Autoridad del Estado y libertad del individuo.

Introducción:

        Hoy en día la sociedad se encuentra organizada de manera muy compleja, con el principal objetivo de crear y mantener la armonía en nuestra convivencia diaria,  nos hemos organizado para asignar comités, sindicatos, parlamentos, consejos o diversos grupos que se encarguen de distintas obligaciones de importancia social, algunos tienen la enmienda de crear leyes que delimiten y restrinjan el actuar del individuo dentro de la sociedad, otros tienen el objetivo de juzgar e impartir justicia a aquellos que de manera insatisfecha le solicitan al estado una atención especial para poder instaurar lo que se supone que a cada uno le corresponde, y por último se encuentra aquel individuo que  se le consigna la ejecución de los programas sociales para mantener y dirigir al país en busca del desarrollo y progreso con el objetivo único del bienestar de la sociedad en general.

        Es como con antelación se describía ésta la integración del Estado Mexicano,  conformada por un poder organizado en funciones Legislativa, Judicial y Ejecutiva, destinados para salvaguardar la armonía y prosperidad de la sociedad mexicana. Esta forma de autoridad moral nombrada “El Estado” en toda su conjunción es asignada por los propios ciudadanos de una manera consensada y democrática, puesto que cada ciudadano cuenta con requerimientos distintos, son postulados diferentes individuos según para el cargo que estos busquen,  dichos individuos se encuentran integrados en partidos políticos.  

        A partir de la idea de que el poder se otorga a quienes nosotros los ciudadanos designamos en nuestra gran mayoría, cabe hacer una pregunta, ¿Si otra persona decide por mí, puesto que yo fui de la minoría que voto por otro candidato, en donde se encuentra mi libertad de decisión si ésta ha sido ignorada?. Pero más aún importante que éste aspecto, se encuentra la propia esencia del problema, que es el transferirle el poder al estado para coaccionarnos a realizar o cumplir con los requerimientos de las leyes que han sido creadas de manera heterónoma, que nos deja con la gran intriga de saber si el beneficio que se busca con ellas es para mí o para la mayoría y/o para quien ha creado la misma ley.

La idea de el Estado muchas veces parece lacerar el concepto de nuestra Libertad, pues ¿quién en su sano juicio quisiera por voluntad propia restringirse en sus decisiones y limitarse en su actuar frente a la sociedad entera?. Teniendo que tomar en cuenta cada aspecto que aquella decisión pudiera afectar en otros individuos.

        La discrepancia que existe entre el Estado y La libertad pudiera consistir en que la filosofía aún no logra definir concretamente lo que es la libertad, puesto que cada sujeto interpreta mediante su verdad la realidad de lo que para él es importante para lograr alcanzar la libertad y los elementos que la constituyen.

        El humano también la mayoría de las veces se decanta por ejecutar aquellas decisiones que solo ven por sí mismo, sin tomar en cuenta las afecciones a  otros individuos, he aquí la fina línea entre libertad y libertinaje, paradoja que embarulla de manera contundente la racionalidad de lo que debe buscar el individuo, por una parte su propio bienestar y por otra la del semejante.

        Para darle un poco de nitidez a esa línea habrá que definir los significados de ambas contrapartes, por un lado La Libertad y por otro el Libertinaje.

Libertad (Según la Real Academia de la Lengua Española):

(Del lat. libertas, -ātis).

1. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.

Libertinaje (Según la Real Academia de la Lengua Española):

(De libertino).

1.  Actitud irrespetuosa de la ley, la ética o la moral de quien abusa de su propia libertad con menoscabo de la de los demás.

        La definición anterior de Libertad está compuesta por los elementos más importantes que denotan a la libertad como lo que es; una facultad o derecho natural del hombre para hacer o no hacer lo que le plazca, pero que como toda facultad o derecho también conlleva responsabilidad.

        En el significado último de la palabra libertad nos es mostrada la palabra responsabilidad, pero responsabilidad ¿sobre qué?,  puesto que nosotros decidimos que hacer con nuestra libertad y nadie más.

        La clave que nos traza la línea contrastante entre la libertad y el libertinaje es; el hecho de que la definición nos advierta que conlleva responsabilidad, responsabilidad ya que la libertad es un derecho humano, y con ello quiero decir que como cualquier otro derecho, éste se limita hasta donde empieza el derecho del otro ser.

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