Cantos XI Y XII Odisea,

1. Argumento: qué sucede, dónde, cuándo, quiénes son los protagonistas, quién es el narrador.

El canto XI narra el descenso al hades por parte de Odiseo y sus hombres y el XII encuentro con Las sirenas, los monstruos Escila y Caribdis, la llegada a La Isla de Helios y más tarde a la de Ogigia.

Circe recomienda a Odiseo que antes de partir a Ítaca descienda al hades para ser aconsejado por Tiresias, adivino ciego tebano. Así pues, Odiseo parte al destino fijado por la diosa y, una vez allí, tras hacer los pertinentes sacrificios, recibe los consejos del adivino así como historias de diversas mujeres ( emparentadas la mayoría de ellas con grandes héroes) y las de conocidos combatientes de la guerra de Troya ( Agamenón, Aquiles, Ajax...).

Una vez hecho esto, Odiseo vuelve a la isla de Circe (para hacer los ritos funerarios a uno de sus hombres, al que se encuentra en el hades), donde ésta le anuncia lo que le deparará su próximo viaje. En primer lugar, le advierte sobre las sirenas (mitad mujer, mitad pájaro) quienes atraen a los hombres con sus cantos y le explica cómo debe evitar ser atraído por ellas (poniendo cera en los oídos de sus hombres y haciendo a estos que le ataran fuertemente al mástil del barco). En segundo lugar, le explica como escapar de los monstruos Escila y Caribdis. Y, por último, le aconseja que, al llegar a la isla de Trinacia (isla del sol) no toque a ni un solo componente del ganado que allí encontrarían, ya que este pertenecía al sol.

Tras pasar con Éxito los dos primeros desafíos los hombres de Odiseo desobedecen sus ordenes de no tocar las reses del sol y sacrifican algunas de ellas, por este motivo el sol pide a Zeus que hunda los barcos de Odiseo para matar así a sus hombres, y así lo hace el dios, dejando a Odiseo solo, rumbo a la isla de Ogigia.

Teniendo en cuenta que existen dos espacios temporales (el presente, en el hogar de Alcínoo y, el pasado en la historia que cuenta Odiseo) hay diversos escenarios: la morada de Alcínoo, la isla de Eea, el Hades, la isla de Trinacia y Ogigia.

Los cantos transcurren entre las últimas 6 semanas del viaje de regreso de Odiseo a Ítaca.

El principal personaje de la historia y, en particular de estos dos cantos, es Odiseo por las diversas situaciones a las que los dioses le someten.

En los cantos electos (XI y XII) se encuentran dos tipos de narrador. Por una parte, el narrador en tercera persona, que a su vez es omnisciente y externo, aparece en algunos fragmentos de estos cantos. He aquí un ejemplo:

“Así habló. Entonces todos quedáronse quietos y en silencio. Estaban subyugados por el encanto en las salas sombrías. Y entre ellos tomó la palabra Arete de blancos brazos”. Pag 240.

Aquí se hace referencia al verbo subyugar, referente a los sentimientos de las personas a las que se refiere (omnisciencia). Los verbos en tercera persona muestran que el narrador no es quien está realizando la acción y que, además, no participa en la historia.

Por otra parte, Odiseo hace a su vez de narrador cuando cuenta a Alcínoo sus aventuras:

“ Así decían desplegando su bella voz. Y mi corazón anhelaba escucharlas, y ordenaba a mis compañeros que me desataran haciendo gestos con mis cejas.” Pag 258

Por el contexto sabemos que es Odiseo el que habla en primera persona en este ejemplo, cuando atraviesa el lugar donde se encuentran las sirenas con sus bellos cantos.

2. El estilo de los poemas: ejemplos de símiles y de epítetos. Explica el contenido y la función de uno de los símiles; y el contenido de dos de los epítetos, poniéndolo en relación con el personaje al que se refieren.

Símiles:

“A mis lados fueron asesinados otros compañeros, sin piedad, como cerdos de blancos colmillos a los que sacrifican en la casa de un hombre opulento y muy poderoso para una boda o un banquete colectivo o una esplendorosa fiesta.”

“Como cuando sobre un saliente un pescador de larga caña arroja como señuelo para los peces pequeños trocitos de sebo y lanza al mar el cuerno de un buey de los campos, y luego los captura y los arroja agonizantes a tierra, así ellos, agonizantes, eran arrojados sobre las rocas.”

El segundo de los símiles hace referencia al modo en el que Escila atrapa a 6 de los hombres de Odiseo con la misma facilidad que un pescador pesca un pez pequeño y lo deja palpitante en la orilla. El símil busca dar al lector una imagen semejante a la que se representa para así tener una idea más clara del acto en sí y para aproximarse de alguna manera al lector poniendo como ejemplo un acto de la vida cotidiana. Tanto el uso de símiles referentes

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