Texto "Fenomenología existencial"

Antropología filosófica

Notas para uso de ayudantía^[1]

Texto "Fenomenología existencial"

William A. Luypen

Introducción a la fenomenología de Husserl

1) Problemas acerca de la teoría del conocimiento tradicional:

a) Racionalismo: conocimiento a priori, necesidad y universalidad. IDEALISMO.

b) Empirismo: conocimiento a posteriori, concurso de la experiencia. Los sentidos como fuente fidedigna del conocimiento. REALISMO

2) Propuesta de Husserl de superar la división SUJETO (IDEALISMO) ----- OBJETO (REALISMO)

La fenomenología puede entenderse como la pesquisa de las estructuras de la conciencia que capacitan al conocimiento para referirse a los objetos fuera de sí misma. El filósofo intenta no poner la atención sobre las cosas, esto es, lo que está afuera de la conciencia, tampoco busca centrarse en la conciencia pura, por el contrario, lo buscado por Husserl es concentrarse en los procesos o en los denominados actos de la reflexión que relacionan las percepciones –noemas- a los actos de conciencia que están en juego en el transcurso de la percepción –noesis-, en el terreno propio de la esfera intencional, el filósofo delimitará una conciencia intencional y un objeto que es intencionado. El gesto fenomenológico intentará escapar del tradicional dualismo y de la clásica oposición entre los términos conciencia y objeto.

Noema (objeto intencionado), noesis (conciencia intensional), Hyle (materia)

La conciencia es siempre conciencia de algo. Por lo que es una característica esencial el apuntar hacia el mundo. La abertura de la conciencia al mundo, evita pensar la conciencia encerrada en sí misma. Conciencia es intensional, estamos arrojados al mundo, en una dimensión ex-centrica.

3) De la actitud natural a la epojé fenomenológica:

Existe una forma de pensar y estar en el mundo que se denomina la actitud natural o actitud naturalista, que implica pensar que existe un mundo afuera de nosotros que subsiste cotidianamente, por lo que es natural la relación de pensar un sujeto que conoce ese mundo que está ahí -afuera- en una realidad más allá del sujeto cognoscente. El mundo en la actitud natural es un mundo en sí dado que trasciende mi conciencia.

La propuesta de la fenomenología es suspender la creencia en un mundo real, hay que desligarse de la actitud natural que es la actitud en que se está instalado en el mundo corriente y cotidiano, donde el mundo está siempre ahí como una realidad. Por lo que se hace necesario realizar una epojé, esto es, una suspensión del juicio acerca de la existencia de un mundo que tenga independencia de la mente. Luego de realizar esta epojé, que se debe poner en práctica constantemente, debido a la fuerte creencia que se posee de que un mundo real existe, es posible dar cuenta de la esfera intencional de la conciencia, en este sentido, debemos desechar lo que se piense que exista fuera de la conciencia intencional. El mundo no existe independiente de la conciencia que es intencional, que apunta objetos dados en la experiencia. Lo que preocupa a la fenomenología es lo dado en la esfera intencional propia de cada conciencia. Luego de realizar la epojé y suspender la creencia en un mundo natural, se descubre la esfera intencional de la conciencia, la verdadera naturaleza originaria de la relación entre sujeto y objeto. Por lo que el sujeto posee una conciencia que es intencional y el objeto es un objeto intencionado, la conciencia es siempre conciencia de algo, como diría Husserl, y la conciencia siempre apunta hacia los objetos dados. Con la suspensión de la tesis naturalista y la epojé puesta en práctica es necesario hacer una reducción fenomenológica. Si se ha suspendido la actitud natural y se ha desactivado tal creencia, se debe eliminar la idea, fuertemente arraigada en el mundo cotidiano, de que las esencias están dadas, por el contrario, las esencias están situadas en una cierta zona trascendental, donde son constituidas por en una subjetividad trascendental. En el terreno propiamente trascendental se puede desechar los supuestos de una actitud natural, luego de esto, con una ausencia de postulados naturalistas, se puede acceder a una evidencia apodíctica y primera. Solamente con la reducción fenomenológica o trascendental se logra poner en fuera de juego, desconectar, dejar de lado o poner entre paréntesis la tesis general que sustenta la actitud naturalista. En lugar de permanecer en la actitud natural, se realizará un cambio radical de esta. Es necesario aclarar que, como hemos dicho más arriba, Husserl no busca caer en un escepticismo, como tampoco lo deseaba Descartes en sus meditaciones. Lo que hace Husserl es abstenerse de juzgar, diremos, momentáneamente. Con la reducción fenomenológica se suspende la creencia en la tesis general del mundo natural, además, al mundo cultural, la de los demás hombres, incluso la de Dios, también la existencia de la propia realidad física o psíquica. Puede parecer vertiginoso el gesto husserliano, sin embargo, es necesaria la radicalidad del mismo. Se puede pensar que luego de la reducción se elimina todo en cuanto, no obstante, queda un gran campo por descubrir, un gran campo por investigar. Husserl indica que el producto de la reducción no es una pura nada, por el contrario, no se ha perdido nada en este proceso. Lo que queda del reducto fenomenológico es el mundo como fenómeno, esto es, el mundo convertido en fenómeno de mundo, campo propio de la fenomenología. El contenido de mundo que se poseía en una actitud natural es el mismo, sin embargo, la radical diferencia es que ese contenido esta traducido como dado en un fenómeno. Por lo que el yo que medita, se hace propio por las experiencias, por las vivencias puras, así, todo lo mentado es en ellas, puramente mentado. Por puro, se debe entender lo que no está en el ámbito de la creencia natural, lo meramente fenoménico. El terreno puramente fenomenológico es el de las vivencias puras, por lo que es posible comprender que fuera del espacio intencional no hay nada. Hemos encontrado el cambio de perspectiva que permite dar cuenta del ente dado en la experiencia, en su propia manera de darse a una conciencia intencional, en un proceso denominado donación (Gegebenheit), que tiene independencia del mero contenido del dato. En la esfera de la conciencia que experimenta sus vivencias, existe la conciencia intencionada que puede acceder al sentido en la relación viviente que es una relación de esencias, por lo que es eidética, relación constituida por una noesis y un noema, esto es, una conciencia intencional y un objeto intencionado. En un sentido global se ha pasado de la actitud natural que se apoya en la creencia en un mundo real, a sostener, luego de la epojé y la reducción, en el terreno de un mundo reel. Este último, es el mundo que existe en la interacción entre noema y noesis, es el mundo que la fenomenología quiere tematizar e investigar. Dentro de la esfera de la relación noética-noemática Husserl asegura que en la vivencia se puede captar la esencia de una cosa, haciendo uso de lo que el sujeto trascendental puede lograr constituir. Si bien la percepción es variante y cambiante en los escorzos, modo en que la cosa se da en el horizonte de percepción, la vivencia puede captar lo que hay de objetivo en lo que se dona. Por lo que el sujeto trascendental en el a priori de correlación tiene acceso a lo originario, en la esfera propia del mundo en sentido reel, es donde la fenomenología intenta ahondar.

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