Civilización contemporánea

Christián Díaz      Ensayo 1

En el libro “Carta a Meneceo”, Epicuro dice y expone su pensamiento sobre diversos temas, yo comenzare hablando de esta cita, “Pues, ciertamente, los dioses existen: en efecto el conocimiento acerca de ellos es evidente. Pero no son como los estima el vulgo; porque este no persevera tal cual lo que de ellos sabe. Y no es impío el que rechaza los dioses del vulgo, sino el que imputa a los dioses las afirmaciones del vulgo. Pues las opiniones del vulgo sobre los dioses no son prenociones, sino suposiciones falsas. De acuerdo con ellas, de los dioses vienen los más grandes daños y beneficios.” (Epicuro. P.12) En esta máxima explica lo que él califica como proceso irreligioso que se produce a partir de que la multitud, hace una transferencia sobre lo que está bien y lo que está mal desde la opinión pública terrenal hacia lo divino. Estos conceptos que se graban en el seno de la opinión de la multitud son transferidos luego como opinión divina de “los dioses”. Los malvados son reprendidos por los dioses simplemente porque éstos castigan lo que es malo para la multitud. 
Por otro lado, al no estar centralizado en un solo dios el sistema místico de los griegos, como sí ocurre con en el de los judíos, y por el contrario constituían una red distribuida en donde los mismos dioses interaccionaban entre sí, no había una única forma ética o adoración definido y agrupando para practicar el culto, sino que había múltiples, por lo que era más probable que la voluntad de los dioses este en concordancia con la de la multitud.

En segundo lugar, Epicuro nos habla de la muerte como un límite para los cuerpos sensibles, las concepciones sobre el bien y el mal parten de las sensaciones por lo que ya no existirán luego de la muerte, en consecuencia, no habría por qué temerle a la muerte ya que toda sensación corresponde a la esfera de lo vivo.” De aquí que el recto conocimiento de que la muerte no es nada en relación a nosotros hace gozosa la condición mortal de la vida, no añadiéndole un tiempo ilimitado, sino apartándole el anhelo de inmortalidad. Pues no hay nada temible en el vivir para aquel que ha comprendido rectamente que no hay nada temible en el ni vivir. Necio es, entonces, el que dice temer la muerte, no porque sufrirá cuando este presente, sino porque sufre que tenga que venir.” (Epicuro. P.13) Negando la continuidad de la vida más allá de la muerte nos sitúa en un empirismo que nos obliga a resolver nuestra existencia en el aquí y ahora, entendiendo que el gozo de la felicidad se sitúa precisamente en este instante, quitándonos de esta manera el fantasma de muerte en su doble influencia sobre nuestras vidas: como miedo a lo desconocido, miedo a la vida después de la vida, si efectivamente creemos que hay vida más allá de la muerte; y como miedo a una muerte que se nos aproxima instante a instante.

Otros de los temas más importantes que trata Epicuro es uno que se puede ver reflejado en la siguiente cita “Es preciso, pues, meditar en las cosas que producen la felicidad, puesto que, presenta esta, lo tenemos todo y, ausente, todo lo hacemos para tenerla.” (Epicuro. P.11). Con esto podemos señalar que para poder comprender de lo que se habla en el texto es necesario tener conocimiento de lo que significa la muerte y lo que es para nosotros. Epicuro menciona en el relato que debemos apartarnos de nuestros temores, a lo cual hace referencia la muerte y hace referencia a la cita planteada anteriormente, porque cuando la muerte llega a nuestra vida toda sensación desaparece por lo que no deberíamos sentir nada al morir y se debería temerle. Desde nuestro punto de vista este libro y los puntos que platea son muy parecido a la “Ética a Nicómaco” de Aristóteles, debido a que este presentas muchas similitudes en los temas que trata, por lo cual se pueden sacar diferencias y semejanzas en la forma de pensar respecto al tema que se está tratando, una semejanza que podemos establecer entre el pensamiento de Aristóteles y Epicuro es que ambos dicen que logrando la felicidad se tiene todo, pero al mismo tiempo en este pensamiento encontramos diferencias, para Epicuro la felicidad está en conseguir el placer y eliminar el temor de nuestra vida, en cambio Aristóteles, plantea que la felicidad es el bien supremo y se logra mediante la sabiduría, en cambio según Epicuro la felicidad se logra con placer y eliminando el temor, otro punto en el que coinciden es que ambos dicen que la prudencia es la virtud más importante.

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