1. LA FILOSOFÍA POLÍTICA Y LA LECCIÓN DE LOS CLÁSICOS

1. LA FILOSOFÍA POLÍTICA Y LA LECCIÓN DE LOS CLÁSICOS

En la disciplina filosófica es difícil ofrecer definiciones sobre el objeto, los temes y problemas y los métodos. A diferencia de las ciencias exactas o experimentales, en el caso de las tradiciones filosóficas tiene una pluralidad de corrientes, tendencias y posiciones contradictorias e incompatibles lo que vuelve sumamente complicado siquiera delimitar el dominio y los objetivos de esas disciplinas. La filosofía política es una teoría normativa de lo que debiera ser, racionalmente, el fundamento de la obligación política, o una teoría también, puramente normativa de la justicia. Tradiciones básicas de la filosofía política y sólo después examinar pluralidad de tendencias y concepciones por lo que Bobbio ha denominado “la lección de los clásicos”. Con el conjunto de autores y obras que los estudiosos reconoce como miembros de las tradiciones que conforman a la filosofía política desde Platón hasta Weber y Bobbio, Rawis y Habermas que son autores canónicos, así como la importancia a cada uno de ellos. Sea la que fuere la naturaleza de la filosofía política es una disciplina teórica que no puede ni debe confundirse con las ciencias formales y experimentales aunque tener algunos aspectos en común

Hoy en día las corrientes positivistas y maxistas, pretendían, “superar científicamente” las tradiciones filosóficas anteriores, han perdido buena parte de su atractivo, la filosofía política(y la filosofía en general) no es ni tiene por qué querer ser una ciencia, en el sentido en que lo son las matemáticas, la física, la química o la biología. La relación de filosofía política con su historia es diferente a la que estas otras ciencias establecen con su pasado, las ciencias “exactas” parecen ser ingratas con su pasado, como aquello que debió refutarse y superare para alcanzar las perspectivas teóricas contemporáneas que quieren incansablemente superar y dejar atrás n el futuro. Galileo Galilei, Isaac Newton, Albert Einste, Sthephen Hawking, son grandes de la física, tienen un gran peso histórico y cultural pero sus obras son poco relevantes para el físico actual. El hecho es que hay fuertes razones para reconocer que su estudio y su desarrollo son indisociables de un examen cuidadoso y serio de la historia de la filosofía.

Existen puntos de vista variadas sobre los autores clásicos, hay quien dice que se puede hacer filosofía sin un conocimiento básico de la historia de las cuestiones y temas que se quieren trabajar. Y no solo de la historia reciente, sino de una historia que nos lleva el menos hasta Platón y Aristóteles los cuales siempre se remitían a sus antepasados, los llamados “presocráticos”. es adecuado reconocer que la filosofía en general y la filosofía política no son, ni tienen por qué pretender ser, ciencia. En los hechos, las grandes filosofías desde la de Platón hasta la de Ludwig Wittgenstein, se han sustentado casi siempre desarrollos científicos. Una filosofía que se oponga a las ciencias no puede ser así sino una filosofía irracionalista, degrada la reflexión filosófica a ensayismo.

La filosofía en sus representantes siempre ha implicado un fuerte compromiso explícito con la razón y con la racionalidad; y un esfuerzo teórico riguroso, capaz de distinguirse de los mitos, leyendas y relatos en que se sustentan las religiones, la poesía o la literatura una buena filosofía, establece relaciones positivas y productivas con las mismas, aprendiendo de sus resultados, de sus métodos y sus innovaciones, una serie de actividades teóricas que nacieron por fundadores en un momento histórico y que fueron transmitidas y heredadas a través de los siglos. Como sucede con todo desarrollo, a lo largo de su historia las cuales sufren múltiples cambios y se ven influenciadas por diferentes contextos en que se insertaron, manteniendo, continuidad en algunos aspectos esenciales. En este sentido los “clásicos” de autores que por marcar hitos relevantes su historia resultan, “insuperables”, “indispensables” como punto de referencia para la actualidad o futuro de las reflexiones filosóficas. Las tareas de la filosofía y de la filosofía política tienen que ver con una lectura mismo tiempo histórico y teórica de las obras de los clásicos, las cuales pasan por el examen del contexto histórico en que fue escrita. Exige reconocer que esa obra fue motivada por determinadas preocupaciones del autor, suscitadas a su vez por las dificultades y conflictos propios de su época y por el deseo de intervenir teóricamente. Los clásicos pueden expresar el “espíritu de su tiempos”. Lo que los define como clásicos, a diferencia de otros, es precisamente que sus obras fueron capaces de tracender, teóricamente a su época, de conservar en cierto sentido algún tipo de actualidad, de ser punto de referencia obligada para la discusión renovada de temas y problemas recurrentes e insuperables.

2. LA FILOSOFÍA POLÍTICA COMO TEORÍA GENERAL DE LA POLÍTICA

Una teoría que examina, distinguiendo cinco aspectos específicos,

1. Presupuesto histórico-culturales de esa teoría, es considerar el contexto y las preocupaciones que condujeron al clásico a elaborar su teoría.

2. Al estudio del modelo descriptivo de esa teoría, (la manera en que el autor entiende y explica la realidad de su tiempo). Es importante que el modo en que cada autor entiende descriptivamente la realidad va a tener fuertes consecuencias para la manera en que proponga y argumente sus evaluaciones y prescripciones

3. Los valores defendidos, definidos y argumentados por el clásico en cuestión. En buena medida, de la naturaleza de esos valores dependerá la orientación y la focalización del modelo descriptivo, permitiéndonos la comprensión más afinada del mismo, la justicia para cada autor,

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