C1 Savater

el autor nos dice lo que sintió cuando supo que él también iba a morir por primera vez, a desaparecer aunque fuera dentro de muchos años, sentía como su mortalidad había comenzado en el momento que se percató que iba a morir y fue cuando empezó a pensar; años antes había visto un cadáver en una iglesia a la que iba con su familia, a él le dijeron que iría al cielo, pero ¿si aquí se vive y aquí es donde estás muerto? explica el autor: cuando eres niño te crees inmortal y a veces omnipotente pero cuando maduras es cuando le planteas la muerte; explica que el ser hombre es sinónimo de mortal ósea saber que vas a morir, la muerte es lo que hace que le demos importancia a la vida.

Desde hace varias generaciones la filosofía suele iniciar con “todos los hombres son mortales” la muerte pero resuelve el prototipo de lo necesario en nuestra vida, nadie puede morir por otra persona.

Al nacer traemos al mundo lo que nunca había sido, al morir nos llevamos lo que nunca volverá a ser; nadie es tan joven para morir, ni tan viejo que no pueda vivir un día más.

Cuando uno se plantea que después de la muerte exista una vida, viene dada porque soñamos, tenemos pesadillas, la muerte es inevitable y personal y todos pasamos por ella.

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