Aristóteles parte del ser individual, al observar seres particulares ve el hecho claro de que todo ser cambia. En todo cambio hay un sustrato, un sujeto que no cambia.
Enviado por Nicollayeleen • 30 de Junio de 2017 • Documentos de Investigación • 2.407 Palabras (10 Páginas) • 253 Visitas
La Metafísica: Análisis del Ser
Aristóteles se propone realizar un profundo análisis del Ser, de todo ser. Ante el problema presocrático (ser y cambio, Parmenides-heraclito), Platón había creído encontrar la solución en el mundo de las Ideas (lo que permanece) y el mundo sensible (lo que cambia).
Pero Aristóteles se pregunta: ¿Cómo explicar el ser de las cosas si *el ser*, según Platón, no está en ellas mismas?; ¿Cómo explicar el movimiento si las ideas son estáticas?
Aristóteles inicia su reflexión desde la observación directa. Su proceso es de abajo arriba, lo contrario de Platón, que procedía de arriba abajo. No parte del mundo de las Ideas, sino desde la realidad concreta de cada ser. Él es un gran biólogo y está acostumbrado a observar la vida de los animales.
La Sustancia y el Accidente:
Aristóteles parte del ser individual, al observar seres particulares ve el hecho claro de que todo ser cambia. En todo cambio hay un sustrato, un sujeto que no cambia.
La sustancia es lo que permanece de tras de toda mutación, esta es la naturaleza o el principio fundamental del ser. Una sustancia no es la suma de los elementos que la componen sino algo distinto de ellos. La sustancia es el principio constitutivo del ser entero, en su integridad absoluta.
Los accidentes dependen de la sustancia para poder existir. Aquella es, un ser en sí y este es un ser que tiene que existir en otro.
Existen dos sustancias:
- La Primera: lo particular (esta mesa, este árbol o Juan)
- La Segunda: lo universal (no Juan, sino el hombre)
El ser tiene explicación desde lo particular y lo universal, no se da por una parte la sustancia primera y por otra la segunda.
La Potencia y el Acto:
Surge al enfrentarse con el problema de la explicación física del movimiento. Naturaleza no es un ser estático pero tampoco es todo movimiento.
Aristóteles afirma que la naturaleza es el principio del movimiento y del cambio. Esta tiene una fuerza interna que hace que crezca, se desarrolle, cambie, se transforme.
Si no hubiera potenciabilidad, el movimiento, el cambio, la acción, serían imposibles.
En todo ser se puede considerar dos aspectos:
- Lo que ese ser ya es: acto
- Y también, su poder llegar a ser lo que todavía no es: potencia
El movimiento es el paso de la potencia al acto.
El ser en acto procede del ser en potencia.
Ejemplo: Si cerramos los ojos no vemos, pero tenemos la capacidad, la potencia de ver.
El Hilemorfismo:
Es la doctrina que contempla la realidad física, natural, concreta, como compuesto de materia y forma. Solo se trata de seres físico, no espirituales.
Tienen materia y forma (la casa, hombre y mármol), son dos principios que forman un todo sustancial, un solo ser. Toda sustancia corporal, concreta es un compuesto de materia y forma; estas no se pueden separar.
La materia no puede existir por si sola sino siempre unida a otro coprincipio sustancial que es la forma.
- Materia Segunda: es la materia física (madera, mármol, bronce, etc.), es perceptibles por los sentidos.
- Materia Prima: es algo no perceptible por los sentidos sino solo por la inteligencia.
Aristóteles da prioridad a la forma sobre la materia; ella es la esencia del individuo.
Análisis de Las Causas:
El ser es dinámico, es actividad, tiene una naturaleza que es principio de actividad; y es precisamente en las causas donde aparece el aspecto dinámico del ser.
Causas son todos aquellos factores que son necesarios para explicar un proceso cualquiera.
Las causas pueden ser:
- Intrínsecas: causa material (el algo indeterminado que puede llegar a ser cualquier cosa); causa formal (se identifica con la esencia y la naturaleza).
- Extrínsecas: causa deficiente (si no hubiera causa deficiente, nunca podría haber movimiento o cambio; es el que hace que pase de una forma a otra, tiene un sentido dinámico). Causa final (es el final por el que se hace algo, todo movimiento, todo cambio siempre se hace en vista a un fin.
Antropología de Aristóteles
El conjunto de Cuerpo y Alma: una unión sustancial
Es un conjunto sustancial, el cuerpo funciona como una materia y el alma como forma. Cuerpo y alma no son la suma de dos entidades, sino una nueva que se llama Hombre.
Las actividades de esta nueva sustancia son actividades humanas, ni solo materiales ni solo espirituales.
El alma es un principio vital, tener vida es tener movimiento por sí mismo. Aristóteles da prioridad al alma sobre el cuerpo; el cuerpo existe por el alma y en orden al alma.
No es el alma lo que siente o piensa, sino todo el Hombre, gracias al alma; la afirmación de la total unidad del ser vivo.
Se distinguen tres clases de alma:
- Vegetativa: propia de las plantas; lleva en si la función del crecimiento, nutrición y reproducción.
- Sensitiva: propia de los animales; supone un orden más alto en la jerarquía de los vivientes: los animales tienen apetencias, deseos, percepciones sensibles y movimiento local.
- Racional: propia del Hombre, tiene la capacidad de pensar y entender.
Su Epistemología:
Como no admite prexistencia del alma, explica conocimiento a partir de los datos que le proporcionan los sentidos. El alma racional no puede pensar nada sin representaciones que entren por los sentidos (no hay nada en el entendimiento que no estuviere en los sentidos).
Se distinguen varios niveles de conocimiento:
- Sensación: produce memorias sensitivas.
- Imaginación: del recuerdo nace en los hombres la experiencia.
- Experiencia: es la coordinación racional de las sensaciones.
- Entendimiento: facultad racional discursiva. Entendimiento pasivo: los sentidos actúan como potencia; entendimiento activo: extrae los conceptos que percibe el entendimiento pasivo, se mueve y pasa de la potencia al acto…
La Ética de Aristóteles
Toda ética parte de una concepción del ser humano, es decir, de una antropología. Y, por supuesto, todo ser humano hace referencia a un Hombre concreto que se sitúa en un marco histórico concreto, social, político, cultural, etc.
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