CUALES SON LOS PROBLEMAS DE LEGITIMACION EN EL CAPITALISMO TARDIO
Enviado por ddd93 • 17 de Octubre de 2015 • Ensayo • 7.404 Palabras (30 Páginas) • 161 Visitas
INTRODUCCIÓN
La política es el aspecto de estructuración de hábitos y comportamientos legales, es el fundamento de lo social pues, sin ella, no puede haber una sociedad viable. A través de la historia, la política ha sido entendida de diferentes formas. En las sociedades antiguas, la fundamentación de la política descansaba en una comunidad existencial entre los hombres en tanto a ciudadanos, tal como lo planteaban Platón y Aristóteles. Desde el punto de vista de la esencia, se trata de sociedades compuestas por hombres que tienen un comportamiento excelente. Sin embargo, en la época moderna, los hombres ya no se miden conforme a la esencia y surgen diferentes teorías que van conceptualizando diferentes modelos de política.
Para Thomas Hobbes, el sentido de la política es evitar que los hombres se maten entre sí, a través de un pacto de sometimiento al Estado (el Leviatán), a las leyes y a las instituciones. Kant, por su parte, afirma que la propia maduración de la sociedad hae que la gente busque cumplir con su deber. El modo de actuar a través del imperativo categórico, es decir, actuar de tal manera que lo que se haga pueda ser universalizable (que tiene que hacerlo cualquier otro), es un modo de actuar político. Esta es la manera mediante la cual el hombre puede politizar o actuar conforme al deber. Otra forma moderna de fundamentación política es la dictadura del proletariado, derivada de la lucha de clases inherente a toda la historia de la humanidad que plantea Karl Marx. Al venderse la fuerza de trabajo a un medio de producción privatizado mediante un salario, se crea una sociedad dividida en una lucha de clases, que tiene que ver con la apropiación capitalista.
Mientras que el hombre antiguo era esencial, el hombre moderno se entiende en el sentido de la voluntad. La situación contemporánea muestra una socialización intensiva, polifacética, expresada en una intensa organización, diversos grupos de interés, grupos de presión, minorías, es decir, un pluralismo caótico. Además, en las sociedades contemporáneas, se observa una pérdida del sentido de autoridad. El entorno se vuelve complejo y los sistemas caen en un déficit imparable. Jürgen Habermas afirma que las sociedades contemporáneas son deficitarias en términos de legitimación de las decisiones públicas con respecto a los problemas sociales planteados. Al hecho de reducir o manejar esta complejidad sistémica se le denomina Gobernabilidad. Pero ésta no ocurre directamente entre sociedad, gobierno y Estado, sino que viene de la mano de un cuarto elemento que sólo está presente en las sociedades actuales: El Sistema Político.
LA POLÍTICA DELIBERATIVA COMO MEDIO PARA ELEVAR LA GOBERNABILIDAD.
El sistema político político surgue históricamente, sobre todo, de la mano de los partidos políticos, además de organizaciones empresariales y organizaciones sociales, que fungen como actores colectivos que estructuran el sistema político. La crisis de gobernabilidad o, como se le conoce, ingobernabilidad, tiene lugar dentro del sistema político, el cual absorbe las demandas de la sociedad y las enfrenta al gobierno para que las resuelva. Las instituciones y las leyes deben funcionar responsablemente dentro de un sistema político que procese demandas y soluciones. El sistema político es el escenario donde se procesa la gobernabilidad de una sociedad. El desafío para éste es crear una gobernabilidad legítima y que motive a la gente para lograr aceptación. Mediante el procesamiento de demandas y soluciones viables que convenzan, motiven y creen una identificación de la sociedad con el sistema político, se puede dar la gobernabilidad legítima.
El funcionamiento sistémico de la sociedad se trata de la relación entre sistema y entorno. La integración sistémica viene a ser la reducción de la complejidad que el sistema hace del entorno. Si la sociedad no tiene un funcionamiento sistémico, ésta terminará teniendo el modelo hobbesiano del hombre lobo del hombre. Es necesario que este funcionamiento opere para conservar el sistema. Las sociedades están en un continuo proceso de integración sistémica (idea de la racionalización).
Jürgen Habermas plantea que, además de esta crisis de legitimación, existen otros tres teoremas sobre la crisis: económica, de racionalidad administrativa y de motivación. La crisis económica es, sobre todo, una crisis capitalista devenida de las múltiples maneras de extracción de la plusvalía y de realización del capital en todas sus variables. La crisis administrativa tiene que ver con problemas de gestión de las políticas públicas, es decir, hay muchos problemas y, a la vez, un déficit de soluciones. Cómo resolver problemas es la intríngulis de la crisis administrativa. La crisis de motivación se basa en la alteración del sistema sociocultural (el que da la identidad), lo cual se vuelve disfuncional para el Estado.
[…] sólo un rígido sistema sociocultural, que no pueda ser fácilmente instrumentado para satisfacer necesidades administrativas, explicaría que una penuria de legitimación se convirtiese en una crisis de legitimación. Por consiguiente, podrá predecirse una crisis de legitimación solo si aparecen expectativas sistémicas que no pueden ser satisfechas con la masa de valores disponible o, en general, con recompensas conformes al sistema. En su base ha de encontrarse, entonces, una crisis de motivación, o sea, una discrepancia entre la carencia de motivos, experimentada por el Estados y los sistemas de formación y de profesiones, y la oferta de motivación generada por el sistema sociocultural.
Hablo de crisis de motivación cuando el sistema sociocultural se altera de tal modo que su output se vuelve disfuncional para el Estado y para el sistema de trabajo social.[1]
Las sociedades contemporáneas están estructuradas a través de un privatismo civil, es decir, que hay una tendencia a ser ciudadanos en tanto se pagan impuestos, existe una sujeción a las leyes, hay una participación en las elecciones, etcétera, pero hay poca participación en el sistema político de legitimación.
La contribución motivacional más importante, característica de las sociedades del capitalismo tardío, consiste en los síndromes de un privatismo civil y de un privatismo profesional centrado en la familia. Privatismo civil significa que los ciudadanos se interesan por los rendimientos fiscales y de seguridad social del sistema administrativo, y participan poco –aunque de acuerdo con las posibilidades institucionalmente prescritas- en el proceso de legitimación (elevada orientación hacia el output versus escasa orientación hacia el input). El privatismo civil corresponde entonces a las estructuras de lo público despolitizado.[2]
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