Un nuevo Ensayo sobre la introducción a la Fenomenología del Espíritu de Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Ensayo sobre la introducción a la Fenomenología del Espíritu de Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Al recibir la instrucción de que mi equipo y yo debíamos leer, comprender lo mejor que pudiéramos, hacer un ensayo y exponer acerca del pensamiento de Hegel no pude más que sentirme alarmado. Para un neófito de la filosofía como yo el hecho de intentar penetrar en las ideas de este importantísimo pensador alemán era como leer sobre cálculo sin tener fundamento alguno.
Lo primero que hice fue consultar el texto en cuestión solo para toparme con un muro infranqueable de ideas que mi capacidad y mi recientemente re adquirido pero pobre hábito lector no podían siquiera empezar a entender.
Hice uso de la tecnología que tanta enajenación me ha causado y que ha contribuido con mi déficit de atención para acercarme al texto desde las explicaciones que otras personas habían desarrollado acerca de la Fenomenología del Espíritu y por fin veía un camino para comenzar a entender.
Después de leer el mismo párrafo varias veces en distintos textos por fin me daba una idea muy básica de los planteamientos principales de Hegel y comparaba estos análisis con la Fenomenología misma.

Primero que nada comprendí de manera muy accidentada que filosóficamente Hegel ya no se preocupa solo por la esencia, la sustancia o la moral, sino que todos estos conceptos básicos para la comprensión del conocimiento y la realidad se han aglutinado y deben ser estudiados y comprendidos como un todo. Solo el todo es verdadero y para comprenderlo también hay que entender que el todo se construye a través de etapas y fases que este absorbe y preserva,  que nunca desecha, más bien conserva estos momentos y estadios pasados del desarrollo del todo como una estructura.

Al comprender esto de manera muy superficial me di cuenta que mi acercamiento a las ideas de Hegel aún era erróneo, pues solo conocía un fragmento, una parte y por lo tanto no conocía nada.
Continué con mi intento de aprendizaje y me topé con que mi método era también erróneo pues solamente quería impregnarme de las ideas del filósofo para exponer una clase y obtener una calificación y ahí fue cuando me di cuenta que el saber mismo es un sujeto activo que tiene injerencia sobre uno y uno no solamente usa la herramienta, en este caso mi método de estudio, para obtener este conocimiento y mantenerlo estático.

Hegel dice que antes de entrar en el conocimiento mismo es necesario llegar a un acuerdo con el instrumento con el que nos apropiaremos de lo absoluto, o sea del conocimiento.
Ya que hay varios tipos de conocimiento hay que ser muy cuidadosos a la hora de elegir como aproximarnos a este conocimiento. Por ejemplo, para intentar entender a Hegel pero al mismo tiempo intentar aprovechar el tiempo para realizar mis otras actividades diarias podría solo intentar hacer una lectura rápida del texto e intentar resumir todo lo que aprendí de la manera más concisa y no ahondar demasiado. Al hacer esto estaría escogiendo de manera equivocada mi instrumento para conocer lo que Hegel nos quiere decir. El texto que estoy leyendo se subordina a mis necesidades superfluas y jamás hace mella en mí. Solamente  se ciñe a lo que me conviene.

Hay que comprender por ejemplo que como dice Hegel en este texto, para conocer a un objeto construido hay que conocer el instrumento que lo modifico, ya que si no hacemos esto nuestra percepción es solamente parcial. En este caso los precursores de Hegel y también el momento en el que vive son fundamentales para comprenderlo.
La Alemania no unificada y post feudal donde no hay un gran desarrollo social y político ha propiciado la existencia de pensadores críticos como Hegel que intentan a través de la búsqueda de la verdad y el conocimiento, generar un sistema de pensamiento que resuelva las necesidades de la época.
Es aquí donde la dialéctica se propone como un método para conocer la verdad y explicar la naturaleza y la realidad.
La estructura y esencia de la dialéctica tiene tres momentos; El primero es el momento abstracto, donde se realiza una afirmación que dentro de sí misma lleva una negación pues Hegel ha desconocido la existencia de la dualidad. El segundo momento es el momento dialectico, donde aparece una negación a la afirmación anterior. Esta negación es aquello que produce que exista la dialéctica, que etimológicamente significa el arte de conversar.
Finalmente llegamos al tercer momento; El momento especulativo, donde el conflicto se supera y se niega la negación anterior.
Como mencionaba al principio, el todo atraviesa por numerosas fases que conserva estructuralmente y en la dialéctica recordamos esto; los pasos anteriores se preservan y  se subliman. El ultimo estadio, el de momento especulativo continúa su progreso y en el futuro será un primero momento en otro proceso.

La dialéctica no es solo una forma de resolver problemas, también es un modelo que nos explica el desarrollo del sujeto, por ejemplo la explicación del carácter activo del espíritu nos recuerda justamente a las etapas del desarrollo humano, de las planta o del lenguaje mismo; el concepto de auto movimiento, donde el sujeto no es fijo y pasivo, es algo en movimiento y que actúa.

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