Aproximacion Al Fenomeno Pos-moderno

Aproximación al fenómeno pos-moderno

La cultura posmoderna es la cultura del desencanto, del fin de las utopías, de la ausencia de los grandes proyectos que descansaban en la idea del progreso moderno.

La posmodernidad sería un proyecto o un ideal más, sino, por el contrario, lo que resta de la crisis de los "grandes relatos", lo que queda de la clausura de las ideologías. Sino que lo que resta de la crisis de los "grandes relatos", o lo que queda de la clausura de las ideologías, no es sino la imposición de una ideología única; la de la economía de libre mercado, el consumo, el capitalismo duro, neoliberal, de la cual, la condición posmoderna o "posmodernidad" viene a ser algo así como el sustento, la base filosófica necesaria para el disimulo de lo que no es el fin de las ideologías, sino el triunfo de una de las que estaba en pugna.

En la cultura posmoderna se acentúa un individualismo extremo, hasta el nivel del egoísmo más atroz, en un "proceso de personalización" que abarca todos los aspectos de la vida social y que significa, por un lado, la fractura de la socialización disciplinaria y, por el otro, la elaboración de una sociedad flexible basada en la información y en la estimulación de necesidades.

Al hombre posmoderno no le interesa el proyecto histórico y globalizante de la modernidad; sigue actuando, negociando, previendo, pero el proceso en su conjunto parece ahora desprovisto de toda finalidad.

Otra de las características, ligada al hedonismo y narcisismo propios del hombre posmoderno, es que más que nunca antes la consigna es mantenerse joven. El hombre hoy es superficial, más que nunca antes, la frivolidad ha dejado de ser mal vista, y hoy es considerada un atributo, un "valor" en las sociedades posmodernas.

Mientras la modernidad exaltaba el ahorro, la posmodernidad estimula el crédito. Esto facilita el consumo, porque ante la antinomia tener o ser, para la cultura posmoderna soy lo que tengo.

En pocas palabras la sociedad posmoderna es aquella en que reina la indiferencia de masa, donde predomina el sentimiento de reiteración y estancamiento, en que la autonomía privada no se discute, donde lo nuevo se acoge como lo antiguo, donde se banaliza la innovación, en la que el futuro no se asimila ya a un progreso ineluctable.

Los "no lugares" son esos lugares característicos de nuestro tiempo. Los "no lugares" son aquellos que no pueden definirse como espacios de identidad, no como relacionales o históricos.

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