Resumen por capitulo la columna de hierro
Enviado por euniceakashiya • 28 de Julio de 2017 • Apuntes • 4.514 Palabras (19 Páginas) • 9.472 Visitas
La columna de hierro
El libro comienza hablando sobre la vida de Marco Tulio II, quien es reconocido como uno de los más importantes autores de la historia romana, es responsable de la introducción de las más célebres escuelas filosóficas helenas en la literatura republicana, así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín. Era un gran orador y reputado letrado, Marco Tulio centró toda su atención en su carrera política. Hoy en día es recordado por sus escritos de carácter humanista, filosófico y político. Sus cartas, la mayoría enviadas a Ático, alcanzaron un enorme reconocimiento por la introducción de un depurado estilo espistolar en la literatura europea. Cornelio Nepote destacó la riqueza ornamental de estas cartas, escritas «acerca de las inclinaciones de los líderes, los vicios de los comandantes y las revoluciones estatales», que transportaban al lector a esa época. Constituido en uno de los máximos defensores del sistema republicano tradicional, combatió como pudo la dictadura de César. No obstante, durante su propia carrera no dudó en cambiar de postura dependiendo del clima político. Esta indecisión es achacable a su carácter sensible e impresionable, pues era propenso a reaccionar de manera excesiva ante los cambios. Al inicio del libro se narra la situación en la que Marco Tulio se encontraba, enfermo de fiebre y quien al darse cuenta de que su medico lo curaba con grasa de buitre, se sobresaltó, Marco Tulio se encontraba casado con Helvia quien estaba embarazada. El médico le pregunto a Marco Tulio que qué era lo que opinaba la señora Helvia, quien era una persona sumamente ahorrativa y a quien no le gustaba tratar con comerciantes, a Helvia le gustaba tener todo en orden y para todas las cosas dividía los gastos. Marco Tulio padre llegó a visitar a su hijo Marco Tulio II y este se mostraba indispuesto ante su padre, a pesar de que ya se sentía un poco mejor gracias a la grasa de buitre, él quería a su padre pero le resultaba difícil aceptarlo por todas aquellas historias que contaba sobre la grandeza de su familia. Marco Tulio I preguntó a su hijo que qué era ese olor tan desagradable en la habitación y el médico respondió que era grasa de buitre, la cual era muy cara y eficaz, capaz de resucitar a un muerto. El padre levantó a Marco Tulio II y le dijo: -sé que no estas dormido, Helvia ya esta por dar a luz y en cualquier momento te manda llamar la comadrona, interrumpió Tulio, Helvia ya va a dar a luz, el Médico ya se encontraba con Helvia. Marco Tulio, no quería ir donde se encontraba Helvia, no era que no la quisiera, pero el amaba la música, los libros, las voces melosas y la tranquilidad, él decía que no debió de haberse casado con ella, pues se casó por imposición, Helvia era todo lo contrario a él, era una mujer muy fuerte, sana y tenia un duro carácter capaz de dominar a cualquiera, organizada, demasiado ahorrativa, características que a Marco Tulio II no le gustaban, él amaba los inviernos y pensaba que debió de haber sido su padre quien debió de casarse con Helvia ya que ellos tenían muchas cosas en común. La nana de Helvia se sorprendió porque no se habían presentado junto a su niña, pero Marco Tulio II pensaba que Helvia no necesitaba consuelo, ni ayuda de nadie porque era una mujer muy fuerte. La nana de la señora Helvia dijo que nacería un varón por que cuando ésta comenzó a sentir dolores hubo un destello en el cielo como el de un relámpago y una nube tomó la forma de una mano poderosa sosteniendo un rollo de pergamino con palabras de sabiduría, el niño será recordado por la historia y si no fuera por él, el nombre de Cicerón acabaría olvidado en el polvo. A pasar del dolor y del ambiente que se vivía en esa habitación, Helvia no dejaba de llevar la contabilidad, a pesar de estar en cama, Helvia le comentaba a Marco Tulio que faltaban 2 sestercios y le dijo que no descansaría hasta encontrarlos. Helvia tenia sus ojos grandes y de color cambiante, sus pestañas eran negras, su rostro redondo, su boca era grande, en su barbilla tenia un hoyuelo y su cuello era corto, gozaba de mucha salud, vitalidad y viveza, pero Helvia acababa de llegar a la pubertad pues solo tenia 16 años. Helvia comenzó a sentir los dolores cada vez mas intensos y con un poco mas de esfuerzo y confusión nació el niño. Marco Tulio III nació el 3 de Enero del año 648 de la fundación de Roma. Después de la importancia del nombre, y para evitar confusiones dejaron de llamar al padre Marco Tulio II, pasando hacer simplemente Tulio y al papá de Marco Tulio II ya era solamente el abuelo. Helvia llevaba el bastón de mando, el cual usaba con moderación y casi siempre se encontraba de buen humor. La familia Cicerón no vivía propiamente en Roma, vivía en Arpinum, donde la mayoría de las personas eran esclavos y no libres, pero gozaban de las comodidades y excentricidades de Roma. La Familia Cicerón era una familia libre y muy bien acomodada, y por esta razón veían a Marco Tulio como el gran salvador de los hombres ya que con su llegada ellos esperaban que las cosas cambiaran. El abuelo y Tulio habían nacido en la isla del río junto a Ampirum.
Tulio mando ampliar la choza donde vivian para tener mas espacio. Marco Tulio III se parecia ampliamente a su padre, lo cual complacia a Marco Tulio II, Helvia pensaba que el niño era frágil y lo trataba con mucha ternura igual que a su esposo. A Marco Tulio le preocupaba el futuro de su hijo, y se cuestionaba sobre lo que podría llegar a ser, pedía a Dios lo librara del deshonor, la codicia, la crieldad y la locura. Cuatro años más tarde nació Quinto Cicerón, Helvia ya no era tan joven por lo que sufrio más en el parto. El abuelo pensó que sería de carácter más fuerte que el hermano mayor. Marco Tulio fue en busca de su maestro Arquías para que educara a su hijo. Arquías tenia una esclava, Eunice de quien Cicerón alguna vez escribió: “Aunque ignorante y analfabeta y de mentalidad muy simple, su presencia constituye una delicia, pues es cálida sincera y encantadora. Muchas de nuestras más distinguidas damas romanas deberían haberla imitado para satisfacción de sus esposos” Arquias se sorprendia de cuan diferentes eran los dos hermanos puesto que el mayor era firme pero no dogmático, tolerante pero no débil y el pequeño era como un pequeño soldado. Cuando Marco tenia 7 años escribió: “Se erige la mejor arquitectura cuando el arquitecto levanta sus templos considerando como aparecerán a la vista de Dios y no a la vista de los hombres. Los edificios que solo han sido creados de acuerdo con la naturaleza de los hombres son groseros, reflejan las necesidades de su cuerpo y no las de su alma” Estas palabras asombraron a Arquías a quien le resultaba dificil de creer que hiciera mención de conceptos tales como “alma” y que tuvieran discusiones con relación a las leyes divinas y las terrenales, haciendo referencia incluso a figuras como Minerva, Palas Atenea y el salvador de los judios. En el capitulo 4 la familia se muda a Roma, Marco tenía ya 9 años y su hermano 5. A su corta edad Marco afirmaba: -No hay nada más noble que la ley, distingue a los hombres de las bestias, éstas se rigen tan solo por el instinto, el hombre es gobernado por las leyes de su espíritu y por lo tanto es libre. Marco no llego a ser un verdadero poeta lírico, pero comenzó a escribir una prosa maravillosa.
A Arquías le anunciaron que la familia se trasladaba a Roma, lugar que no le gustaba; Roma le parecía vulgar, además de que le parecía que trataba de imitar a Grecia. Al saber esto Tulio le permitió quedarse y le prometió que iría frecuentemente a la isla ya que su corazón pertenecía a ese lugar. Al llegar a Roma Tulio conoció a quienes serían sus vecinos y no le pareció mucho la idea, pues ahí vivia un niño de la familia de los César y tenía un amigo que se llamaba Lucio Sergio Catilina y a Marco Tulio II no le gustaba que sus hijos tuvieran roce con niños de tan malos modales a pesar de que la familia César era considerada como una de las mejores. Cuando ya estaban instalados en Roma, Marco Tulio III fue enviado a la escuela de Pilón aunque Arquías seguía dándole clases cuando volvía de la escuela junto con Quinto, al menos por un año más seguiria Arquías enseñándoles. Marco entro a la escuela de Pilón y le gustaba, lo que no le gustaba eran algunos de sus compañeros como Lucio Catalina, a quien le llego a odiar por toda su vida. Marco estaba adelantado para los niños de su edad por lo que fue colocado en el grupo de chicos mayores. A esta edad comenzó a detestar a Lucio Sergio Catilina gran amigo de Julio César. En la escuela de Pilón, Marco Tulio discutia con los demás de su clase y sorprendía a su maestro por lo avanzado de sus aseveraciones. En casa recibía diferentes consejos y se enriquecía de las diferentes opiniones, de su padre, su abuelo, su madre incluso de su hermano menor. En el capítulo 7 su padre que ya está enfermo y anciano le externa diferentes percepciones en la forma de vivir del hombre y de las creencias que durante su vida desarrolla. En el capítulo 8 Marco Tulio se enamora de Livia quien a su vez esta comprometida con su enemigo Lucio. Marco Tulio III estaba irritado por las historias de amor; le preguntaba a Arquías el por que los hombres se dejaban arrastrar por la locura y convertirse en poco menos que en bestias, Arquías respondía que las poesías más grandiosas surgían de los corazones enamorados; tales pañabras no convencían a Marco al punto de no creerle. En una ocasión Marco Tulio paseaba por el bosque pensando en Livia, había perdido las esperanzas de volver a verla y sin embargo se la encontró, él no esperaba verla, al topárselo ella le preguntó que porque no la había visto en todas las ocasiones anteriores que visitaba el bosque, debido a que ella si lo veía cada vez que pasaba por ahí, mientras tanto Marco pensaba que estaba dentro de un sueño, se encontraba tan enamorado que no se enteraba de lo que pensaba.
Marco le decía a Livia que en esencia eran algo muy singular, no se daban cuenta que eran seres distintos, sino que se sentía como uno solo. Marco en una ocasión en la que estaba junto a Livia se imaginaba que pasaba una hoja por su pecho cortándola, se sentía enamorado. En otra ocasión Marco Tulio soñó a Quinto en una situación que le causaba angustia y preocupación pero Arquías le aconsejaba que no se dejara influir por la supersticion y que debía demostrar su carácter y convicción de Romano. Marco ante la situación que estaba surgiendo en Roma pensaba que los hombres debían tener un solo gobierno, una sola ley y que todos pagaran impuestos a ese solo gobierno. En una noche escuchó Marco un gemido de dolor, se asomó al cuarto de su papá pero él no era quien se lamentaba, era su abuelo quien se agarraba la garganta quejándose, el abuelo se encontraba ya convalenciente y murió. Helvia, decía a Marco que ya tenía 16 años y que dentro de siete semanas vestiría la toga viril; siendo ahora la cabeza de la familia. Ocupando su nuevo lugar dentro de la familia Quinto le tenía su merecido respeto a Marco, también sentia algo especial hacia su mamá, Arquías y los esclavos; pero Marco se sentía confundido por el hecho de haber perdido a su abuelo, ya que antes de que sucediera esto, Marco hizo muchos sacrificios con la gente y con los dioses, pero se cuestionaba quién se lo valoraría, y cuando quiso hablar con su mamá, ella no quiso ayudarle, lo único que le dijo fue que él ya era la cabeza de la casa y tenía que enfrentar su responsabilidad ante todo problema que llegará a suceder. Helvia le asignaba mucha responsabilidad a Marco. En el testamento del abuelo se nombraba a Marco como el heredero universal por ser el hijo mayor. La casa pasó a ser propiedad de Helvia. A Quinto, ya que iba a ser soldado le dejó su espada, escudo, la armadura, el busto de marte, sus citaciones por valentía ante el enemigo, sus medallas y sus buenos recuerdos. Marco ya estaba destinado para ir a estudiar leyes y Quinto para entrar al ejercito. Él padre de Marco se retiró de su lado abandonando sus responsabilidades, ya que Marco iba comenzar a estudiar. Pero un día vio a Livia en el templo de Venus. Tiempo después, cuando la guerra comenzó a sentirse más en Roma, Marco fue de nuevo a pedirle a la diosa del amor por su abuelo y por Livia y cuando entró a la iglesia vio enfrente a las próximas en casarse y entre ellas vio a Livia con una señora detrás de ella que era su tía, se acercó Marco y la tía preguntó a Livia que quien era ese esclavo y Marco se sintió muy mal, ya que él no tenia apellido de la alta nobleza y ella pertenecía a
esta clase, Marco triste se quedó solo en la iglesia ya que Livia y su tía lo dejaron por el hecho que pensaba la tía que era un esclavo por la vestimenta que traía. El maestro de Leyes Évola, le enseñó a Marco que necesitaba desarrollar la hipocrecia, puesto que es un arma para poder ganar los casos como abogado. Con el paso del tiempo Marco Tulio III se enteró que Livia y Lucio Sergio Catilan contrajeron matrimonio, a Marco no le sentó bien la noticia, ya que no se lo esperaba. Marco tomaba clases de esgrima y en una ocasión llegó Lucio con sus dos amigos. Marco y Lucio se enfrentaron hasta comenzar una batalla, quien triunfó fue Marco haciéndole una herida a Lucio. En el pueblo esta noticia tuvo mucha repercusión y la gente preguntaba a Marco Tulio por qué no lo había matado, unos pensaban, que por quedar desarmado el enemigo, otros argumentaban que por ser Lucio una persona que pertenecía al ejercito no lo había liquidado pues su castigo habría sido aún peor; pero el verdadero motivo era que en aquel justo momento en el que estaba tirado Lucio, el enemigo, Marco vio en él los ojos de Livia y algunas otras facciones, todo producto de su imaginación. Por otra parte, Helvia decía que era normal que los plebeyos sintieran envidia y que había escuchado que en otro pueblo vendían los nombramientos, Marco Tulio defendía la postura de que eso no se debía comprar que los nombramientos, el status, se debía heredar, que era privilegio de gente heróica, pero Helvia decía que solo importaba el dinero. Marco Tulio caminó a los 8 meses, entendía a su padre perfectamente en cosas de filosofía, comenzó a hablar y a escribir a los 2 años y le hallaban mucho parecido con el padre de Helvia. Marco Tulio no tenia una opinión muy zalamera de la civilización y jamás añoraba a Roma, no anhelaba nada, ni el teatro, ni el circo, ni el bullicio ni el intercambio ético. Sólo en la isla paterna, se siente libre y por encima de todo seguro. La edad promedio para casarse era a los 14 años; Livia Curio a esta edad ya estaba comprometida con Lucio el cruel; Marco le decía que no se casara con él por que no era conveniente para ella y la haría sufrir, que él la amaba y no le gustaría verla mal, pero Livia tenía sus tutores que eran de familia renombrada en Roma, no podía dejar así a su prometido y eso era lo que a Marco lo desesperaba por que se sentía entre la espada y la pared, ya que su mamá le aconsejó que si ya se encontraba comprometida se olvidará de ella, que existían más mujeres en Roma, pero él decía que como Livia no había más. Marco aferrado al amor que sentía por Livia decía que moriría de pena si no la conseguía. Los hombres no mueren de amor. Eso se dice en las poesías; pero la vida tienen poco de poética. Se juró a sí mismo que nunca olvidaría a Livia, ni se iba a resignar a perderla así de fácil. Por la isla Livia no se volvió a aparecer, por
que su familia tubo que regresar a la capital, pues corrían peligro permaneciendo en Arpino. Algunos invirtieron dinero en fabricas que suministraron material de guerra al gobierno. Como las guerras fueron continuas, el gobierno fue pagando cada vez menos a los fabricantes y cuando estos protestaron, incluso el gobierno les amenazó con confiscar su propiedades hasta que se normalizara la situación. Así que los senadores perdieron también mucho dinero durante la guerra y de momento estaban en espera días de paz. La invención de la ley era ser una advertencia no solo contra los individuos despilfarradores, sino contra gobiernos venales. Así esta escrito y por tanto es verdad. Un cuerpo de hombres poderosos que gobiernan son tan culpables como un simple individuo, de los delitos que cometa. Para establecer tribunales; pagar los estipendios de los legisladores, el senado, los tribunos a los cónsules para construir los templos y las vías necesarias. Pero esa ley no tuvo que ser aplicada y cayó en el olvido porque los romanos la obedecieron a un ignorando que hubiera sido promulgada. Así que Roma esta siendo lenta, pero implacablemente destruida para favorecer a la gentuza que vive dentro de sus muros y a nuestros enemigos potenciales a todo lo largo y ancho del mundo. Pero si solo trae dolor, cargas insoportables, injusticia, ansiedad, temor y esclavitud a un pueblo entonces es una ley perversa, promulgada por hombres malignos, que odian a la humanidad y desean subyugarla y dominarla. La mayoría de los senadores recordaron los letreros que se escribían en los muros de la ciudad a media noche en los que se denigraban sus nombres. Cuantas veces había leído inscripciones en rojo diciendo.. adultero, asesino, traidor, seductor, libertino, ladrón. La plebe de Roma no había sido jamás verdaderamente fiel ni siquiera a los héroes. De nuevo era verano y la guerra social continuaba esporádica por toda Italia. Pero los romanos hacia tiempo que vivían en un ambiente de guerra y aceptaban las restricciones y conveniencias como cosa natural, protestando y con fatalismo. Hasta en la guerra social los negocios habían prosperado fabricando objetos tanto de elaborada y fina joyería como rejas de arados y utensilios. Se empleaban cuarenta hábiles artesanos cuando el gobierno ordenaba que fabricaran armas, y de sus talleres salieron escudos, lanzas, espadas, cortas, dagas, y armaduras. Marco Tulio maniobró en los días siguientes para presentar su caso ante un magistrado de noble familia y posición pero le fue imposible hacerlo porque ahora
todo era confusión. En consecuencia, todas las familias aristocráticas de Roma que se pusieron de parte del gobierno, sentían gran inquietud temiendo lo peor. Marco fue de mala gana a visitar a un intimo amigo de Julio César, que hacia pocos meses se había casado con la hija de Cinna, una doncella muy joven llamada Cornelia. - Cada hombre tiene sus convicciones - dijo Marco, esforzándose para que su voz no tuviera un tono de reproche. Julio le sonrió. El joven vestía ahora con mucha elegancia y sus inclinaciones al bien vestir, que tenia de nacimiento, las había llevado ahora hasta la sofisticación . En el capítulo díez comienzan a huir las familias a los pueblos lejos de Roma ya que empieza a haber problemas. Los pueblos dependientes de Roma estaban obligados a proporcionar soldados al ejército romano, en mayor proporción que las familias que no eran las dominadoras. Y aunque los itálicos llegaran a ser oficiales, aunque llegaran a ser del más alto rango, siempre eran menos, aunque a un simple soldado romano de infantería, a cuya palabra se le daba más valor. Hubo un tiempo en que la ciudadanía romana se concedía a todos los itálicos de mérito, sin distinción; pero como en provincia surgió una poderosa clase media, los romanos se sintieron alarmados, ya que se consideraban nobles y patricios (gente de más categoría), no podían ser comparados con los habitantes de otras regiones de la península. Fue el odio y el temor hacia las virtudes de la clase media provinciana, lo que hizo que Roma hiciera muy difícil, si no imposible, el obtener la ciudadanía romana a todo aquel que no tuviera antepasados ilustres, no hubiera nacido en Roma, no estuviera relacionado con los influyentes senadores, despreciara los sobornos y protestara de los impuestos abusivos, cuya recaudación se destinaba a ganarse los votos de la plebe y conceder esta ventaja. En Roma se extendía la delincuencia, los políticos adquirían el poder, la vanalidad del aborrecible senado, el menosprecio del honor de la plena en la vía pública, Roma promulgó la Lex Plautia Papira, por la que se concedía la ciudadanía a todo aliado que se presentara ante los magistrados romanos en un plazo de dos meses. La guerra continuó. En el capítulo once se menciona que el ambiente en Roma ya se encuentra entre tiranos, el general Mario habla mucho de libertad, pero apoya al tiránico gobierno central, ya que lo que se estaba ocasionando es que los militares gobernaban Roma y los políticos más envilecidos usurpan el poder. A la parte de la sociedad conocida como “la plebe” se le a dado lo que quiere y se ha vuelto arrogante, creyéndose incluso superior a los gobernantes, gritaban por las calles que su hora había llegado y escribiendo en los muros de noche “abajo los privilegiados”. Esta época en Roma fue un desastre.
Las familias de riqueza se iban de Roma por la situación que estaban viviendo y preferían lugares tranquilos. Marco estaba acostumbrado a vivir tranquilo, dedicado a sus deberes y el culto, y cada día que pasaba se sentía muy retraído, a pesar que se encontraba en su plena juventud. Por primera vez Marco se sintió nervioso. Creyó estar a salvo en Roma pero Escévola lo había convencido de lo contrario. El oculto asesino podría ser más astuto esta vez. Marco se sintió agradecido por la presencia de Sirio, que siempre le había caído simpático y que ya le había demostrado su devoción. Pero ¿como explicar esta adquisición a Helvia ? Por desgracia había que contarle todo. Marco empezó a mirar a las manos de todos los hombres en busca de un anillo con forma de serpientes. Un día Escévola le trajo un nuevo cliente, el hombre se llamaba casino. Era de mediana edad, de aspecto robusto y obstinado y sus vestiduras, aunque de buena calidad, considerando los tiempos, no tenían nada de elegantes. Casino le dijo hace varias semanas que recibí orden de los tribunos de que cesase en la producción de toda clase de material que no fuera de guerra, Marco examino la orden y dijo: la ley establece que ningún ciudadano Romano libre puede ser obligado a hacer nada contra su voluntad. Marco fue a visitar a su amigo Julio y le contó todo lo sucedido y como el amuleto que le había regalado su madre le salvo la vida .mientras Marco era llevado a su casa Julio escribía una carta. “por lo tanto, no debe hablar, pero debe de ser recordado que a partir de ahora esta bajo mi protección. Cáp. 20 Bajo una tormenta in tempestuosa Marco se refugio en el techo del templo. Se apoyo contra una pared y su brazo toco otro brazo. Volvió la mirada para encontrarse con Livia Catalina. Ella le dijo: - He recibido un mensaje de… el. Volverá pronto con Silia. Volverá a mí y a nuestro hijito. - debo irme- grito y corrió. Cáp. 21 Escèvola se dirigía en su litera a casa de su hijo donde lo esperaban para cenar. Cundo sus esclavos empezaron a gritar aterrorizados. A la luz de un farol vio los rostros de sus asesinos y los reconoció. Ni siquiera pronuncio una palabra de queja y una puñalada al corazón acabo con el. ¡Viva Carbo! -gritaron los asesinos Cáp. 22
Silia entra a Roma acompañado por sus oficiales entre los cuales se encontraban Lucio Sergio Catalina y Cneo Pompeyo. Cáp. 23 Silia dio a Roma su primera dictadura algo casi impalpable, terrible y casi insondable. Un día se presento un centurión ante Marco para llevarlo ante Silia. Tenia gamas de conocer al discípulo de Escèvola de encontrarme con un abogado honrado ¡Ah¡ aquí llega mi otro huésped, Marco volvió la cabeza y vio que entraba su amigo Julio Cesar. Cáp. 24 Marco fue informa de que su hermano Quinto estaba con vida y estaba herido -cuando este lo fue a ver Quinto lo reconoció. Cáp. 25 Otro día Marco regreso de los tribunales y un pasante le dijo que una dama misteriosa había venido a buscarlo pero no dijo su nombre ni dejo recado. Cáp. 26 Julio y Catalina fueron a preguntarle a Marco si Livia lo había ido a visitar y después de una rencilla le dijeron que Livia enveneno a su hijo y luego se suicido apuñalándose. Marco se enfureció acusando a Catalina pero Julio lo detuvo. Acostado en su cama recordó las palabras de Escèvola, aconsejándole que no matara a Catalina. Solo podía vengarse de el destruyendo lo que más deseara.
Silia entra a Roma acompañado por sus oficiales entre los cuales se encontraban Lucio Sergio Catalina y Cneo Pompeyo. Cáp. 23 Silia dio a Roma su primera dictadura algo casi impalpable, terrible y casi insondable. Un día se presento un centurión ante Marco para llevarlo ante Silia. Tenia gamas de conocer al discípulo de Escèvola de encontrarme con un abogado honrado ¡Ah¡ aquí llega mi otro huésped, Marco volvió la cabeza y vio que entraba su amigo Julio Cesar. Cáp. 24 Marco fue informa de que su hermano Quinto estaba con vida y estaba herido -cuando este lo fue a ver Quinto lo reconoció. Cáp. 25 Otro día Marco regreso de los tribunales y un pasante le dijo que una dama misteriosa había venido a buscarlo pero no dijo su nombre ni dejo recado. Cáp. 26 Julio y Catalina fueron a preguntarle a Marco si Livia lo había ido a visitar y después de una rencilla le dijeron que Livia enveneno a su hijo y luego se suicido apuñalándose. Marco se enfureció acusando a Catalina pero Julio lo detuvo. Acostado en su cama recordó las palabras de Escèvola, aconsejándole que no matara a Catalina. Solo podía vengarse de el destruyendo lo que más deseara.
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