ANÁLISIS DE LECTURA DE TOM LEDDY. LA NATURALEZA DE LA ESTÉTICA COTIDIANA

Reseña critica El campo de la estética, Una fenomenología de la experiencia estética: Arnold Berleant.

Por: Orlando González.

Arnold Berleant (1932) es un filósofo estadounidense graduado de música de la Eastman school of music y con un doctorado en filosofía de la universidad de Long Island; fue directivo y administrativo en la asociación internacional de estética y la sociedad estadounidense de estética. Es miembro fundador de la revista contemporary aesthetics donde desarrolla temas de investigación, teoría y aplicación de estética; su producción literaria se centra en temas de estética ambiental, ética y estética.

Berleant en El campo de la estética, Una fenomenología de la experiencia estética, hace un análisis en torno a la percepción dentro del concepto de campo estético; parte de un análisis del campo del arte, como categoría fundamental de su tesis, implicando diferentes conceptos; determinando que el concepto de arte es muy amplio para abarcarlo en un solo termino, porque es una acción reduccionista, frente a lo cual manifiesta:

Hablar de arte en cualquiera de estos sentidos, sin embargo, es pronunciar una verdad parcial. Porque el arte es todo esto y más. De hecho, sólo puede definirse haciendo referencia a la situación total en la que se producen los objetos, actividades y experiencias del arte, un escenario que incluye todos estos datos y más. Esto lo llamaré el campo estético. (pa 50)

Los elementos son organizados en el campo, donde se circunscriben varios aspectos de manera cuidadosa para determinar su pertinencia dentro de la percepción estética en la obra de arte, categorizando aspectos como: el objeto de arte, el perceptor, el artista y el intérprete, los cuales se articulan por medio de la transacción estética, considerada como la posibilidad de interacción que los distintos elementos del campo tienen para poder dialogar y desarrollar una experiencia estética significativa.

El objeto de arte: lo constituye la obra artística, cuyas características particulares dependen de las técnicas o de las condiciones que se establezcan a nivel técnico para su desarrollo; la pintura, la escultura y la arquitectura, son las más significativas; dependiendo del tipo de arte el perceptor, va a tener un tipo de respuesta específico:

El rango de distancia y dirección que el perceptor toma de la pintura está severamente limitado, los requerimientos de iluminación son bastante rígidos, y la respuesta perceptiva está estrechamente definida por las características de la superficie pintada […], con la escultura[…]Hay un énfasis primario en el volumen y la masa[…],con la arquitectura[…]el espacio se convierte en un rasgo central, tanto al rodear a un perceptor que está dentro de un edificio como al confrontar a uno que está fuera. (pa 55).

De igual manera establece una relación con el perceptor, por medio de una interacción simbiótica con la obra de arte, ya que el primero establece la experiencia estética con el objeto artístico. El objeto por sí solo no está circunscrito dentro de la experiencia estética, necesita del perceptor, quien, a partir de su propia lectura, completa el esquema estético, por lo tanto “hay una relación recíproca y funcional entre ellos… Sin embargo, el perceptor debe al mismo tiempo relacionarse con el objeto. A través de su participación activa debe vitalizar el objeto poniendo en marcha su potencial estético. (Pa 54)

El Perceptor: Berleant analiza la manera en que ha sido visto el perceptor a lo largo de muchas épocas y la manera es que desarrolla su proceso de percepción estética. Ha sido visto desde una condición de pasividad, espacialmente en la filosofía, debido a que está circunscrito bajo el concepto de contemplación aristotélica, induciéndolo a un distanciamiento, desde donde el perceptor ha considerado que debe contemplar la obra de arte; anota al respecto: “Es bastante usual que los comentaristas que desean separar la experiencia del arte de las actividades prácticas de los hombres introduzcan nociones como el desapego, la distancia y la contemplación, siendo características definitorias de la atención y la experiencia estética” (pa 57)

A pesar de ello, evidencia que en la época moderna y específicamente desde la psicología del arte se ha dado un giro importante a esta percepción, considerando al perceptor parte fundamental en el campo estético; basándose en nuevas posturas desarrolladas en distintas manifestaciones artísticas como las artes, el teatro, la música y la literatura, evidencia la posibilidad de permitir al perceptor el estar más involucrado y consciente de la importancia de su experiencia estética; allí cada persona desde su propia individualidad genera una forma de sumergirse dentro de la misma, anotando:

Todo esto tiene que ver directamente con el tipo de cuenta que debemos dar del papel del perceptor en el campo de la estética. El suyo es un lugar que no es independiente o aislado, ni está psicológicamente alejado de la experiencia del arte. Los nuevos desarrollos en las artes son la evidencia de una sensibilidad

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