Sobre el papel de la mujer en el Siglo XX y Rawls

Laura Vanesa Giraldo

John Rawls - Facultad de Filosofía

Universidad Libre

Sobre el papel de la mujer en el siglo XX y John Rawls

El presente trabajo tendrá por objeto, recogiendo en general los aspectos aprendidos en lo largo del semestre, mostrar en tres puntos fundamentales, una mirada feminista a la luz de las postulaciones de Rawls, no solo en el campo filosófico si no en la vida cotidiana, principalmente después de la aparición y del auge del capitalismo (siglo XX), de manera muy particular he decidido enfocarme en la mujer, con el fin de hermetizar y delimitar un poco más el trabajo.

Para ello, quise centrarme en el texto Historia de las mujeres en Occidente Vol.: V: El siglo XX, para discutir en tres puntos muy específicos la importancia de un contexto, de unos criterios sociales, políticas, geográficas, económicas y culturales, que necesariamente han de ser condición de posibilidad para que se den determinados episodios históricos. Estos tres momentos son, (a) La mujer moderna norteamericana en 1920, (b) La importancia de las mujeres en Francia e Inglaterra entre 1920-1970, y finalmente (c) El rol de la mujer mexicana entre 1925 y 1940. Intentaré adentrarme así, en estos criterios a manera de comparación entre estos tres tipos de mujeres, que aunque iguales son muy distantes.

El punto clave en este estudio, una mirada de John Rawls al feminismo, nos permite identificar que las condiciones de posibilidad, del tinte que sean efectivamente si afectan el que se dé o no cierto momento, el estudio o no de determinado fenómeno… las condiciones sociales, económicas, políticas, geográficas… son un factor bastante importante. Podríamos dar ejemplos claros de ello, en el caso de Kant, se encargó de ubicar la razón en el sujeto trascendental, por supuesto, esta ha de ser una razón limitada, pero, aquí lo que ha de llamarnos la atención son las características de este sujeto, quien ha de ser masculino, de tez blanca y necesariamente europeo. Puesto solo así, sería capaz de generar un conocimiento universal, que en otros términos no es más que la aplicación por definición de un particular como universal. Hegel por su parte, en mi opinión, es mucho más específico, contundente y quizá un poco más eurocentrista que el mismo Kant, pues afirma que la reconstrucción de un universal eterno solo es posible a través de una reconstrucción histórica a posteriori del espíritu universal viajando por toda la historia de la humanidad, pero esta humanidad en Hegel es entendida bajo categóricas muy reducidas – en tanto que numero – y mucho más marcadas que las que propuso Kant, a saber, es un claro racismo epistemológico, puesto testifica que efectivamente el saber absoluto es un universal concreto, pero que este solo podría ser alcanzado por un hombre, blanco, cristiano – protestante, heterosexual, y por supuesto, europeo.

Señalo todo lo anterior, con el fin de entrar en lo propio de este tema, vemos como siglos anteriores la mujer ni siquiera era mencionada por los mismísimos europeos, autoproclamados dueños de la razón y del conocimiento único y verdadero. Ahora bien, que ocurre si nos ubicamos en pleno siglo XX, luego de la primera guerra mundial e incluso, entre ambas guerras, usando la figura de la mujer frente a la plena aparición de un capitalismo fuerte, que se ha encargado de erradicar cualquier cultura del ahorro mediante la nueva propuesta del pago a cuotas, o mejor, del pago a crédito.

Quisiera comenzar este análisis con la aparición de la mujer norteamericana en pleno siglo XX, exactamente en los años 20. Aparece en este momento “la feminidad emancipada” esta idea supone, un distanciamiento de la idea de la mujer como ama de casa y hacedora de todo lo necesario y propio de la esfera privada, para comenzar a aparecer en la vida pública, por ejemplo, el comienzo de mujeres estudiando en universidades, o de aplicar a puestos de trabajo y dividir así su tiempo entre el hogar y el trabajo. En esta ruptura podríamos hablar un poco de Rawls, en este movimiento se pasa de lo que se consideraba netamente necesario, a la construcción de una mejor vida para todos los ciudadanos, en particular, hablando de las mujeres, lo que sería un claro ejemplo de teoría tenue (en un primer momento) y de teoría completa, puesto para dar este giro en el campo de la mujer, debemos garantizar determinados principios de justicia, debemos dar por sentadas ciertas acciones, para asegurar este giro, a lo que me refiero con lo anterior, es que aún sin necesidad de generar una conexión directa entre Rawls y las feministas norteamericanas del siglo XX, que no es justamente intrínseco, si podríamos aplicar varias de las categorías propias del filósofo para explicar diversos fenómenos en esta transición, más que quedarnos solamente en la crítica.

En mi opinión, una parte importante para el desarrollo de la idea del capitalismo en Estados Unidos, necesariamente tuvo que ser la mujer, puesto la unión de la producción y el consumo a gran escala de las diversas empresas con el fin de generar necesidades no tan necesarias en los compradores, el auge de la publicidad y de los medios de comunicación, fundamentalmente de la radio y los filmes cinematográficos, cambiaron radicalmente la imagen de la mujer sumisa y dedicada al hogar. Podría mencionar un caso en particular, la industria del maquillaje en Norteamérica llegó a invertir la misma cantidad de dinero en publicidad que la industria de los alimentos, cuando su focus group era mucho menos que la tercera parte del segundo. (Duby & Perrot, 2000, págs. 123, 124)

En este punto estamos hablando de un liberalismo económico, generado por ciertos cambios políticos, la expansión del mercado de belleza se da en tanto que la mujer esta posibilitada como ciudadana, como trabajadora – en igualdad de condiciones a los hombres -, como estudiante… en fin, se abrió a tantos círculos, que se empezaron a cerrar de alguna manera etapas anteriores. Obviamente, esto es muy fácil verlo desde la perspectiva de hoy en día, para Rawls, no era tan claro pensar a la mujer en su momento, puesto sus condiciones de posibilidad no se lo brindaban, tampoco tenía que hacerlo. Pero desde mi punto de vista, este liberalismo económico, va muy de la mano con el liberalismo político, hablando netamente en términos políticos, dejando la moralidad un poco de lado, esto con el fin de aclarar que el movimiento femenino norteamericano entro en auge justamente por los cambios económicos, en mi comprensión de la historia.

Finalmente, quisiera señalar un ejemplo sobre la demostración – y más tarde la comparación – de las condiciones de posibilidad que permiten salir de ciertas limitaciones, que aunque parezca increíble, nosotros mismos como seres humanos  - pensantes, nos colocamos.

En primer lugar, quisiera mostrar la relevancia que tuvo la enfermera Margaret Sanger, al ser la primera mujer en luchar y conseguir que los dispositivos de planificación fueran – al menos en Estados Unidos – accesibles no solo para las mujeres de la alta sociedad, sino para todas las mujeres, sin la necesidad de que su clase social fuese un requerimiento para su uso, así, fue posible comenzar a hablar de cierto control natal en un país donde en el siglo XIX la media de tener hijos era de 7, pues de alguna forma siguió a las demás generaciones con la idea de disminuir la cantidad de infantes por casa, esto advierte, que gracias a esta ruptura social frente a la planificación, muchas mujeres comenzaron a tener conciencia de su cuerpo y del conjunto de posibilidades que tenían para tomar decisiones sobre el mismo cuerpo. Por supuesto, he de señalar, de manera muy lamentable – puesto sigue ocurriendo hoy en día – que la solicitud de estos medios o mecanismos de control natal y planificación son en su gran mayoría requeridos por mujeres cultas. Esta idea, en términos geopolíticos represento en Estados Unidos necesariamente que el enriquecimiento de las familias más cultas, con mejor posicionamiento social y económico, fuera de entrada inversamente proporcional con el empobrecimiento de las familias rurales, sin si quiera la necesidad de pensar en por qué tener hijos o no, siendo esto último negado como posibilidad.

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