CUANDO ESTÁS MUY ESTRESADO

Estrés. Prisa. (Respira profundo). Ansiedad. Preocupación.

¿Te identificas?

Yo sí. Vivimos en un mundo que se rehúsa a detenerse. Escuela. Trabajo. Familia. Amigos. Responsabilidades. Vida social. Puedo continuar con una lista de cosas que absorben tu tiempo, pensamientos, y energía…

Muchos de nosotros, no tenemos tiempo para detenernos y disfrutar un momento de descanso porque la lista de cosas que hacer nunca termina. Vivimos día a día yendo de arriba para abajo con prisa para completar lo que es necesario y nos agotamos. Pero es necesario que descansemos.

En Marcos 6, después de predicar en muchos pueblos y después de venir de un camino largo, los discípulos regresaron a Jesús para decirle lo que hicieron. Y en respuesta, Jesús les dijo a sus discípulos:

“Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco.”

(Marcos 6:31)

Jesús sabía que necesitaban tiempo para recuperarse antes de que comenzaran a trabajar otra vez. Señores, para nosotros hoy, el descanso todavía es necesario.

Además, deberíamos incluir a Jesús en nuestro tiempo de descanso. Porque en estos momentos de tranquilidad, Él nos recuerda cual es el enfoque correcto en nuestra vida y esto nos lleva a no preocuparnos por cosas triviales.

Él nos recuerda que el mundo no gira alrededor nuestro, que podemos depositar toda ansiedad a sus pies, que el trabajo siempre es para Él, y que en medio del estrés y cuando estás muy ocupado, Él es quien ofrece paz que sobrepasa todo entendimiento.

Pidámosle a Dios fuerza para trabajar duro pero también sabiduría para saber cuando descansar. Y en este tiempo de descanso, aprovechemos para disfrutar estar en su presencia, recargar energías, y después de un tiempo continuar trabajando para su gloria.

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