Bioetica: Dignificar la muerte, es dignificar la vida

BIOETICA.

DIGNIFICAR LA MUERTE, ES DIGNIFICAR LA VIDA.

Por Marco Vinicio González Delgado.

La Bioética es el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, en cuanto que dicha conducta es examinada a la luz de los valores y de los principios morales, en relación con la tecnología y la biología.

El surgimiento de la Bioética como disciplina científica se origina a partir del acelerado ritmo de los avances científicos y técnicos en ramas como: la Terapia Intensiva, la Trasplantología, la Biología Molecular, la Ingeniería Genética, las Tecnologías Reproductivas y las Neurociencias, así como por la exagerada comercialización de la medicina, el creciente peligro de la deshumanización ante el tecnologismo desenfrenado, la injusticia social en la asignación de recursos y el acceso desigual a los servicios de salud.

En lo esencial el amor, la pureza y el desinterés al ejercer las acciones de salud, continúan siendo valores plenamente vigentes en nuestra sociedad ya que probablemente el Juramento Hipocrático ya no sea literalmente válido para nosotros.

Analizando el Juramento Hipocrático, las dos primeras oraciones del cuarto párrafo se refieren a valores decisivos para la profesión médica: “No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fármaco letal, ni haré semejante sugerencia”. “Igualmente, tampoco proporcionaré a mujer alguna, un pesario abortivo”. Así se define el compromiso de la profesión médica de proteger la vida por encima de todo. Hoy en día pocos juramentos médicos en el mundo incluyen el tema de la eutanasia y aborto, lo cual es el reflejo de los cambios de actitud en la sociedad.

Cuando el paciente pide “que esto acabe” puede querer decir que no desea seguir viviendo, pero también puede querer decir que desea que alivien su dolor y le den muestras, si no de amor, por lo menos de atención.

Dar muerte al enfermo que lo pide no es necesariamente respetar su libertad; si no tomarle la palabra, responder con un acto mortal a lo que en muchos casos es una petición de auxilio.

Dos tendencias aun en vigor en la actualidad deben repudiarse: Por un lado la practica desenfrenada del ensañamiento terapéutico, cruel, grotesco, inútil, que prolonga la vida a cualquier precio, y también el deseo irresistible del ensañamiento eutanásico, (eutanasia) que cede con demasiada facilidad a la desesperación y a la pulsión de muerte.

Etimológicamente, eutanasia significa buena muerte natural. La eutanasia ha ingresado en el campo de la medicina e implica actualmente el acto u omisión destinados a provocar la muerte del paciente que experimenta un sufrimiento insoportable.

Debemos entender que aunque alguien no debe ser forzado a permanecer con vida, se extrae el resultado inevitable de la muerte

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