Danzas del amor Las estrellas a mi alrededor lloran lágrimas de plata por su ausencia.

Danzas del amor

Las estrellas a mi alrededor lloran lágrimas de plata por su ausencia.

Mi paciencia cae del cielo gota a gota mientras yo lo espero como cada noche.

No existe nada en el mundo que describa lo que siento cuando imagino sus rayos acariciando mi porosa y deforme piel sin piedad, sin importarle lo que provoca en cada latido.

Todas las noches veo a los humanos caminar indiferentes por las calles ignorando sus sentimientos, comiendo palabras sin masticarlas, solo se las tragan sin sentir el sabor de cada letra.

Ignoran las palabras que grita su corazón en cada latido, ignoran cuando sus pupilas se dilatan y la razón se encoje cada vez que ven a la persona que aman, ignoran cuando con las manos entrelazadas, su ser se vuelve uno solo y vuelan por cielos desconocidos donde no existe el tiempo, ni nada más que la música que vibra en su interior.

Me pregunto si alguna vez, ellos han sentido lo que yo siento cuando sabes que no existe nada más ni en la tierra, ni en el aire, ni en los cielos mientras involuntariamente cada pensamiento le pertenece al ser amado.

Y es que, la textura amarga de este amor cae pedazo a pedazo cada noche mientras él no llega y sus rayos no  calientan la tierra.

A pesar de que tantas veces me he sumergido en la densa oscuridad de la noche mientras los diminutos destellos de las estrellas se ahogan y yo, inútilmente me entierro los dientes tratando de arrancarme su amor pedazo a pedazo, a él no le importa ya que al instante regresa, y las aves se pierden, la tierra se detiene y mi corazón vuelve a latir.

Y, mientras las campanas agitan y golpean mi pecho una y otra vez, las lágrimas mojan el perfecto blanco de mi vestido y mis rayos reflejan el deseo en cada ola.

Y es que, a pesar de que estas danzas no tienen final, por las venas de los humanos corre la luz de la esperanza y yo mantengo vivo el fuego tratando de sangrar como ellos para que la misma luz recorra mis venas mientras sueño con verlo al amanecer.

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