Análisis de situaciones y relaciones de fuerza: Gramsci

Universidad de los Andes

Catherine Gómez Ferro - 201318868

Pensadores

Análisis de situaciones y relaciones de fuerza: Gramsci.

En vista de que somos un estado ético, y de que nuestra función principal como tal es la de elevar a la población a un determinado nivel cultural y moral, el cual es correspondiente a las necesidades de progreso y desarrollo de las fuerzas productivas y por consiguiente a los intereses de las clases que se destacan más. Gramsci, en su texto del análisis de las situaciones y relaciones de fuerza, nos muestra la manera de cómo se tiene que detallar y establecer las situaciones  y los distintos grados de relaciones de fuerza, los cuales se prestan para una explicación fundamental de ciencia y arte político. De forma expone lo que se debe entender en política por estrategia, o táctica y por ciencia de la organización de la administración en política.

El elemento de observación serán los diálogos de paz que se realizan actualmente en La Habana, Cuba., entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC cuyo objetivo es buscar la paz social mediante el diálogo, entre otros puntos de discusión. Para poder resolver el problema de las relaciones entre fuerzas, como lo son el Gobierno actual colombiano, y el grupo subversivo de las FARC, quienes han operado en la historia del país por un cierto período de tiempo hay que establecer un análisis acerca de su correlación, moviéndonos en el ámbito del principio de que: ninguna sociedad se plantea tareas para cuya solución no existan ya las condiciones necesarias y suficientes, o que por lo menos, no estén en vías de aparición o desarrollo. Sin embargo será difícil que se establezca una manera exacta, el vínculo dialéctico entre dos órdenes de movimiento, y con mayor razón si el error es grave para la historiografía, ya que será más complejo aún en el tema de política tratándose no de reconstruir la historia pasada, sino de construir el presente y el futuro; los deseos propios y pasiones individualistas constituyen la causa del error, motivo del análisis objetivo e imparcial.

En la “relación de fuerzas” hay que distinguir, por de pronto varios momentos o grados, que son fundamentalmente éstos:

1) Una relación de fuerzas sociales estrechamente ligada a las estructura, objetiva, independiente de la voluntad de los hombres; sobre la base del desarrollo de las fuerzas materiales de producción se tienen las agrupaciones sociales, cada una de las cuales representa una función y ocupa un posición dada en la producción misma. Esta división estratégica fundamental permite estudiar si en la sociedad existen las condiciones necesarias y suficientes para una transformación o cambio, es decir, permite controlar el grado de realismo y de operatividad de las diversas ideologías nacidas en su mismo terreno, en el terreno de las contradicciones que la división ha engendrado durante su desarrollo. Como lo vienen a ser las ideologías que se han desarrollado a lo largo de su inicio en la Guerrilla.

2) Un momento posterior es la relación de las fuerzas políticas, es decir, la estimación del grado de la homogeneidad, de autoconciencia y de organización alcanzado por los diversos grupos sociales. Este momento puede analizarse, a su vez, distinguiendo en él varios grados que corresponden a los varios instantes de la conciencia política colectiva, tal como se han manifestado hasta ahora en la historia. El primero y más elemental es el económico-corporativo: se siente la unidad homogénea y el deber de organizarla, la unidad del grupo profesional, pero todavía no la del grupo social más amplio. Un segundo momento es aquel en el cual se conquista la conciencia de la solidaridad de intereses de todos los miembros del grupo social, pero todavía en el terreno meramente económico. Ya en este momento, las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FARC), le plantean la cuestión al estado, pero sólo en el sentido de aspirar a conseguir una igualdad jurídico política con los grupos dominantes, pues lo que se reivindica es el derecho a participar en la legislación y en la administración, y acaso el de modificarlas y reformarlas, pero en los marcos fundamentales existentes. Un tercer momento es aquel en el cual se llega a la conciencia de que los mismos intereses corporativos propios, en su desarrollo actual y futuro, superan el ambiente corporativo, de grupo meramente económico, y pueden y deben convertirse en los intereses de otros grupos subordinados o movilizados.

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