Como una novela.

Como una novela

El autor comienza diciendo que, son muchas personas que no siguen o tiene la lectura. Ya que ahora con la competencia de la tecnología que es: la televisión, los teléfonos móviles, los videojuegos, Internet… que son los que  distraen y nos quitan tiempo para ello.

El autor menciona que el hábito debería despertar de la curiosidad, y el  placer de leer, así, en uno de los capítulos  dice: “la curiosidad por leer no hay que forzarla, sino despertarla”, y desde mi punto de vista tiene mucha razón ya que por ejemplo  muchos padres obligan a sus hijos a que lean, y no es tanto la imposición de la lectura sino la manera en la que lo imponen, y ahí es donde los niños empiezan a ver a la lectura como algo aburrido y obligatorio, sin saber que ellos pueden descubrir sus propias lecturas, vivimos en una sociedad donde hay principales actividades como los videojuegos, las computadoras, él celular y la televisión, y que los padres tienen que adaptarse a esta nueva era, pero lo cierto es que los niños pasan cada vez más horas delante de la televisión y menos horas leyendo.

El autor también nos habla de que a los niños pequeños les suele gustar que sus padres por la noche les lean cuentos  sin embargo,  la mayoría de los padres ignoran esa actividad, ya que para ellos es tiempo perdido, este es el verdadero problema, el convertir la magia de leer nuevas historias y conocer nuevos personajes, en un trabajo, en una obligación, tal y como dice el autor "seguirá siendo un buen lector si los adultos estimulan su deseo de aprender antes de imponerle el deber de recitar, si se niegan a convertir en carga lo que había sido un placer, si alimentan ese placer hasta que se convierta en un deber, ... ".

Como la lectura no es una práctica que se restringa a la escuela, el hogar juega un papel importante en su consolidación y, en este sentido, cada familia que no tenga hábitos de lectura definidos, tendrá una desventaja en la formación que pretenda hacer al respecto con los jóvenes, como ya lo había mencionado arriba. En otras palabras, si los padres no leen, jamás tendrán una idea clara sobre la mejor forma de enseñar, como se ha dicho, en enamorar a los hijos de los libros y haciendo  a la lectura a viva voz, compartiendo los sentimientos generados.

Dentro del libro entra una parte fundamental “La escuela” ya que ahí también es una parte fundamental para promover la lectura, ahí a los jóvenes se les enseña a leer pero de una forma estricta, ya que se dice “tienes que leer de tal página a tal página para poder hacer el trabajo” entonces en ese momento los jóvenes lo hacen obligados a cambio de una calificación y ahí es donde entra la actitud ya que genera un ambiente aburrido y pesado tanto como para el docente y los alumnos.

La última parte del libro está formada por los derechos del lector, el derecho a no leer, el derecho a saltarnos las páginas, el derecho a no terminar el libro así como el derecho a releer, como lectores tenemos derecho a todo eso y mucho más. Porque somos libres para elegir nuestras lecturas, para leer lo que queremos, cuando queremos y lo más importante es porque queremos, porque la lectura es una afición, pasión y algo que nos hace felices, todos tenemos claro por qué leemos.

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