”Culpa, Mala Conciencia y Otros”
Enviado por Daniela Florián • 31 de Julio de 2016 • Apuntes • 1.675 Palabras (7 Páginas) • 355 Visitas
”Culpa, Mala Conciencia y Otros”
26 de octubre de 2015
Laura Daniela Florián Quitián
En la presente ponencia se expondrá los numerales XX-XXV de la segunda parte de la genealogía de la moral, titulada: ”culpa, mala conciencia y otros”. En primer lugar se desarrollara la idea de conciencia como parte fundamental del concepto de deuda en donde se resaltará el papel del cristianismo en el desarrollo de este proceso; continuo de como era la interpretacion de los griegos de sus disoses. Con esto finalmente, se presenta la posible solución que el autor plantea para la liberación de la humanidad, y que en gran medida es
culpa y deuda: impacto, efecto y el mundo judeocristiano:
En los anteriores numerales Nietzsche implementó el concepto de conciencia como el principal factor de la domesticación del hombre, de ese “adiestramiento”, “amansamiento”, que ha tenido que adquirir el individuo debido a que socialmente se han establecido unas tablas de verdad, que permiten esta opresión. En este apartado Nietzsche usará el concepto de conciencia a partir del establecimiento que ha generado el cristianismo, en donde el sentido de culpa se encuentra estrechamente relacionado con la divinidad, generando este concepto de “deuda” que nace a partir de los siervos, el vulgo, este pueblo “reactivo” que hereda esta sensación de “deuda” y consigo los conceptos de bueno y malo, de generación en generación.
La deuda es este sentimiento que genera la satisfacción por pagar, en donde el deudor se convierte en el sujeto que debe cargar con tal sentir. Una deuda que se encuentra relacionada en la medida que crece la idea de Dios, es decir, que a medida que se acepta la constitución de este ser supremo, el sentimiento de deuda incrementa al mismo tiempo. La idea de Dios, crea universos y genera esta ansiedad de librarse de cualquier peso, ya que ante los ojos de Dios, el ser deudor no es más que un ser vano y malvado. A partir de esto puedo decir que la concepción de un Dios, del castigo y la ley, no son más que herramientas creadas para apaciguar a los hombres, para infundirles miedo, miedo de no entrar en el reino de los cielos y por esto es que se crea el castigo, en medida que el deudor salde todo aquello que debe, para que este Dios tenga compasión, teniendo el perdón de sus pecados.
Es por ello que establece Nietzsche que la única salida viable para que “la deuda” se ha eliminada, es una mezcla entre el ateísmo y la inocencia, los cuales conjuntamente pueden liberar al hombre de esta “causa primera” del castigo eterno, el pecado original, que ha llevado a que se encuentre arrodillado ante este ser crucificado.
La deuda, la culpa y el deber, han sido los fuertes ideales de la formación de la mala conciencia, en donde la moralización de estas terminologías ha generado un impacto en el deudor, debido a que se concibe una imposibilidad por satisfacer la deuda, un sentir que se encuentra desde el principio, desde que Adam y Eva fueron seducidos para ingerir el fruto prohibido. De esta forma es que surge la crítica de Nietzsche por el paradójico alivio que otorga el Dios judeocristiano a sus deudores, en donde el amor de este ser es lo que genera el perdón, en donde el olvido de sus pecados se da simplemente por este sentimiento ”el amor”, y se ignora de esta forma toda opresión creada anteriormente por pagar la deuda que lo ataba y le impedida la apertura del reino de los cielos, ya que todo lo puede este ser omnipotente.
Con esto, el “amor” se convierte en una pieza fundamental para comprimir el dolor que ha creado la autotortura, producto que lleva al hombre a la potencialidad de su mala conciencia, así autoinfligiéndose daño si su instinto animal trata de salirse de la domesticación que le han impuesto; la cual se hace necesaria para que Dios “el señor todo poderoso”, acepte en su reino al hombre.
Es así que la tortura se convierte en una amenaza, un llamado de atención para no generar la mala conciencia. La religión en búsqueda de que el hombre no estimule su mala conciencia, ha implementado su dureza y rigor, para que sus dictámenes sigan vigentes y se pueda reprimir cualquier instinto del hombre. Todo esto se da gracias al sentimiento de culpa que genera este Dios al hombre, este sentir que tiene “enfermo” al mismo, que lo convierte en una “bestia” que a pesar de recobrar su capacidad de escuchar sigue inmerso en esta sombra y tristeza.
Los dioses griegos, una deidad fuera de toda degradación:
Nietzsche en el aforismo 23 resalta que necesariamente un Dios no debe estar ligado a una crucifixión, a la culpa y el perdón, si no que existen formas más nobles para encontrar una interpretación de los dioses, dejando de lado toda esta sumisión. Es así que resalta el papel de los dioses griegos para esta justificación, ya que se concebía una libertad en el hombre, en donde su animal interno no había sido domesticado y ultrajado.
Los dioses griegos a diferencia del judeocristiano, alejan al hombre de una constitución de la mala conciencia, debido a que en estos la culpa no se concibe, no existe aquel sentimiento de deuda que doblega a los hombres. En la visión griega el hombre tiene todo dominio sobre sus actos, es libre de sus acciones y además cuenta con el poder de juzgar a los dioses, cosa que no se encuentra en el cristianismo ya que es visto a Dios como un ser todo poderoso y perfecto, cosa que es contraria en el politeísmo griego.
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