ANTROPOLOGIA Semana 1: La antropología filosófica
Enviado por daniriquelme • 4 de Abril de 2018 • Ensayo • 7.576 Palabras (31 Páginas) • 130 Visitas
FET 102 ANTROPOLOGIA
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Semana 1: La antropología filosófica.
Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.
Goethe
Aprendizajes esperados:
- Reflexionar sobre las preguntas vitales de la existencia y relacionarlas con las preguntas clásicas de la antropología filosófica.
- Identificar el objeto y la finalidad de la antropología filosófica.
- Distinguir entre la opinión y la verdad fundamentada
Conceptos claves: Antropología - ser humano – animal racional - sentido de vida.
Las preguntas fundamentales de la vida: una invitación para pensar al hombre.
La filosofía es una disciplina que se hace preguntas y que busca el conocimiento verdadero. Como forma de buscar ese saber, desde el mundo antiguo ha sido considerada una ciencia. No en el sentido de las ciencias empíricas y comprobables, sino en tanto saber que busca responder a las preguntas fundamentales del mundo y el hombre. Como ciencia, nace del profundo deseo de los hombres de saber, fascinados por el asombro que las cosas despiertan en su interior y movidos por la belleza de las realidades que vemos. Ciertamente nos rodean muchas cosas, montañas, árboles y un sinnúmero de especies de animales. Pero
de entre todas esas cosas, la que más despierta nuestra atención son los seres humanos, la pregunta por nosotros mismos, por lo que somos.
Dentro de la filosofía existe una disciplina que recibe el nombre de “antropología”. Es probable que el nombre de antropología no lo hayan escuchado antes o no sepan de qué se trata, pero no es una realidad lejana de ustedes, nuestros estudiantes, de sus vidas y su día a día. De muchas formas y de muchos modos se han hecho preguntas que a la antropología le interesan. Cuando han tenido la alegría de ver a un niño recién nacido, cuando han tenido la pena de ver partir a un ser querido, cuando encuentran a alguien a quien amar o cuando son profundamente amados, cuando tienen un éxito profesional o escolar o se equivocan y deben retomar el camino, es posible experimentar un profundo sentimiento que lleva a preguntarse por lo que somos, esa maravillosa y misteriosa realidad de ser seres vivos con tantas capacidades y oportunidades.
La antropología toma en cuenta esas preguntas, y las resume en unas pocas que finalmente atienden a lo esencial: ¿quién es el hombre?, ¿quién soy yo?, ¿de dónde venimos?, ¿cómo puedo llegar a ser feliz?, ¿es la muerte la última palabra? Durante siglos hombres y mujeres se han hecho de forma viva estas preguntas. La invitación es a que tú también te sientas involucrado y quieras dar una respuesta.
EL concepto de antropología y su objeto de estudio
La palabra antropología es un compuesto de dos conceptos de origen griego. Por un lado tenemos anthropos, que significa “hombre, ser humano”, y por otra tenemos logos, que significa “estudio o saber”. De este modo, la antropología filosófica se define como un estudio o saber sobre el ser humano, un estudio filosófico acerca del hombre.
Ese “saber” de la antropología no es un conocimiento cualquiera. Puesto que, como estudiaremos en este curso, el ser humano es capaz de conocer las verdades del mundo que lo rodea, el saber de la antropología no debe ser confundido con las simples opiniones,
que no tienen la misma validez ni pueden estar al mismo nivel que un saber reflexivo y racional. La antropología nace de las preguntas filosóficas que vienen planteándose diversos pensadores desde hace milenios, y sus esfuerzos por comprender al hombre no pueden ni deben ser considerados al mismo nivel que una opinión cualquiera.
Esos mismos filósofos griegos que dieron origen a las primeras preguntas filosóficas, distinguieron con claridad entre un saber verdadero y una opinión. La opinión se caracteriza por fundarse en experiencias personales, nuestras vivencias e historia de vida. Hunde sus raíces en factores culturales, psicológicos, emocionales, afectivos y muchos otros que no siempre son acertados ni describen el mundo de manera real. Así, cuando digo “todos los políticos son corruptos”, lo que estoy haciendo es una generalización a partir de lo que he visto en los medios de comunicación y en mi entorno, pero basta una pequeña investigación para darse cuenta que esa visión que poseo de los que dedican su vida a la política no pasa de ser una opinión, pues también hay políticos honestos y esforzados. Así, la opinión no puede ser considerada como una verdad válida; no aporta conocimiento nuevo ni verdaderamente fundamentado. Esto no quiere decir que no debamos respetar las opiniones, pero tampoco podemos perder de vista que al momento de buscar la verdad, las visiones personales sin bases no son un aporte real y fidedigno.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando alguien tiene una opinión formada e informada? En ese caso deja de ser una opinión y pasa a ser una verdad, una descripción más acertada de la realidad que una simple opinión, es decir, un saber verdadero. Allí radica la gran diferencia con las opiniones. El saber verdadero busca describir de forma exacta la manera en que el mundo es y cómo funciona, con base en observaciones y reflexiones. Los filósofos griegos tuvieron que superar los relatos mitológicos de su tiempo y desafiar la cultura y las creencias que reinaban en aquellos siglos, y así abrir paso a una reflexión y un pensar que les permitiera afirmar, por ejemplo, que los árboles perdían sus hojas en otoño porque existía un ciclo en la naturaleza, y no por razones ligadas a los dioses. Esas reflexiones que llevaron a cabo fueron constituyendo un cuerpo de conocimientos que, con el tiempo, recibieron el nombre de ciencia. La antropología es una de esas ciencias, y el saber que ofrece está muy por
encima de las opiniones subjetivas de las personas. La antropología filosófica se enmarca en un conocimiento verdadero, certero y objetivo. Es una ciencia que busca la verdad, es decir, surge de una reflexión profunda y acabada, y no de las opiniones o creencias de cada sujeto.
Finalidad de la antropología: un estudio que orienta la vida del hombre.
Ya hemos visto que la antropología es una ciencia, un saber, y que tiene por estudio al ser humano. Pero toda ciencia, como actividad hecha por seres humanos de carne y hueso, busca una finalidad. No hacemos ciencia sin sentido, sino que buscamos la respuesta a una pregunta. Toda ciencia nace de una pregunta en particular: la biología se pregunta por los organismos vivos, la física por las interacciones entre los objetos, la química por la composición molecular de las cosas, la botánica por las características de las plantas, etc. Cuando las ciencias se hacen preguntas acerca del hombre, lo hacen desde una perspectiva en particular: la psicología se pregunta por su comportamiento, la anatomía por su cuerpo, la sociología por su dimensión social, etc. Pero la antropología filosófica se sirve de todas ellas, nos entrega una visión unitaria de todas ellas y se hace la pregunta más importante:
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