Alvar Nuñez Cabeza De Vaca NAUFRAGIOS
Enviado por yileinyacosta • 30 de Enero de 2014 • 1.243 Palabras (5 Páginas) • 397 Visitas
En que cuenta cuándo partió el armada, y los oficiales y gente que en ella iba.
A 17 días del mes de junio de 1527, partió del puerto de Sant Lúcar de Barrameda el gobernador Pánfilo
de Narváez, con poder y mandado, de Vuestra Majestad para conquistar y gobernar las provincias que están
desde el río de las Palmas hasta el cabo de la Florida, las cuales son en Tierra Firme; y la armada que llevaba
eran cinco navíos, en los cuales, poco mas o menos, irían seiscientos hombres. Los oficiales que llevaba
(porque de ellos se ha de hacer mención) eran estos que aquí se nombran: Cabeza de Vaca, por tesorero y
por alguacil mayor; Alfonso Enriquez, contador; Alonso de Solis, por factor de Vuestra Majestad y por
veedor; iba un fraile de la Orden de Sant Francisco por comisario, que se llamaba fray Juan Suárez, con
otros cuatro frailes de la misma Orden. Llegamos a la isla de Santo Domingo, donde estuvimos casi cuarenta
y cinco días, proveyéndonos de algunas cosas necesarias, señaladamente de caballos. Aquí nos faltaron
de nuestra armada mas de ciento y cuarenta hombres, que se quisieron quedar allí , por los partidos y promesas
que los de la tierra hicieron. De allí partimos y llegamos a Santiago (que es puerto en la isla de Cuba),
donde en algunos días que estuvimos, el gobernador se rehizo de gente, de armas y de caballos. Sucedió
allí que un gentilhombre que se llamaba Vasco Porcalle vecino de la villa de la Trinidad, que es la
misma isla, ofreció de dar al gobernador ciertos bastimentos que tenía en la Trinidad, que es cien leguas del
dicho puerto de Santiago. El gobernador, con toda la armada, partió para allá; mas llegados a un puerto que
se dice Cabo de Santa Cruz, que es mitad del camino, parescióle que era bien esperar allí y enviar un navío
que trajese aquellos bastimentos; y para esto mandó a un capitán Pantoja que fuese allí con su navío, y que
yo, para más seguridad, fuese con él, y él quedó por cuatro navíos, porque en la isla de Santo Domingo
había comprado un otro navío. Llegados con estos dos navíos al puerto de la Trinidad, el capitán Pantoja
fue con Vasco Porcalle a la villa, que es una legua de allí, para rescebir los bastimentos; yo quedé en la mar
con los pilotos, los cuales nos dijeron que con la mayor presteza que pudiéramos nos despachásemos de allí
, porque aquél era un mal puerto y se solían perder muchos navíos en él; y porque lo que allí nos sucedió
fue cosa muy señalada, me pareció que no sería fuera del propósito y fin con que yo quise escribir este
camino, contarla aquí. Otro día, de mañana, comenzó el tiempo a dar no buena señal, porque comenzó a
llover, y el mar iba arreciando tanto, que aunque yo dí licencia a la gente que saliese a tierra, como ellos
vieron el tiempo que hacía y que la villa estaba de allí una legua, por no estar al agua y frío que hacía, muchos
se volvieron al navío. En esto vino una canoa de la villa, en que me traían una carta de un vecino de la
villa, rogándome que me fuese allá y que me darían los bastimentos que hubiese y necesarios fuesen: de lo
cual yo me excusé diciendo que no podía dejar los navíos. A mediodía volvió la canoa con otra carta, en
que con mucha importunidad pedían lo mismo, y traían un caballo en que fuese; yo dí la misma respuesta
que primero había dado, diciendo que no dejaría los navíos, mas los pilotos y la gente me rogaron mucho
que fuese, porque diese priesa que los bastimentos se trujese lo mas presto que pudiese ser, porque nos
partiésemos, luego de allí, donde ellos estaban con gran temor que los navíos se habían de perder si allí
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