Consenso Y Coerción En Maquiavelo, Hobbes, Weber, Gramsci Y Boudieu
Enviado por lila.vegetal • 19 de Febrero de 2014 • 5.617 Palabras (23 Páginas) • 1.780 Visitas
En esta reseña me propongo realizar una caracterización del binomio consenso-coerción presente en las obras precursoras de la teoría política moderna de Nicolás Maquiavelo y Thomas Hobbes, limitándome a “El Príncipe” (1531) y “Leviatán” (1651) respectivamente, contraponiéndolas al lugar que se le otorga a mismo binomio conceptual en la teoría política de los Estados capitalistas por parte de Max Weber, Antonio Gramsci y Pierre Bourdie.
Me parece pertinente hacer una breve caracterización histórica sobre el contexto en el que se desarrollan ambos grupos de autores.
Maquiavelo (italiano, 1469-1527) y Hobbes (inglés, 1588-1679) marcan de manera indeleble el pensamiento en la etapa de transición entre el feudalismo y la Edad Moderna, captando el cambio que se estaba produciendo en la sociedad con el desarrollo del comercio y el crecimiento de la burguesía. El primero intenta con “El Príncipe” realizar una comprensión histórica de las realidades políticas de Italia en el siglo XV. La libertad mental del Renacimiento impulsó a Maquiavelo a intuir que los valores y la moral cimentadas por la Iglesia Católica no se ajustaba a la realidad de un mundo cambiante de la Europa Renacentista, cuyo legado medieval le había dejado un sinnúmero de principados feudales fraccionados y dispersos que no resultaban propicios para la centralización del poder que requerían las nuevas clases sociales suscitadas de la expansión comercial, en la que la figura del comerciante ahora dominaba los mercados, con un mayor control de la producción y con autonomía de los gremios y ciudades.
Estos cambios económicos tuvieron consecuencias sociales y políticas, dejando en una situación de total anacronismo a las viejas instituciones medievales que aún se ocupaban del gobierno. Los estudios de Maquiavelo se centran en esta dinámica, buscando los medios para fortalecer el Estado, aumentar el poder y analizando los errores que llevan a la decadencia o ruina por medio del análisis de medidas políticas y militares, separándolas de las concepciones morales y religiosas.
Hobbes escribe el Leviatán entre los años 1649-1650 en un contexto en el que recién finalizaba le guerra civil inglesa con el resultado de la instauración de un orden parlamentario en el que Lord Cromwell presidia el Consejo de Estado y la decapitación del anterior monarca Carlos I. En su obra, intenta una descripción sistemática de la naturaleza de la obligación de los ciudadanos a obedecer al soberano, haciendo énfasis en su obligación de brindarle protección a los mismos. Los escritos políticos de Hobbes fueron motivados por las guerras civiles y con la intención de ejercer influencia del lado del rey. Estaban destinados a apoyar el gobierno absoluto y a juicio de Hobbes esto significaba la monarquía absoluta, creía que esta monarquía era la forma más estable y ordenada de gobierno.
Por otro lado, tenemos el bloque de autores que escriben sus obras ya dentro del contexto de una economía capitalista desarrollada.
Weber vive entre los años 1864y 1920, contexto en el que la concentración industrial y las consecuencias ideológicas de la modernidad económica heredan tanto como transforman radicalmente el viejo panorama ideológico protestante. En ese período de tiempo acontecieron una serie de sucesos importantísimos para Alemania de los cuales Weber fue testigo: la creación del Imperio (1871), su hundimiento (1918) y nacimiento de la República de Weimar (1919) a la redacción de cuya constitución contribuyó decisivamente. A lo largo de su vida conoció dos guerras nacionales (1866 y 1870), una guerra mundial (1914-1918) y tres revoluciones (las de 1905 y 1917 en Rusia y 1918 en Alemania).
Nos ofrece un testimonio de primera mano sobre la crisis de la tradición prusiana -aristocrática, autoritaria, patriarcal- y del surgimiento de los Estados modernos -de democracia representativa, burocrático, legal-racional-. La Alemania de su tiempo vive unos cambios sociales, históricos y culturales profundos que harán posible que, por primera vez, la modernidad tome conciencia de sus límites y de la distancia entre su marco jurídico y la realidad social. Ese proceso, que él denominó «racionalización del mundo», no puede pensarse sin tensiones y contradicciones y constituye el tema básico o el hilo conductor de toda su obra.
La Italia de los años ’20 se encontraba fuertemente desestabilizada como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, que si bien había estado en el bando de los ganadores había quedado devastada por los costos de guerra y desmoralizada, ya que no había obtenido los territorios prometidos por Inglaterra y Francia. Este contexto favorece al ascenso del fascismo en 1922 liderado por Mussolini. Un año antes había sido fundado el Partido Comunista Italiano por Amadeo Bordigia y Antonio Gramsci, pero al asumir Mussolini el poder ordena en 1926 la detención de ambos entre otros dirigentes de izquierda y en 1928 Gramsci es condenado a 20 años de prisión. Cumpliendo su condena en la cárcel de Turi, en 1929 emprende la escritura de sus Cuadernos de la Cárcel, elaborando sus propias reflexiones políticas, filosóficas e históricas. Su afán por comprender la realidad radicaba en que sólo a partir del conocimiento de la misma podría establecer una estrategia adecuada para la transformación revolucionaria.
Pierre Bourdieu (Francés 1930-2002) es el escritor más actual de ambos grupos, cuya producción teórica ha sido de las más influyentes en la segunda mitad del siglo XX. Perteneció al círculo intelectual francés aunque siempre lo rechazó. Su teoría encuentra raíces en dos movimientos: la reacción a Sartre y el existencialismo por un lado, y a Lévi-Strauss y estructuralismo por otro. Éstas siembran las raíces del intento de Bourdieu de sobreponer "la absurda oposición entre el individuo y la sociedad", entre lo objetivo y lo subjetivo, sobre la que se erigen sus producciones teóricas, retomando también elementos de la sociología clásica presentes en Marx, Weber y Durkheim.
Ahora bien, para estructurar el análisis resulta conveniente desarrollarlo a través de los distintos roles que se le asignan a la violencia en la constitución de las relaciones de dominación presentes en los Estados modernos, haciendo foco en la cuestión del monopolio legítimo de la violencia, así como también en otras formas específicas que se le otorga al elemento coercitivo y su articulación con el consenso.
En los Ensayos de Sociología Contemporánea, Max Weber nos demuestra la vigencia del orden estatal que anticipaban Maquiavelo y Hobbes en sus obras “El Príncipe” y “Leviatán” respectivamente, al definir al Estado moderno como “una comunidad humana que se atribuye (con éxito) el monopolio legítimo de la fuerza física
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