BÚSQUEDA IMPLACABLE

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Resumen:

Al igual que el personaje de la película que vimos antes de salir de vacaciones, el cual, fue en una “búsqueda implacable” a por su hija raptada, aquí, Salomón, busca arduamente responder ¿Por qué y para qué vivir? ¿Qué sentido tiene esforzarse? ¿Qué se gana con ser más sabio si al final todos volveremos al polvo donde aquel que se halle muerto nada sabrá y poco le recordarán? Y muchas otras preguntas, que, para tratar de darles solución, recurre a las “cosas materiales”, a lo que muchos llamarían “los placeres materiales”, mas para Salomón, todo le resulta en vanidad y más vanidad.

Y concluye su libro argumentando que el único deber del hombre es venerar a Dios y guardar los Mandamientos, y hacer notar que lo material no tiene sentido.

Interpretación:

No son necesarias fechas históricas para darse cuenta, de que, quien escribe es una persona ya muy “experimentada”, que detalla lo vacío que es la vida desde su punto de vista, de cómo “generación va y generación viene, pero la tierra permanece igual para siempre”, que sabe que no siempre la justicia está en lo correcto. Sin lugar a dudas, es un texto que, en su debido tiempo, me hizo reflexionar detenidamente ¿Cuán equivocado estaba al pensar que la felicidad la alcanzaría en las riquezas materiales y bajo mis propios méritos?

Sin embargo, Salomón me convencía cada vez más de la vanidad de mi pensamiento, de que sin ayuda divina, todo estaba perdido, correría tras el viento, y mientras él se aventuraba en los “placeres mundanos”, demostrándome lo falsos que eran, pensé, ciertamente era un rey sabio.

Busqué el significado bíblico que se le podía dar a vanidad: orgullo de tus propios méritos, falsedad, inutilidad. Después de eso, pude interpretar de mejor manera a que pudo referirse con que “todo es vanidad”, las “riquezas” que obtenemos son simples logros inventados que sirven para rellenar ese vacío que tenemos, para compensar, lo que Salomón “buscaba”, la felicidad.

Conclusión:

Me fue difícil pensar en una conclusión con la que evitar repetir lo ya dicho, de que para Salomón, la felicidad está en quien está para con Dios y no en aquel que la busca en las vanidades.

Podría sacar varias ideas con las que culminar este intento de ensayo, mas no hallé mejor final, que hacerme esta pregunta ¿Y tú, eres feliz?

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