Cultuta Y Verdad

Rosaldo, Renato. Cultura y verdad: nueva propuesta de análisis.

El autor se propone explicar la fuerza cultural de las emociones.

Considera la importancia fundamental que tiene la posición del sujeto dentro del área de relaciones sociales para comprender la experiencia emocional.

Señala que todas las interpretaciones son provisionales pues son realizadas por sujetos ubicados que están preparados para saber ciertas cosas y no otras.

Contrapone el objetivismo absoluto, universal y eterno que promueve la existencia de un observador indiferente; con los estudios de casos que están incrustados en contextos locales, configurados por intereses locales y coloreados por percepciones locales donde es preciso considerar también los procesos políticos, los cambios sociales y las diferencias humanas.

Concibe la cultura como una formación de intersecciones donde los procesos se entrelazan dentro de los límites pero también más allá de ellos pues las diferencias de edad, género, clase, raza, orientación sexual, etc. derivan en que éstos sean procesos heterogéneos. Habría que contemplar también que los objetos del análisis (sociedades y grupos humanos) son a la vez sujetos analizantes que interrogan críticamente la forma de proceder de los etnógrafos.

Los procesos de desarrollo local –desarrollo local sustentable y poder ciudadano local– que son prácticas informales de la vida cotidiana de algunos habitantes del Sur de Jalisco tiene sentido dentro de su propio contexto, en función de las interrelaciones que se llevan a cabo entre los diferentes actores: universidad, ONG, grupos eclesiásticos, etc. y es esa interacción la que pretende interpretarse como una mediación como se construyen las paces.

La idea antropológica tradicional de que existen patrones culturales propios y únicos, con fronteras suficientemente delimitadas, no toma en cuenta la existencia de procesos de cambio, las inconsistencias internas, los conflictos, las contradicciones. Por eso, para el análisis social actual, las fronteras culturales se han convertido en uno de los aspectos centrales a considerar.

La etnografía tradicional, consolidada a partir de la perspectiva teórica de Durkheim, es un género de descripción social que a través de sus relatos, siguen el modelo utilizado por la historia natural: del medio ambiente y la subsistencia, pasan a la familia y el parentesco para llegar al análisis de la religión y la vida espiritual. Estos relatos son calificados por Rosaldo de objetivismo y monumentalismo. Sin embargo, a partir de los 60, bajo el influjo del pos colonialismo, se comienza a trabajar de manera interdisciplinaria para entender la interacción que se da entre los diferentes factores que se van desarrollando dentro de casos específicos. Es un análisis social que otorga un papel central a las aspiraciones y demandas de los grupos considerados

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