todos los mandos a asumir una nueva mentalidad, un paradigma nuevo, y a reconocer que le papel del líder no es mandar y dominar al de la casilla de abajo. El papel del líder es el de servir. Ponernos al servicio de los otros es la mejor manera de dirigir. Tal vez dirigimos mejor sirviendo.
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