SOBRE LA VEJEZ

SOBRE LA VEJEZ                                                                                                       Marco Tulio Cicerón

Janda Wayra Rodriguez Bascope

Estudios Clasicos II

Cuando somos jóvenes todos anhelamos llegar a la vejez, y los que la alcanzamos, nos quejamos de ella. Cicerón

¿Alguna vez has deseado ser viejo?, ¿que pasen los años y tu vida se encuentre en un estado más tranquilo? ¿Acaso llegar a la vejez es sinónimo de vivir con miedo? Cuando se es joven, tenemos el tiempo de nuestro lado; más qué cuando nos miramos al espejo y vemos que el tiempo mismo ha dejado sus marcas en nuestra piel, en nuestro rostro, y es cuando precisamente nos podríamos preguntar: ¿Ya soy viejo?

El mundo donde vivimos ahora está olvidándose del verdadero significado de la vejez ya que nos convencen que hagamos todo lo posible por mantenernos jóvenes, vitales, y activos, tanto que de alguna manera rechazamos el envejecer y reconocer que es una etapa natural en nuestras vidas. Muchos relacionan la vejez con el fin, con el ser una carga, con el no servir, pero nos estamos olvidando el significado verdadero de  ser viejos.

Y es que la vejez no solo implica aproximarse al término de la vida, no solo es una simple etapa en el que todo se deteriora, y pensar que uno ya no sirve y la vida acaba.

La vejez va más allá de eso, es un proceso continuo de crecimiento intelectual, emocional y psicológico, es un momento en el cual se hace un resumen de lo que se ha vivido hasta el momento, es un período en el que se debería gozar de los logros personales y contemplarse los frutos del trabajo personal, útiles para las próximas generaciones.

Es cierto que la vejez es una etapa caracterizada por la multiplicidad de perdidas, como nos explica Cicerón, la persona que envejece va perdiendo interés vital por los objetivos, la carencia de placeres y fuerza física.

         Es real que el cuerpo se deteriora pero también es real que la vejez, así como cualquier otra etapa de la vida, tiene un sentido. La juventud no tiene un mayor valor que la vejez. Como dijo Pitágoras:

“Una bella ancianidad es, ordinariamente la recompensa de una bella vida”

El sentido de la vejez es muy importante, ya que quien envejece ha vivido, y esas vivencias se convierten en “sabiduría”. La sabiduría es considerada una experiencia holística, integradora, que suele estar asociada al concepto de vejez.

No se trata de acumular años, sino de profundizar en la calidad de las elecciones y en el sentido que se le da a todo lo que se hace. Se trata de sumar calidad a los años, y para ello es necesario tomar conciencia de los cuidados físicos, mentales y espirituales que permiten el acceso a otro modo de vida.

En definitiva, distintos autores acuerdan que la sabiduría es un atributo psicológico complejo que combina aspectos cognitivos (conocimientos y aprendizaje experiencial), afectivo motivacionales (empatía e intuición), e interpersonales (habilidades sociales y comunicaciones).

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