Balanza De Proporciones Equilibradas

BALANZA DE PROPORCIONES EQUILIBRADAS

Conceptos como el racismo, la violencia, discriminación y exclusión han sido de gran relevancia alrededor del mundo a lo largo de la estructuración de las primeras sociedades que habitan el mundo. Las minorías étnicas se crean como una solución evidente y para aquellos que quieran hacer parte, es una vía clara al rechazo de parte de aquellos que no consideran las disimilitudes y derechos de cada individuo.

El multiculturalismo nace de la búsqueda de fomentar la aceptación por religión, cultura, o raza, por lo que interviene como proposición de organización social con la finalidad de apreciar el derecho al pluralismo cultural de todas las personas, y mediante este se presentan modelos de reconocimientos de diferentes autores que muestran diversas soluciones frente a las minorías culturales con concordancia a los problemas del liberalismo.

Por un lado se encuentra Habermas, quien muestra que no es necesario que se fijen los derechos colectivos para que se contemplen las igualdades de derechos e identidades colectivas en minorías étnicas, esto quiere decir que propone una política de reconocimiento donde se resguarde la identidad de las personas, sin descuidar los factores que intervinieron en la formación del individuo.

Will Kymlicka sugiere que la concepción liberal de la justicia debe poseer derechos y libertades individuales como los diferenciados de grupo, es decir, que las minorías étnicas logren derechos particulares; muestra como argumentos de defensa a este postulado que el modelo liberal, al sostener que los derechos de las minorías se aseguren al mismo tiempo que se aseguren los derechos políticos y civiles de las personas, no abarca la realidad diferente que mantienen las mismas.

Por otra parte Taylor expone dos modelos de liberalismo dirigidos a la solución de la dificultad; el primero de ellos es el modelo de política de la dignidad que niega a los miembros minoritarios, este se aplica en términos de que somos seres iguales y con los mismos derechos, con esto se debe afirmar que el Estado no puede fomentar o promover ninguna concepción particular, a lo cual se le denomina como un criterio de neutralidad. Mientras que el otro modelo es su contrario, que es el de la política de la diferencia, plantea que cada individuo y cada grupo poseen unas particularidades que deben respetarse, entonces el Estado debe proteger estas prácticas, tradiciones y valores.

Viendo que son dos soluciones totalmente opuestas pero que presentan una solución acertada a esta problemática; uno postula el respeto a la diversidad cultural, por el contrario del otro que niega el reconocimiento pero dice que al ser todos iguales, ninguno es más que otro.

Al comparar estas complejas y múltiples soluciones, considero que el principal obstáculo está en que, no es necesario anexar derechos colectivos además de los civiles y políticos para

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