Apología de Sócrates¨

¨Apología de Sócrates¨                      Rojo Mata Daniel 558

Sócrates es llevado a un tribunal de justicia ya que es acusado, por Melito, de ser una persona que corrompe a la juventud siendo un impío. No obstante, es acusado de no creer en las divinidades del Estado, además de que habla a todos, de dioses con nombre de demonios. Sócrates es una persona muy sabia, se defiende de todas sus acusaciones, aunque finalmente el tribunal lo condena a muerte.

Quisiera aclarar que me gusta la forma en que Sócrates se defiende ante sus acusadores. Puedo afirmar que es una persona muy sabia, que usa muy bien la dialéctica a su favor; lo podemos apreciar cuando se expresa que no hay ningún hombre más sabio que él, según dice el Oráculo, por consiguiente, Sócrates quiere comprobarlo, así que visita a personas que desarrollan una profesión en el Estado, sean políticos, poetas y/o artistas. A los poetas, les cuestiona que es lo que quieren decir sus obras mas trabajadas, estos, no dieron una respuesta concreta, no hubo quien supiese dar razón del significado de dichas obras. Lo mismo sucedió con los artistas.

La actitud de Sócrates es muy valiente; ya que cuando es condenado a morir, se expresa a todos los presentes, del tribunal, de una manera tan orgullosa, no llora, no se lamenta, no comete bajezas. Posiblemente muchos presentes quisieron ver a Sócrates suplicando por su vida, sin embargo, no les dio este placer. Piensa que es un acto cobarde y vergonzoso. Lo dice en la siguiente oración: “Quiero más morir después de haberme defendido como me he defendido, que vivir por haberme arrastrado ante vosotros”.

Me parece que Sócrates no merecía ser condenado a morir.
No porque me haya gustado su defensa, si no por las razones que da a todo el tribunal para callar las acusaciones de Melito, que por cierto estoy de acuerdo que solo quería ver suplicar a Sócrates por su vida, además, pienso que Sócrates es una persona muy sabia, le gusta filosofar, y no creo que haya sido capaz de corromper a las personas a que creyeran en deidades demoniacas. Vuelvo a mencionar que me gustó la defensa de Sócrates, no solo por la forma en que se expresaba, si no también por la congruencia que tenían sus respuestas.

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