Taxativa: adjetivo. Que no admite discusión o que corta cualquier posibilidad de réplica

Taxativa: adjetivo. Que no admite discusión o que corta cualquier posibilidad de réplica.

La frase laissez faire, laissez passer es una expresión francesa que significa «dejen hacer, dejen pasar»; una práctica caracterizada por una abstención de dirección o interferencia especialmente con la libertad individual de elección y acción.

Enclave: nombre masculino. Territorio o grupo humano que se encuentra inserto dentro de otro con características diferentes, especialmente de tipo político, administrativo, religioso, étnico o geográfico.

Varapalo: Contratiempo, disgusto o daño que una persona recibe en sus intereses.

Teoría del credencialismo: concesión de una importancia excesiva a los títulos educativos. Sería como el titulísmo o fiebre de los diplomas.

Hito: Acontecimiento puntual y significativo que marca un momento importante en el desarrollo de un proceso o en la vida de una persona.

Esquirla: Astilla o fragmento alargado y puntiagudo desprendido de un hueso fracturado, un vidrio, una piedra u otro material duro.

Escora: Curva que pasa por los puntos de mayor anchura de todas las cuadernas de un buque.

Antropocentrismo: Concepción filosófica que considera al ser humano como centro de todas las cosas y el fin absoluto de la creación.

Preeminencia: Privilegio, exención o ventaja de que goza una persona por razón o mérito especial.

Ensayo General

Hace muchos ayeres, se concebía a la profesión como un medio para hacer un bien a la comunidad; el ser profesional se entendía como ser altruista y darlo todo por todos.

Quizá, en aquellos tiempos el objetivo de la profesión era ese, pues en comunidades reducidas, era improbable que existieran diez o más profesionales que compitieran por una buena posición económica y de prestigio.

Todo ha evolucionado y hoy en día, elegir una profesión, lamentablemente, se ha transformado en comprarnos un futuro prometedor, muchas de las veces se busca una profesión que a corto o mediano plazo nos permita conseguir ingresos que mejoren nuestro estilo de vida; claro que también hay quien entiende cual es su vocación y hace lo posible por dedicarse a aquello que le hace feliz.

Es difícil definir bien a bien lo que es la profesión, desde mi punto de vista y una vez habiendo leído el documento “Concepto de profesión”, considero que es especializarse en un campo de terminado para luego ponerse al servicio de los demás.

Luego viene esa responsabilidad que adquirimos al ser profesionales, si viviésemos en una pequeña y aislada comunidad, nos daríamos cuenta de la importancia que tiene nuestra profesión; pues al médico se le confiaría la salud de todo el pueblo, al administrador el buen funcionamiento de los negocios en la comunidad, al profesor la enseñanza de todos.

Tal vez en nuestra realidad no es tan perceptible como impactan nuestras decisiones en nuestro entorno, pues hoy en día un profesional que realiza su trabajo sin los resultados esperados, es fácilmente reemplazado.

Entonces, ¿debemos por esto dar menos valor a la ética profesional?; ¡NO!

La ética nos distingue como seres, conscientes de que siempre hay dos caminos, el bien y el mal; y si en nuestro diario vivir aplicamos el vivir éticamente, esto debe trasladarse a nuestra vida profesional y conducirnos con justicia, responsabilidad, discreción y honestidad.

Es lógico que al pertenecer a una sociedad, debemos apegarnos a las leyes para evitar conflictos y vivir en equidad, que tenga la misma oportunidad uno que otro; hasta hoy, desconocía la existencia de la Ley para el Ejercicio de las Profesiones, creo que deberíamos ser conscientes de ella desde el inicio de nuestra carrera, para ir preparando nuestra mentalidad a los derechos y obligaciones que tendremos como profesionales.

De igual manera, el Código de Ética para Profesionales de la Contabilidad y el Código de Ética Profesional del IMCP, deberían formar parte de nuestros textos desde iniciado nuestro camino a ser profesionales; esto para ir arraigando en nosotros el sentido de humanismo, de servicios y sano ejercicio de nuestra profesión, amándola, entregándonos a ella y poniéndonos al servicio de los demás sin sólo perseguir un fin lucrativo.

Me encanto el texto de Juan Manuel Silva Camarena, especialmente la siguiente oración: “La ética del trabajo, de cualquier forma de trabajo (un quehacer, una tarea, un oficio, el desempeño de una profesión...), consiste simple y llanamente en hacer bien lo que se hace (independientemente de sueldos y ganancias, de premios y recompensas).”

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