Demostración De La Existencia De Dios Según Descartes

Descartes da tres argumentos acerca de la demostración de la existencia de Dios, estos son: El argumento de la causalidad de la idea de ser infinito, el argumentote Dios como causa de mí ser y el argumento ontológico.

El primer argumento se apoya en dos aspectos: El primero, la teoría de la realidad objetiva de las ideas, que es la imagen que representa alguna cosa, porque se supone que la idea tiene algo que no se encuentra en su causa, debe haberla recibido de la nada. El segundo aspecto en que se apoya es en que la idea de un ser infinito no puede haber sido causada por nosotros ya que no somos seres infinitos, si que tiene que haber sido causado por un ser que su realidad formal sea proporcional a la de la idea, es decir, un ser infinito, por lo que deducimos que este ser existe.

El segundo argumento es una continuación del primero y dice que en nuestra mente existe una idea de perfección infinita pero nosotros no poseemos esta perfección, por lo tanto, al poseer la idea y no dicha perfección, nosotros no podemos ser la causa de esa idea ni de nosotros mismos. De aquí deducimos que el causante tiene que ser un ser mínimo tan perfecto como nuestra idea de perfección y que ha sido él quien nos ha concedido dicha idea. Este ser sería Dios.

Por último, el argumento ontológico, es el más importante. Fue formulado por primera vez por San Anselmo de Canterbury en el siglo XI. Pretende ser una prueba de la existencia de Dios partiendo de la misma idea de este. San Anselmo dijo que todos los hombres tienen una idea de Dios y lo consideran como el ser más grande de todos y es obligatorio que este ser exista en la realidad puesto que, de lo contrario, podríamos pensar en uno más grande que él, es decir, un ser que posea la perfección de la existencia y, entonces, nos contradeciríamos. Por lo tanto, Dios debe existir no solo en nuestro pensamiento, si no también en la realidad.

Una vez demostrada la existencia de Dios y reconocida su naturaleza como la suma de todas las perfecciones, se puede afirmar su bondad y veracidad y desechar la hipótesis del genio maligno engañador, ya que si Dios es la perfección y engañar es una muestra de todo lo contrario, este deseo de engañar no puede encontrarse en Dios. El criterio de verdad está garantizado por Dios, así, todas las ideas que percibimos de forma clara y distintamente son verdaderas. Para Descartes, la verdad era una correspondencia entre Dios y nuestras ideas.

Descartes afirma en la primera regla del método que son verdaderas las ideas que se presentan tan claramente y distintamente que no tengan la oportunidad de ponerlas en duda. Solo es seguro porque Dios es o existe y porque es un ser perfecto y porque absolutamente todo lo que hay en nosotros proviene de él.

Para Descartes, Dios es el autor de todo lo que está en nosotros y es la garantía

...