San Agustin

                                              San Agustín.

Nació el 13 de noviembre, año 354 en Tajaste.  Sabía hablar y escribir en latín y tenía buenos conocimientos sobre el lenguaje africano. Vestía túnicas de lana blanca con mangas largas ajustada, cosida y calzado con sandalias. Nunca se le vió con joyas o llaves en las manos, la comida que consumía era a base de verduras y legumbres, excepto cuando en el recinto habían invitados en donde se servía carne y el vino. Los cubiertos que utilizaban eran de plata, pero el resto de la vajilla era elaborada en madera, arcilla o mármol. Fue una persona muy preocupada por los pobres y no estaba de acuerdo con las injusticias que se tenían, donde a los pobres se les veían obligado el pago de impuestos, y él propuso que los católicos ayudaran a remediar las necesidades que tuvieran los pobres. Todos somos pobres según Agustín, pero son más pobres los que la fe en Dios es mayor y que buscan alabar a Cristo porque de lo contrario cuando la riqueza se posee mal, disminuye la fe.

Todas las obras de san Agustín están marcadas a los principios. San Agustín fue seguidor del arte sobre todo el dramático, los cuales él asemejaba y reflejaba como mensajes en sus sermones. San Agustín no tuvo una muy buena infancia por eso aún a los cuarenta años, él se sentía como un niño por su formación escolar, amistades y problemas de compañeros. Agustín aprendió que cada uno es el responsable de sí mismo. Además transmitía felicidad lo cual hacía mas fácil la compresión para las personas.

Sus padres fueron Patricio y Mónica sus padres siempre estuvieron muy preocupados, querían lo mejor para su hijo por eso sufrieron toda la vida. Desde muy pequeño San Agustín se mostró muy interesado en Dios, por tal razón siempre estuvo en la investigación de como hallar a Dios fuente y creador. Como todo ser humano cometió pecados, pero se dirigía siempre a Dios como primera opción remediando y suplicando perdón, Agustín también estuvo interesado en conocerse a sí mismo en para poder conocer y ser conocido por Dios en la verdad.

Otra característica fundamental por la que se resalta la vida de San Agustín fue por su capacidad de amar y ser amado, el vio el mal y el odio corno una enfermedad y trató de curar a las personas que más pudo de esto, convirtiendo personas de bien. También habló sobre el amor hacia Dios y entre los hombres. De acuerdo con el Evangelio, los milagros de San Agustín serían sus obras dedicadas en especial al Espíritu Santo.

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