Actos Lingüísticos básicos
Enviado por Superkiut • 24 de Octubre de 2012 • 13.515 Palabras (55 Páginas) • 806 Visitas
CAPITULO 3:
LOS ACTOS LINGÜÍSTICOS BÁSICOS *
ANTECEDENTES
Tal como lo hemos señalado previamente, según nuestra concepción tradicional, el
lenguaje describe la realidad. Cuando digo, por ejemplo, «el martes hizo sol», o «ésta es una
mesa de madera», o «mi computador tiene un disco duro de 40 MB», estas frases se entienden
normalmente como descripciones de las propiedades de diferentes objetos (el martes pasado,
esta mesa, mi computador). Cuando digo «lo siento» o «muchísimas gracias», estas frases se
entienden como descripciones de sentimientos.
Nuestro sentido común da por sentado que el lenguaje describe el estado de las cosas.
Esta concepción supone que la realidad ya está ahí mucho antes que el lenguaje, y lo que hace
el lenguaje es simplemente describirla, «hablar de» ella. Se supone que el papel del lenguaje
es pasivo. El lenguaje siempre llega tarde, cuando la realidad ya se ha establecido, ya ha
ocupado su propio lugar. Por lo tanto, primero viene la realidad, después el lenguaje. El papel
del lenguaje pareciera ser el de dar cuenta de lo existente.
Esta es una interpretación muy antigua del lenguaje, cuyo origen se remonta a los antiguos
griegos. Es tan vieja que normalmente olvidamos que se trata de una interpretación. Aún más,
llegamos incluso a pensar que esta interpretación es, en verdad, una descripción de lo que es
el lenguaje y, por lo tanto, una fiel representación de su propia «realidad».
Esta interpretación, tan largamente sostenida, ha sido seriamente cuestionada desde la
segunda mitad del presente siglo con la aparición de una rama de la filosofía llamada la
filosofía del lenguaje y, muy particularmente, a partir de las contribuciones tardías del filósofo
austriaco Ludwig Wittgenstein.
La filosofía del lenguaje pronto planteó que cuando hablamos no solamente describimos
una realidad existente; también actuamos. El lenguaje, se sostuvo, es acción. Tomemos un
ejemplo. Cuando decimos a alguien «Te felicito», no estamos describiendo una felicitación,
estamos realmente haciéndola. Estamos realmente ejecutando el acto de felicitar. El filósofo
británico J.L. Austin fue el primero en destacar esta cualidad activa del lenguaje o, empleando
sus propias palabras, la naturaleza «ejecutante» ('performative') del lenguaje. Se dio cuenta de
que aun cuando describimos, estamos «haciendo» una descripción y, por lo tanto, estamos
actuando.
Otro avance importante lo produjo el filósofo norteamericano, John R. Searle, quien
propuso—de una forma que nos recuerda las indagaciones de los antiguos sofistas griegos y
muy particularmente de Gorgias— lo que llamó una taxonomía de los actos de habla. Según
Searle, cuando hablamos, ejecutamos un número restringido y específico de acciones. Estas
acciones las llamó «actos de habla». Nosotros los llamaremos actos lingüísticos, ya que estos
actos pueden también ejecutarse en forma no verbal.
Searle sostuvo que, sin importar el idioma que hablemos, sea éste español, inglés o chino,
siempre ejecutaremos el mismo número restringido y específico de actos lingüísticos. Quizás
no sepamos hablar chino, pero sabemos, según Searle, que cuando los chinos
* Estoy agradecido al Dr. Fernando Flores y a Business Design Associates, propietarios de los derechos de autor de
trabajos en los que se basa este segmento, por permitirme gentilmente hacer uso en este libro de largas secciones de tales
trabajos. R a f a e l E c h e v e r r í a O n t o l o g í a d e l L e n g u a j e
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hablan ejecutan el mismo tipo de acciones que hacen los mexicanos, los ingleses o los rusos.
Todos los seres humanos, independientemente del idioma que hablamos, al hablar hacemos
afirmaciones, hacemos declaraciones, hacemos peticiones, etcétera. Estas acciones
lingüísticas son universales. Las encontraremos en todos los idiomas, sea cual sea el lenguaje
específico que se hable. La proposición de Searle reviste la mayor importancia. Ahora
podemos observar el lenguaje y distinguir las diferentes acciones que ejecutamos cuando nos
comunicamos.
Gracias a estas contribuciones —y a otras que no es del caso tratar aquí— una
interpretación generativa y activa del lenguaje ha progresivamente sustituido nuestra vieja
interpretación pasiva del lenguaje que lo restringía a su carácter descriptivo.
LOS ACTOS LINGÜÍSTICOS
La presentación de los diferentes actos lingüísticos que haremos a continuación,
simultáneamente se apoya, a la vez que se aparta de la propuesta realizada por John R.
Searle. Insistimos, por lo tanto, en advertir que el tratamiento que haremos de los actos
lingüísticos no corresponde a aquél hecho por el filósofo norteamericano, sino que representa
una elaboración efectuada a partir de su propuesta.
Afirmaciones y declaraciones
Al observar el habla como acción, es más, como una acción que siempre establece un
vínculo entre la palabra, por un lado, y el mundo, por el otro, cabe preguntarse lo siguiente:
cuando hablamos, ¿qué tiene primacía? ¿El mundo o la palabra? En otras palabras, ¿cuál de
los dos —la palabra o el mundo— conduce la acción? ¿Cuál podríamos decir que «manda»?
Estas preguntas tienen el mérito de llevarnos a establecer una importante distinción: a veces,
al hablar, la palabra debe adecuarse al mundo, mientras que otras veces, el mundo se adecúa
a la palabra.
Cuando se trate del primer caso, cuando podamos sostener que la palabra debe adecuarse
al mundo y que, por lo tanto, el mundo es el que conduce a la palabra, hablaremos de
afirmaciones. Cuando suceda lo contrario, cuando podemos señalar que la palabra modifica
al mundo y que, por lo tanto, el mundo requiere adecuarse a lo dicho, hablaremos de
declaraciones. Lo importante de esta distinción es que nos permite separar dos tipos de
acciones diferentes que tienen lugar al hablar: dos actos lingüísticos distintos. Habiendo
efectuado la distinción, examinemos a continuación cada uno de sus términos por separado.
a) Afirmaciones
Las afirmaciones corresponden al tipo de acto lingüístico que normalmente llamamos
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