ABC del comunismo
Enviado por backo • 10 de Noviembre de 2013 • 39.875 Palabras (160 Páginas) • 563 Visitas
EL ABC DEL COMUNISMO
36. Descomposición de la II Internacional y sus causas
(Nikolai Bujarin)
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reproducimos por el interés histórico y análitico de los mismos.
NOTA EDITORIAL
En 1919, cuando Nikolai Ivánovich Bujarin escribe “ABC del comunismo”, era un
hombre joven —había nacido en Moscú en 1888—, pero ya una figura importante
dentro del Partido bolchevique, al que pertenecía desde 1906, y con una activa
historia dentro de él que incluía cárceles y exilios, un anticipo de lo que sería su fin.
Había vuelto a Rusia, como Lenin, tras la revolución de febrero de 1917 y aquel
verano sería elegido para el Comité Central; menos de dos años después, en marzo de
1919, en el Congreso cuyo programa sirve de base a este ABC, miembro suplente del
Politburó; en 1924, titular. Su brillante carrera tiene especial interés porque, además,
Bujarin había estado siempre en la oposición dentro del partido, siendo uno de los
animadores constantes de su ala izquierda —ya en la conferencia de Berna de 1915
tuvo sus pequeñas diferencias con Lenin sobre el programa mínimo del partido,
posteriormente exageradas por la propaganda oficial de Stalin—, constituyéndose en
su cabeza visible durante los primeros meses de la Revolución y el «comunismo de
guerra», especialmente durante las discusiones sobre la conveniencia o no de la firma
del tratado de paz con Alemania —el tratado de Brest-Litovsk, que fue aceptado— a
la que oponía vehementemente la de la necesidad de resistir hasta el estallido de la
revolución mundial, que creía inminente. Pese a ello, ya en 1918 sus posiciones,
sobre todo en el campo económico iban aproximándose más a las de la mayoría del
Partido y, progresivamente, fue cediendo en su condición de cabeza visible del
izquierdismo, sobre todo cuando se abandona la línea más reformista del
«capitalismo de Estado» leninista ante la situación creada por la guerra civil, y se
endurece la línea autoritaria del partido. Posteriormente continuó su carrera,
incluyendo puestos fundamentales en la Comintern hasta que, en 1928, comenzó a ser
atacado como líder del desviacionismo derechista; en 1929 se le destituyó de sus
cargos en la III Internacional y del Politburó, hizo «autocrítica» y conoció una cierta
rehabilitación —en 1934 fue elegido miembro suplente del Comité Central— pero
estaba sentenciado: en 1937 se renuevan los ataques y, en 1938, es condenado amuerte y ejecutado en cuanto se dicta el veredicto.
Junto a su actuación estrictamente política Bujarin desarrolló una importante labor
ideológica de intelectual, siendo considerado, también desde muy joven, uno de los
teóricos fundamentales del partido. Y lo sería aún más, sería virtualmente el teórico
oficial bolchevique, en palabras del «Testamento político» de Lenin, «el teórico más
valioso y destacado». En 1918 publicó La economía mundial y el imperialismo y en
1919 La economía política del rentista, ambos escritos en el exilio; en 1918 había
editado también un Programa comunista (bolchevique) y era director de la Pravda. En
1920, aparecerá La Teoría económica del período de transición; en 1921, Teoría del
materialismo histórico: Ensayo popular de sociología marxista. Y seguirá escribiendo,
libros y artículos.
En 1919, cuando escribe en colaboración con Evgeni Preobrazhenski el ABC del
comunismo, y en 1920, cuando lo publica, Bujarin está, pues, en pleno ascenso
político y en plena actividad creadora, y “el ABC” le confirma en ambas, porque
aunque lo considera obra menor, de mera divulgación, irá siempre unida a su nombre
y le dará una enorme popularidad tanto que acabará por ser considerado casi como su
único autor, quedando Preobrazhenski un tanto olvidado.
El libro surgió como un análisis complementario del programa adoptado por el
VIII congreso del Partido Comunista (bolchevique) de Rusia que tuvo lugar en marzo
de 1919. Bujarin y Preobrazhenski vieron la necesidad de elaborar una explicación,
una vulgarización del programa, «un texto elemental del conocimiento comunista»
para distribuir entré las masas obreras y, entre marzo y octubre, realizan —«a ratos
perdidos», dicen— su trabajo que se publicará el año siguiente y se difundirá
rápidamente un poco como el «catecismo oficial» de los comunistas internacionales.
No sin motivo: el ABC, aunque tal vez acusando la especial circunstancia del
«comunismo de guerra», es un resumen claro, directo y comprensivo de todos los
puntos de interés para el partido bolchevique en aquellas circunstancias, de sus
opiniones sobre las cuestiones prácticas y teóricas .del proceso revolucionario en
marcha, y está escrito, además, en el tono ardiente y combativo del momento. Bujarin
se ocupó de los capítulos más teóricos, que por eso han resistido mejor el paso del
tiempo y mantienen su interés; Preobrazhenski de los más inmediatos, de
organización de escuelas, justicia, religión, agricultura, finanzas, etcétera; excepto
industria y sanidad, reservados también a Bujarin.
En esta edición se prescinde de las contribuciones de Preobrazhenski para ajustar
el texto la parte escrita por Bujarin que, desde un punto de vista teórico, es el
verdadero ABC del comunismo y la forma en que ha sido más frecuentemente
divulgado desde su aparición.DEDICATORIA
A la personificación de las grandezas y poder del Proletariado, a su heroísmo, a la
claridad de su conciencia de cíase, a su odio a muerte contra el Capitalismo, á sus
esfuerzos inauditos por crear una sociedad nueva y al gran Partido Comunista
dedicamos este libro.
Se lo dedicamos al Partido que manda un ejército de millones, que viven y mueren
en las trincheras; que administra un Estado inmenso; qué acarrea leña en sus
«Sábados Comunistas», que prepara el día de la resurre-ción de la Humanidad.
Se lo dedicamos
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