Amor
Enviado por nicole.matute • 7 de Mayo de 2015 • Trabajo • 2.277 Palabras (10 Páginas) • 151 Visitas
“Año dela Promoción de la Industria Responsable y del Compromiso Climático”
Trabajo de Investigación como parte del curso de Filosofía
Influencia de los Valores Agustinos en los Docentes del Centro Educativo San Agustín
Integrantes: Milagros Vásquez Rengifo
Oscar Bardalez Reátegui
Lorena Matute Dávila
Hillary Perez Delgado
Donnie Pinedo
Troy Jarama
Docentes: Pilar Robalino Trauco
Elder Quevedo del Águila
Grado: 5°
Sección: “C”
Institución Educativa: San Agustín
Iquitos-Perú
2014
Índice
Resumen……………………………………………………..3
Introducción………………………………………………...4
Objetivos……………………………………………………..6
Marco Teórico………………………………………………7
Resultados……………………………………………………12
Conclusiones………………………………………………….14
Bibliografía…………………………………………………….15
Anexos………………………………………………………….16
Resumen
El trabajo elaborado sobre los valores en los Docentes es para ampliar conocimientos respecto al comportamiento de los Docentes y sus relaciones con los demás. A partir de distintas definiciones y pensamientos de autores para generar pensamientos propios del diario vivir y relacionarlos con el contexto sociocultural en que vivimos.
Continuamente valoramos y somos valorados, valoramos las acciones de los demás, valoramos a los profesores, compañeros de trabajo y los objetos que nos rodean; simultáneamente los otros valoran las acciones y valoran la personalidad de un Docente. Los seres humanos no tenemos una actitud indiferente y pasiva frente a la realidad, sino que sentimos linda o fea, mala o buena.
En ese contexto el concepto de los valores humanos abarca contenidos y significados diferentes y ha sido abordado desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser falso; es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad.
Introducción
En encendidas controversias con los escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no se puede dudar es de la misma duda".
Existe pues la verdad con lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas, cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es una proposición de vigencia universal para cualquiera que tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3 tiene que ser igual a 10, halla San Agustín lo que también en otros casos debe ser verdad para todo espíritu racional, a saber, las reglas, ideas y normas conforme a las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo apriorístico, en lo cual el hombre, frente al mundo y su experiencia, se demuestra superior, libre y autónomo.
El mismo San Agustín que busca la verdad en el interior del hombre, dice a la vez con no menor énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo verdadero es verdadero para tener participación en ella. Considera esta ascensión como prueba que existe Dios y el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo verdadero, el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así Dios es todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a todo, ninguna categoría se le puede aplicar.
San Agustín trata de pensarlo, se le ofrecen inmediatamente dificultades filosóficas. En este caso, habría que admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios, y no es por tanto, una procesión necesaria, como con frecuencia sé repitió contra la teoría de la emanación. San Agustín deja por fin la cuestión en suspenso. Ve que no se puede resolver con nuestros conceptos espaciales y temporales.
Lo que San Agustín escribe sobre el alma, su fina intuición, su arte de ver y dominar las cosas, su penetrante análisis y otras diversas cualidades lo revelan como sicólogo de primer orden. El alma tenía para él especial interés. "A Dios y al alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el primado frente al cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca del cuerpo: el espíritu del cristianismo y su doctrina de la creación no lo permiten. No obstante, para San Agustín el hombre es propiamente el alma. Y así, seguirá pensándose, aun después de que en la alta edad media prospere la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y el alma.
Cuando San Agustín habla en lenguaje religioso, el bien no es para él otra cosa más que la voluntad de Dios. Pero cuando trata de descubrir los fundamentos más profundos, dice: "El bien se da con la ley eterna". Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para los platónicos, también aquí constituyen el fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un orden eterno. No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y el conocimiento es verdadero, con tal que se orienten conforme a este orden eterno.
Siempre tendrá lugar en la historia del mundo
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