Comparativa entre el “capítulo XI” de la Primera parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y el mito “Las Cuatro Edades” de las Metamorfosis de Ovidio.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES

CENTRO DE ESTUDIOS Y CREACIÓN ARTÍSTICA DE SARTENEJAS

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TÍTULO. Subtítulo

Nombre:

Maria Delia Seijas

C.I.:

26.511.123

Caracas,  octubre 2017

CAPITULO I

Comparativa entre el “capítulo XI” de la Primera parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y el mito “Las Cuatro Edades” de las Metamorfosis de Ovidio.

        La edad de oro, dispuesto quizás este mito a ser la fantasía más deseada de la humanidad para evadir la realidad y compensarla con el deseo. Una llamada “edad” que ya ha pasado y que anhelan aquellos que viven el presente, en donde todo es más sencillo y sin complicaciones. Pensamientos que nacen, y que suelen ser tomados de consuelo, en momentos de crisis social.

        En el mito de “Las cuatro edades” de Ovidio, compara la decadencia del compasivo y sumiso hombre con la constitución de los metales, a esto hace referencia Cervantes en su obra, donde Don Quijote divaga en voz alta aquella dichosa edad de oro. Ambos coinciden en varios aspectos en cuanto a la definición de esta edad: la abundancia, sencillez, tranquilidad y por ende la belleza de la tierra, como lo humilde, piadoso, sincero y dócil del hombre.

Ovidio, hace una contrariedad entre la edad de oro y la de hierro, pero da a entender que la edad de oro ha pasado y que no la encontraremos en otro momento. El Quijote, en su discurso hace referencia a ambas edades, tópicos que aplica Ovidio, solo que el Hidalgo detalla un poco más la primera de estas en añoranza, dando así a entender la frialdad y crueldad de la que él considera la edad en la que se encuentra (la edad de hierro).

Si bien, siempre está esa aflicción del ser humano de relacionar el pasado con lo mejor de su tiempo. Tanto que se puede tener la certeza de que cada individuo tiene su edad de oro a la que quieres regresar. Así como lo presenta Woody Allen en su película “Medianoche en parís” (2011), en donde el protagonista, quien es un escritor estadounidense que viaja a parís, se traslada en el tiempo cada medianoche y conoce a los personajes históricos de 1920, que es la década que considera como “la edad de oro de la literatura”. Pero al compartir con estos personajes descubre que estos no ven su momento de la misma manera que el protagonista sino que ven otra época como si edad de oro.

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