Aspectos Éticos y Legales en el Acto Médico Eutanasia

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Universidad del Este

Escuela de Estudios Técnicos

Ensayo: Eutanasia

Maritza Quiñones Rivera

Dra. Nydia Feliciano, MD

SMEC230

Aspectos Éticos y Legales

Aspectos Éticos y Legales en el Acto Médico

Eutanasia

Fundamentalmente, la eutanasia es el derecho al buen morir.  “La eutanasia consiste en ayudar a una persona a tener una muerte humanamente digna en correspondencia con su voluntad y sus propias convicciones, siendo considerada por algunos autores “la praxis de la muerte asistida”.  Este concepto lleva implícita la manipulación de la vida y de la muerte por parte de la medicina, al igual que la prolongación del sufrimiento a través del mantenimiento artificial e innecesario de la vida, por ello resulta imprescindible crear un ámbito de discusión del tema para saber qué hacer de nuestras vidas y también para, llegado el caso, defender el derecho a elegir el momento de la propia muerte”.

Eutanasia es una práctica que tiene siglos ejecutándose, con la finalidad de ayudar a pacientes enfermos que sufren por causa de una enfermedad degenerativa, irreversible y mortal.  El aspecto médico, legal y religioso en relación a la decisión de poner punto final a una vida o terminación de la vida de un ser humano, debe ser escuchado y respetado conforme a la voluntad y deseo del paciente.

El medico tendrá el deber y obligación de agotar todos los recursos y conocimientos para aliviar o curar al paciente, pero si nada de lo antes expuesto logra un resultado de beneficio al paciente, se lo informara y será el momento del paciente para decidir el próximo paso en su vida. La decisión del paciente y su deseo de cómo vivir o terminar su vida debido a su condición de salud debe ser voluntaria, sin influencias, sin presiones y sin síntomas de depresión.

En el aspecto legal, debe enfocarse en que toda decisión medica este dirigida a garantizar el bienestar del paciente y su voluntad a seguir viviendo una vida no tolerable o poner fin al sufrimiento. Garantizándole al paciente paz y tranquilidad dentro de su condición. Si el paciente decide terminar con su vida y solicita ayuda médica, el medico pueda asistirle sin consecuencias legales.

Desde el punto de vista religioso, respetamos y reconocemos  que el principio de que DIOS nos da la vida y es el único que la puede quitar. Pero una excepción a este principio debe ser respetada y escuchada. Nos referimos en los casos cuando ya la medicina no presenta más opciones, el medico te lo informa, y tu deseo es terminar con tu vida de una forma digna.

Tener vida es un privilegio, vivirla dignamente y con salud es el deseo de todo ser humano, pero cuando situaciones imprevistas de salud cambian esa forma de vida, debes detenerte y analizar cómo vivirla. Tu deseo a realizar y desear la mejor calidad de vida es tu opción y tu decisión debe ser respetada.

La eutanasia es sinónimo de una buena muerte o muerte sin dolor y sufrimiento. En este proceso se facilita o se acelera la muerte de un paciente desahuciado para evitar sufrimiento o dolor, con o sin el consentimiento del paciente. La eutanasia podría tener connotaciones y consecuencias morales, éticas, legales, religiosas y médicas, las cuales podrían afectar de una forma u otra al paciente, su calidad de vida, la familia y al personal médico que estuvo involucrado en la misma.

Es contradictorio el decir que debería existir una buena muerte, sin embargo hay que analizar las razones de la misma, ¿cómo puede ser mejor un final de vida? ¿Cómo se mantendría la dignidad de un paciente al momento de morir? Estas son algunas de las preguntas que nos debemos formular para poder definir lo que es una buena muerte; debería ser una en la cual exista una enfermedad terminal, donde el paciente en su sano juicio determina que no quiere más dolor o sufrimiento y decide acabar con su vida, de una manera ordenada, digna y despidiéndose de sus seres queridos. Un ejemplo ideal sería el fin de una vida de un paciente el cual adquirió una enfermedad mortal que no tuvo cura y las complicaciones comprometieron la calidad de vida del paciente a tal punto que el seguir con vida sería detrimental para la dignidad y la vida misma del paciente.

La moral de la sociedad cuando nos referimos a la eutanasia nos crea conflictos y pudiera ser ambigua en cuanto a lo que hemos aprendido a través de la vida. Nuestra razón de existir desde que nacemos nos dictamina el mantener, crear y sostener la vida a cualquier costo. Por esta razón existen los hospitales, los médicos, las enfermeras, las farmacéuticas, las medicinas, los remedios caseros, en fin múltiples alternativas para mantener la vida saludable. Sin embargo, también nos ofrece la alternativa de finalizar una vida desahuciada luego de agotar todas las alternativas. Además, la ética diferencia lo que es correcto de lo que es incorrecto; lo cual nos abre otra puerta para también tomar la decisión que creemos correcta o necesaria en determinado momento. Esta decisión sobre la eutanasia tendría que ser moralmente aceptada por la sociedad, o sea que la ética y la moral van de la mano.

Siempre hemos tenido presente como sociedad que nadie tiene derecho a matar, que esto va contra las leyes. Por lo tanto en los países donde se acepta la eutanasia tiene que haber un procedimiento jurídico, con motivo, causa y resolución. Es un procedimiento legal donde se solicita al estado o país una orden del juez para poder practicar la eutanasia. El no mostrar causa y no obtener una resolución de la corte conllevaría a que no se puede practicar la misma y seria en contra de las leyes el quitar la vida. Recientemente en Puerto Rico hubo un paciente con un tumor cerebral que es inoperable, este paciente viajó en múltiples ocasiones a

Colombia donde mantuvo un caso de solicitud judicial para que se le practicara la eutanasia en este país.

El querer practicar la eutanasia te pone de frente a la religión y las personas que en esto creen, se considera suicidio y va en contra de lo que dicta su creencia de vida. El suicidio es considerado un pecado, en el cual el espíritu va al infierno y no hay salvación. Estas creencias nos han sido enseñadas a través de los siglos por las diferentes religiones, para ellos nadie puede quitar la vida más que su Dios, su Alah u otro ser supremo. Además, existe el mandamiento de no mataras, lo cual nos lleva a pensar que tampoco según las creencias un médico tiene la potestad de quitar la vida por medicamentos o desconectar las máquinas de un paciente. Por otro lado la religión de los testigos de Jehovah nos levanta algunas dudas en cuanto a la vida se refiere, debido a sus creencias religiosas. Por ejemplo un paciente de esta religión que ha sido operado o ha tenido un accidente y está perdiendo mucha sangre según sus creencias no acepta transfusiones de sangre. Esto puede ser parecido a la eutanasia en sentido de que no se resuelve el problema para mantener la vida del paciente, al no transfundirle sangre. Sin embargo si fuera un menor de edad la corte puede emitir una orden para la transfusión de sangre y mantenerlo con vida.

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