Discurso De Angostura
Enviado por DanimelAndreapa • 9 de Enero de 2013 • 1.405 Palabras (6 Páginas) • 589 Visitas
El discurso de Angostura fue pronunciado por Simón Bolívar el 15 de febrero de 1819, en la provincia de Guayana, con motivo de la instalación del segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela en San Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar). En relación al proceso de elaboración de dicho texto, el mismo se llevó a cabo fundamentalmente en su residencia de Angostura durante los últimos meses de 1818. Asimismo, no vaciló Bolívar en confiar los originales de este importante documento a Manuel Palacio Fajardo, estadista dotado de talento y erudición, para que le diera su opinión. En este sentido, palacio Fajardo formulo algunas observaciones, que Bolívar acepto con humildad el 15 de Febrero de 1819, día fijado para la instalación del congreso que el propio Bolívar había convocado una salva de cañonazos, unidas a las aclamaciones del pueblo, señalo a las 11 Am. La llegada del Libertador, jefe supremo de la República y de la comitiva que lo acompañaría a la sede del Congreso.
Como primer punto el Libertador indicó que para evitar que la gente se acostumbre a un gobernante que lo gobierne eternamente deben hacerse repetidas elecciones, he aquí lo dicho por él:
“La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los Gobiernos Democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la Libertad Republicana, y nuestros Ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo Magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente”.
Luego paso a proponer el proyecto de constitución diciendo:
“Echando una ojeada sobre lo pasado, veremos cuál es la base de la República de Venezuela. Nosotros ni aún conservamos los vestigios de lo que fue en otro tiempo: no somos Europeos, no somos indios, sino una especie media entre los Aborígenes y los Españoles. Americanos por nacimiento y Europeos por derecho, nos hallamos en un conflicto de disputara los naturales los títulos de posesión y de mantenernos en el país que nos vió nacer, contra la oposición de los invasores; así nuestro caso es el más extraordinario y complicado. Todavía hay más; nuestra suerte ha sido siempre puramente pasiva, nuestra existencia política ha sido siempre nula y nos hallamos en tanta más dificultad para alcanzar la Libertad.”
La Libertad, dice Rousseau, es un alimento suculento, pero de difícil digestión. Nuestros débiles conciudadanos tendrán que en robustecer su espíritu mucho antes que logren digerir el saludable nutritivo de la Libertad.
Muchas naciones antiguas y modernas han sacudido la opresión; pero, son rarísimas las que han sabido gozar de algunos preciosos momentos de Libertad; muy luego han recaído en sus antiguos vicios políticos; porque son los Pueblos más bien que los Gobiernos los que arrastran tras sí la tiranía. El hábito a la dominación, los hace insensibles a los encantos del honor y de la prosperidad nacional. Y miran con indolencia la gloria de vivir en el movimiento de la Libertad, bajo la tutela de las Leyes dictadas por su propia voluntad. Al separarse Venezuela de la Nación Española ha recobrado su Independencia, su Libertad, su Igualdad, su Soberanía Nacional. Constituyéndose una República Democrática, proscribió la Monarquía, las distinciones, la nobleza, los fueros, los privilegios: declaró los derechos del hombre, la libertad de obrar, de pensar, de hablar de escribir.
Bolívar, luego se consagró a dictar cuál sería la Constitución que debíamos adoptar y el por qué de ello, así consideró que nuestra Constitución debería ser hecha para nuestro pueblo.
“Legisladores, el principio fundamental de nuestro sistema, depende inmediata y exclusivamente de la igualdad establecida y practicada en Venezuela. Que los hombres nacen todos con derechos iguales a los bienes de la sociedad, está sancionado por la pluralidad de los sabios; como también lo está, que no todos los hombres nacen igualmente aptos a la obtención de todos los rangos; pues todos debe practicar la virtud, y no todos la practican; todos deben ser valerosos, y todos no
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